‘GLOW’: la lucha libre también es cosa de mujeres
Alison Brie protagoniza la nueva serie de la creadora de 'Orange Is the New Black'
Quizá no lograran la fama de Hulk Hogan y compañía, pero en los años ochenta, un grupo de mujeres protagonizó el programa Gorgeous Ladies of Wrestling (GLOW) llevando la lucha libre femenina a la pequeña pantalla. Actrices, modelos, cantantes y deportistas buscaban así hacerse un hueco en el mundo del espectáculo. Lo mismo que las protagonistas de la serie que Netflix estrenó el pasado viernes, inspirada en la trastienda de ese antiguo programa.
En GLOW (la serie de 2017, no el programa de los ochenta), Alison Brie interpreta a Ruth, una actriz con su vida patas arriba: sin trabajo, sin dinero para pagar el alquiler y con algún quebradero de cabeza en el ámbito personal. "Es una actriz muy luchadora, una mujer muy decidida que, cuando la conocemos, está en su momento más bajo, perdiendo la confianza en sí misma", relata Brie en conversación telefónica con EL PAÍS. Pero las cosas empiezan a cambiar cuando acude a una audición en la que buscan "mujeres poco convencionales" para participar en este nuevo programa.
El perfil de Brie no era el que los responsables de GLOW tenían en mente para protagonizar la serie, y ella era consciente de ello. "Sabía que físicamente iba a ser complicado, porque la gente puede tener una concepción previa de cómo soy por cómo me han visto en otros personajes. Así que cuando fui a la audición lo hice sin maquillaje, me até el pelo en una coleta, con ropa de trabajo... porque sabía que la apariencia física lo era todo". Ruth es diferente a otros personajes que ha interpretado Brie últimamente, como Trudy, la esposa de Pete Campbell en Mad Men, o la inocente Annie de Community. "Ella no lleva maquillaje, es muy pragmática, no va a la moda... No está interesada en la atención de los hombres. Nunca he interpretado un personaje que no tenga un interés romántico. Ruth no se preocupa por los hombres o la sociedad, está interesada en sí misma, quiere probarse a sí misma y demostrar lo que puede hacer".
El aspecto físico y la ambientación son parte fundamental de esta comedia coproducida por Jenji Kohan, creadora de Orange Is the New Black. La combinación de los ochenta y la lucha libre desemboca en pantalla en mallas de color fucsia, leotardos, purpurina y peinados con una dosis extra de laca. "Debo decir que era realmente cómodo llevar esos leotardos y esas mallas todo el día, nunca me he sentido tan cómoda en un rodaje, aunque quizá influyera que en el set éramos casi todas mujeres", confiesa Brie, que incluso se cortó el pelo para adaptarse a su nuevo personaje.
Las actrices de GLOW también tuvieron que recibir entrenamiento físico para poder dar vida a estas luchadoras. "Yo sabía qué era la lucha libre, pero no había visto nada ni estaba demasiado interesada en el tema. Pero siempre he querido hacer algo físico, me gusta salir de mi zona de confort, y la lucha libre, obviamente, es una de esas cosas. Requiere una gran resistencia mental y estar muy centrado", dice la intérprete. Junto a sus compañeras de reparto, la actriz se sometió a un mes de entrenamiento con el luchador profesional mexicano-estadounidense Chavo Guerrero Jr., entrenamiento que continuó durante los tres meses y medio de rodaje. Brie se ejercitó además con su entrenador personal para fortalecer su masa muscular.
Pero las mujeres protagonistas de esta serie no solo luchan en el cuadrilátero, también lo hacen para salir adelante en sus vidas. Por eso Brie considera que esta es una historia feminista. "Es una serie sobre mujeres labrándose su propio camino y descubriendo su propio cuerpo y sus posibilidades. La lucha libre es un vehículo para que se puedan sentir más fuertes y poderosas en lugar de la sobresexualización enfocada en los hombres que es habitual en la televisión".
Una realidad no tan lejana
En la primera secuencia de GLOW, la protagonista está en una audición interpretando unas líneas de diálogo. "Gracias por llamarme, nunca hay papeles así para mujeres, es genial", agradece al terminar. "Leíste la parte del hombre", replican al otro lado. La de la mujer es mucho más breve: "Disculpe, su mujer por la línea dos". ¿Las cosas han cambiado en la actualidad respecto a lo que ocurría en los años ochenta, cuando está ambientada la serie? "Están cambiando pero todavía es una realidad", opina Alison Brie. "Por eso series como esta son necesarias, no hay tantas oportunidades para mujeres para interpretar personajes complejos e interesantes. Jenji [Kohan] está liderando la guerra contra los personajes femeninos aburridos creando constantemente oportunidades para tipos muy diversos de mujeres".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.