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artes vivas

Valcárcel Medina impugna el teatro

El artista estrena una 'performance' que pone en cuestión ciertas inercias de la escena contemporánea

Raquel Vidales
Dibujo realizado por Isidoro Valcárcel Medina como cartel de su obra 'Estar o no estar'.
Dibujo realizado por Isidoro Valcárcel Medina como cartel de su obra 'Estar o no estar'.

Dice Isidoro Valcárcel Medina (Murcia, 1937) que es un enamorado del teatro, pero que no le gusta ir al teatro. Bonita contradicción. “No me gusta cómo se materializa, los directores quieren ser tan rupturistas que se suelen pasar de rosca”, explica. Esto lo dice un maestro de la ruptura, un artista que ha puesto en cuestión hasta el propio concepto de arte. Y que ha sido premiado por ello con los más importantes galardones en España. “Ruptura, claro que sí. Pero con pies y cabeza. Y eso no es lo que veo. Todo me parece muy parecido, a pesar de la cantidad de salas alternativas que hay”, opina. “Quizá lo más rupturista hoy sea una escenificación ortodoxa”, sugiere.

¿Por qué aceptó la propuesta de la sala Pradillo de Madrid de crear una obra teatral? “Cuando me proponen algo que no conozco o no me gusta, me meto. Me interesa explorar territorios nuevos y ponerlos en cuestión con sus propias herramientas. En este caso, esto significa plantearle al espectador, a través de textos y acciones teatrales, unas preguntas esenciales. ¿Qué significa estar en el teatro?, ¿y en el escenario? ¿Cómo hacer para que la repetición diaria de una acción no sea falsa? ¿Es eso de verdad posible?”, resume.

Entonces, ¿su obra va a ser ortodoxa o rupturista? “Si lo cuento todo ahora, luego no tiene gracia”, sonríe pícaro. No da más pistas. Aunque si se bucea en su trayectoria se encuentra un precedente ilustrativo. En 2011 presentó en el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo la que hasta ahora era su única incursión en el ámbito teatral, Un autor en busca de seis personajes, una reinterpretación de la obra de Pirandello Seis personajes en busca de un autor. El público recibía el texto al entrar a la función y debía seguir la representación leyendo, pues los actores no abrían la boca. Solo hacían los movimientos que les correspondían en cada escena siguiendo las instrucciones de un apuntador, figura ya desaparecida en los teatros.

Estar o no estar. Isidoro Valcárcel Medina. Teatro Pradillo. Madrid. 23 y 24 de marzo.

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Sobre la firma

Raquel Vidales
Jefa de sección de Cultura de EL PAÍS. Redactora especializada en artes escénicas y crítica de teatro, empezó a trabajar en este periódico en 2007 y pasó por varias secciones del diario hasta incorporarse al área de Cultura. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid.

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