‘The Walking Dead’: renovarse sin su protagonista o morir
Después de nueve años, la marcha de Andrew Lincoln a mitad de la próxima temporada y una bajada en las audiencias, la serie busca cambiar de rumbo
The Walking Dead, tras ocho años, necesita una renovación. Su audiencia ha bajado, la mayor parte de las tramas y los personajes parecen estancados, el interés en redes sociales es menor y ve como algunos de sus mayores exponentes se van. En especial, su protagonista principal, Andrew Lincoln. Rick Grimes tendrá un final en la novena temporada de The Walking Dead, pero no se sabe cuál. El actor se despidió la semana pasada de los seguidores de la serie de zombis en la Comic-Con de San Diego (EE UU) ante 7.000 personas. "No quiero que esto sea un obituario. Esta serie ha cambiado mi vida de muchísimas maneras. Los seguidores son la razón por la que hacemos la serie. Quiero mirarles a los ojos y dirigirme a ellos con respeto", dijo el actor ante la prensa antes del acto. Ese final llegará a la mitad de la novena temporada, que se estrenará en la madrugada del próximo 8 de octubre en Fox.
“No hay nadie más grande que la historia que contamos, y la historia este año es increíble”, dijo Lincoln ante los seguidores para quitar hierro a su salida. El actor contó que la novena temporada tiene dos de sus episodios favoritos desde la primera entrega, pero no quiso entrar en detalles. Lincoln no será el único en dejar la serie. Lo hará también Lauren Cohan, que da vida a Maggie desde el segundo año, y que protagonizará en la cadena ABC la serie de espías Whiskey Cavalier, que se estrenará en 2019. Los personajes de Daryl (Norman Reedus) y Michonne (Danai Gurira) tendrán aún más protagonismo a partir de la mitad de la temporada, que es cuando se espera la salida de Lincoln y Cohan. Gurira, que este año ha elevado su caché tras su participación en las películas de Marvel Black Panther y Vengadores: Infinity Wars estará toda la temporada, pero en Hollywood ya se habla de su posible salida de la serie el año que viene.
Las salidas de Lincoln y Cohan, previstas a mitad de la temporada, antes del parón invernal, llegan en el peor momento de la serie, que ha visto cómo en la octava entrega el interés ha decaído de forma alarmante. De los 11.350.000 de espectadores (en EE UU) de la séptima temporada, la serie pasó a una media de 7.820.000. Demasiado lejos de los 14 millones de la quinta entrega.
Personajes que hasta ahora eran secundarios en la serie pasarán a tener mayor protagonismo y habrá nuevos fichajes, como el de Samantha Morton como Alpha, la líder de un grupo llamado Los Susurradores o Nadia Kilker como Magna (otro de los personajes conocidos de los cómics en los que se basa la serie). Incluso se verá la reaparición de un personaje vital en el inicio de la serie y que murió en la segunda temporada, Shane (interpretado por Jon Bernthal, protagonista ahora de The Punisher). ¿Aparecerá en un flashback? ¿En un sueño? ¿En una alucinación? ¿Alguna de estas posibilidades en el final de Rick en pantalla? Los productores no han querido dar ni una pista.
El cambio en The Walking Dead en busca de la revitalización estará también en la trama y detrás de las cámaras. La novena temporada avanzará en el tiempo, como ocurría en los tebeos originales de Robert Kirkman y Charlie Adlard. A un tiempo donde ya los protagonistas tendrán que comenzar a vivir sin recursos como la gasolina, medicinas o munición para las armas y donde tendrán que empezar a usar caballos y carruajes. Todo esto estará coordinado por la nueva showrunner, Angela Kang, que ha prometido que se verá en pantalla cómo Rick y compañía tratan de reconstruir la civilización y las leyes. "Ha pasado un tiempo desde que terminó la guerra, se verá que construyen un futuro. Hay muchos caballos y armas de mano y las carreteras se han desmoronado del todo. La naturaleza recupera su sitio", ha dicho la productora. Una reconstrucción que también necesita la serie.
El éxito de la serie hermana
Si The Walking Dead (TWD) ve cómo baja su número de espectadores, su serie hermana, Fear The Walking Dead se está asentando como un valor seguro. Tiene menos seguidores, pero mantiene una buena media de espectadores en sus dos últimos años gracias a ofrecer tramas más frescas que la ficción original y a no tener piedad con parte de sus personajes principales. El cambio de escenarios también le ha favorecido. Al contrario que en TWD, donde todo transcurre en el estado de Georgia, cerca de la ciudad de Atlanta, en Fear la historia comenzó en Los Ángeles, siguió en México y se trasladó a Texas. La segunda parte de la cuarta temporada se estrena el próximo lunes 27 de agosto en AMC (22.10).
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