El Gobierno y el mundo del toro lamentan la muerte de Victorino

Representantes políticos y todos los estamentos taurinos han expresado su dolor y pesar por el fallecimiento del ganadero Victorino Martín Andrés a los 88 años, que será enterrado esta tarde en el cementerio de Galapagar (Madrid), su localidad natal.

El municipio ha decretado hoy, miércoles, día de luto oficial, y a las doce del mediodía se guadará un minuto de silencio en la plaza Presidente Adolfo Suárez. Victorino Martín era Hijo Predilecto de Galapagar desde el año 2012, año desde el que también contaba con una plaza dedicada a su figura en reconocimiento a su trayectoria en el mundo taurino y como agradecimiento a su contribución a elevar el nombre del municipio a lo más alto.

El ministro de Educación, Cultura y Deporte, Íñigo Méndez de Vigo, ha lamentado la muerte de "uno de los ganaderos más destacados de la cabaña brava española". "Victorino Martín -ha añadido- fue el creador de un prototipo de toro de lidia con un encaste propio, respetado y valorado por los aficionados más exigentes".

Cristina Cifuentes, presidenta de la Comunidad de Madrid, señaló, por su parte, que "se ha ido un ganadero único que luchó por la fiesta de los toros y por mantener su emoción, bravura y nobleza". Y el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, en nombre del Ejecutivo regional, ha expresado sus condolencias por el fallecimiento del ganadero.

La Unión de Criadores de Toros de Lidia (UCTL) lamenta la pérdida de un "admirado y querido ganadero, historia y leyenda de la ganadería de bravo", al que la Fundación de Toro de Lidia (FTL) considera "leyenda de la cabaña brava española", y el presidente de la Asociación de Nacional de Mayorales, José Luis Castro, ha señalado que se pierde "una seña de identidad de la fiesta".

Numerosos toreros han dejado en las redes sociales mensajes de condolencias y pesar por la muerte de un "ganadero histórico", como le reconoce el reciente triunfador de la Feria de Otoño, Miguel Ángel Perera.

Una de las reacciones más significativas ha sido la de Francisco Ruiz Miguel, el torero que más corridas de Victorino ha matado en toda su historia: "Le quería como un padre. Estoy destrozado". "Con él se va también un cachito de mí. Un hombre bueno como pocos, humilde y generoso, tanto que dio su vida por el toro, su tipo de toro, ese con el que tanto disfruté y con el que tanto miedo llegué a pasar. Qué fiereza, qué bravura y emoción. Dios le tenga en la gloria", reconocía el torero gaditano.

Paco Ureña asegura que se va "un enamorado del campo y un hombre bueno"; el francés Juan Bautista remarcó la "grandeza" de Victorino Martín Andrés, "una parte muy importante de la historia del toreo", mientras que José Garrido publicaba un escueto y elocuente "Gloria eterna a las personas bravas".

El murciano Rafael Rubio Rafaelillo coincidía con sus compañeros al considerarle "uno de los grandes pilares" de la tauromaquia, y Curro Díaz utilizaba la palabra "genio" para definirl0.

También Tomás Campuzano, Jesús Pérez El Madrileño, Miguel Abellán, Javier Castaño, David Fandila El Fandi, Pepe Moral, Andrés Roca Rey, Joselito Adame, David Galván, Curro de la Casa, Miguel de Pablo, Francisco Canales Rivera, el novillero Diego Carretero o el rejoneador Sergio Galán, entre otros, han ensalzado la figura del llamado ‘paleto’ de Galapagar.

Sus compañeros ganaderos de Luis Algarra, Peñajara, Hoyo de la Gitana, La Palmosilla, Victoriano del Río, Barcial o Gavira, y empresas como la Casa Chopera, Plaza 1, adjudicataria de Las Ventas, la Junta Administrativa de Bilbao o Maxitoro han mostrado, asimismo, sus condolencias.

Pero los mensajes más destacados y multitudinarios son los que vienen de parte de la afición, como el de la asociación "El toro de Madrid", que ensalza "aquel chico de Galapagar que a base de constancia y respeto al toro queda para siempre en el olimpo de los ganaderos".

Victorino Martín Andrés, de 88 años de edad, falleció a las tres de la tarde de ayer, martes, en su finca cacereña de Monteviejo; a las 17 horas de hoy se celebrará un funeral en la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción de Galapagar, y, posteriormente, recibirá sepultura en el cementerio local.