La televisión musical española sale de la tumba
TVE, Movistar+ y Neox apuestan por espacios con música en directo y entrevistas atendiendo a una demanda real
Era pensar en la televisión española y su relación con la música y daban ganas de poner a todo trapo Bailaré sobre tu tumba de Siniestro Total. Con indignación, daban ganas de bailar sobre la tumba de la televisión musical española. Sus programadores no existían, estaban enterrados o fulminados, como si hubiesen recibido un tiro o, como cantaban los Siniestro Total, tal vez degollados con antiguos discos afilados de los Rolling Stones o los Shadows, o se habían tragado la colección de casetes de las las Shangri-las o las Ronettes, o les habían clavado la guitarra o aplastado con el piano. Qué más daba. A fin de cuentas, la música pop-rock había desparecido de la programación televisiva.
Cierto que resistían Los conciertos de Radio 3, vistos desde su horario intempestivo de madrugada como una trinchera para la cultura musical de España, aunque insuficiente para una sociedad inquieta y una industria grande y profesional que se veía apartada de un espacio crucial en la historia reciente de nuestro país. Este año han cumplido 20 años en La 2 y ojalá cumplan otros 20. También estaba en la segunda cadena de la televisión púbica Cachitos de hierro y cromo, un programa reciclador de vídeos antiguos que apela a la nostalgia y el entretenimiento pero no trata la actualidad musical. De esta forma, Los conciertos de Radio 3 y Cachitos no sumaban un mínimo aceptable. La televisión musical española era una especie de cadáver. Hasta hoy. Ahora, ha resucitado.
Mucha culpa tiene La hora musa, el espacio inaugurado esta temporada en La 2 con música en directo, entrevistas y reportajes. Como ya escribí en su día, La hora musa, presentado por la cantante Maika Makovski, era un programa necesario y se agradece su formato. Por allí ya han pasado este otoño gente internacional como Franz Ferdinand, The Hellacopters o Jungle y nacionales como Santiago Auserón, Bunbury, La Mala Rodríguez, Vetusta Morla, Manolo García, Miguel Poveda, Marlango o Vega, entre otros. Ojalá más temporadas de este nuevo referente televisivo, al que le acompaña cada martes Cachitos, concentrando la oferta musical en La 2 cada martes.
Esta resurrección también llega de la mano de Sesiones de Movistar+. La cadena privada ha dado otro impulso a la música televisiva con este programa presentado por Arturo Paniagua. Otro formato agradecido de música y entrevistas donde además hay un concierto íntimo de los artistas invitados que tocan sus canciones y eligen una versión de una composición de un intérprete contemporáneo. En Movistar+ se verá en breve otro espacio musical presentado por la cantante Zahara y que se llamará Canciones que cambiaron el mundo. Bajo una producción propia, Zahara y otros músicos versionarán y repasarán alguna de las canciones más emblemáticas que además cambiaron la historia en material social.
Y conviene no olvidar a Late Motiv, también en Movistar+. De hecho, hay que hacer mención especial. El espacio de Andreu Buenafuente se ha consolidado con sus cuidadas actuaciones en directo. Es ya un escaparate sólido e importante cada semana para la música. Además, cuenta con una banda residente formada por unos músicos magníficos como Pablo Novoa, Litus o Pirata, entre otros. O señalar también la loable iniciativa de Neox Discover, un programa que convoca a solistas y grupos musicales de todo el mundo para que envíen sus videoclips. En este espacio tienen la oportunidad de exhibir sus producciones, pero también de comercializarlas.
No todo iba a ser Operación Triunfo, que cuenta con un horario de prime-time en la primera cadena pública y que se mueve por códigos de reality-show antes que artísticos. Ahora se puede decir: hay más vida que OT. La música en televisión vuelve a recuperar terreno y sale de su entierro. Poco a poco regresamos al pulso de lo que fue este país con los programas musicales en televisión cuando teníamos referencias dispares y atractivas en los ochenta y los noventa. Ojalá no se les ocurra volver a meterla en la tumba.
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