Hay un fantasma en mi ordenador
La serie 'Limbo', que se puede ver en la plataforma Playz de TVE, aprovecha las posibilidades del formato digital para narrar una historia de terror y misterio de una forma diferente
TVE está aprovechando su plataforma digital Playz para experimentar con formatos que tendrían difícil acomodo más allá del mundo online y dirigidos a un público que se había alejado de la cadena pública. Si la interactividad era clave en Si fueras tú, donde los espectadores votaban, al final de cada capítulo, entre dos opciones que definían el rumbo que tomaría la acción en la siguiente entrega, en uno de sus últimos estrenos, la webserie Limbo, sus responsables han aprovechado las posibilidades que ofrece el formato digital para narrar una historia de terror y misterio de una forma diferente.
Con un poco de Paranormal Activity y otro poco de El proyecto de la bruja de Blair, la trama es sencilla y solo cuenta con tres personajes: Lidia (Ingrid García-Jonsson), una mujer que ha comprado una casa en la sierra de Madrid; Wally (Demián Salomón), argentino antiguo propietario de la casa y que ahora vive en Argentina; y Rodrigo (Eloy Azorín), exnovio de ella y que solo aparece en algún capítulo. Los espectadores siguen toda la historia, narrada en ocho capítulos breves que no llegan a los 10 minutos, a través de la pantalla del ordenador de Wally. Allí se pueden ver las conversaciones que mantienen a través de Skype, los vídeos que monta mientras Wally o cómo adjunta archivos para enviar a su interlocutora. La mala conexión a Internet en la casa en la sierra añade inquietud a una historia en la que empiezan a colarse misteriosas amenazas en forma de sonidos, sombras e incluso intrusos en la casa. Según avanza, la historia se va volviendo más inquietante, y el final obliga al espectador a replantearse todo lo anterior.
Pero más allá de la trama, el mérito en Limbo está en la forma de narrar, aprovechando las posibilidades que da el formato digital para recrear ese mismo entorno (casi con toda probabilidad, el ordenador o el móvil) en el que se está viendo la serie. Si los protagonistas creen ver u oír un fantasma en su ordenador, el espectador también. Así, con habilidad y una buena ejecución, logra hacer más partícipe a quien está mirando, que termina tentado de dar al pause o ampliar la pantalla para tratar de desentrañar lo que está ocurriendo.
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