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España no puede pagar la luz de Sorolla

Los precios de los cuadros del pintor valenciano se venden bien en Londres, mientras las casas de subastas españolas sufren la falta de interesados

Niños en la playa, Valencia (1906) de Joaquín Sorolla.
Niños en la playa, Valencia (1906) de Joaquín Sorolla. Sotheby's

Aquí se venden sus floreros y en Londres sus niños en las playas. Aunque Joaquín Sorolla apenas es conocido por el público inglés, en Londres el pintor valenciano es muy apreciado por el mercado internacional del arte. Mucho más que en España, donde las casas de subastas sufren la falta de coleccionistas con tanta ambición como dinero y el abandono de la pintura española del siglo XIX. “No interesa y las subastas se resienten porque hay un vacío generacional. Antes, todos empezábamos comprando siglo XIX y de ahí pasábamos a la Escuela de Madrid, para saltar al contemporáneo. Ahora, el coleccionista joven salta directamente a Arco y a la fotografía”, explica la directora de una de las casas de subastas españolas más importantes, que prefiere ocultar su nombre.

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Los especialistas consultados por este periódico apuntan en la misma dirección: desde los años noventa a esta parte hay una devaluación constante de los pintores del siglo XIX y de los precios de Sorolla, pero solo en el mercado nacional. Otra de las expertas, responsable de la obra del valenciano en una casa de subastas madrileña, asegura que Sorolla es uno de los pintores más valorados, pero fuera. “Aquí llegan sus cuadros más difíciles, los de primera época. Los propietarios prefieren vender en Londres, en Sotheby’s y Christie’s porque no somos competencia: ellos pueden rebajar sus márgenes de comisión y nosotros no podemos bajar del 11% sobre el precio final”, cuenta.

Uno de los cuadros de niños en la playa alcanzó los 3,2 millones de euros en Londres en 2013. El lienzo pertenecía a la familia Pons-Sorolla y logró que la Junta de Calificación, Valoración y Exportación de Bienes del Patrimonio Histórico Español del Ministerio de Cultura le concediera el pasaporte para ser vendido en el extranjero. Algo que la otra rama de la familia Sorolla no ha logrado con el cuadro Fin de jornada, como adelantaba ayer EL PAÍS, por el que piden 5 millones de euros. En España, el precio más alto alcanzado por un Sorolla es 1,5 millones de euros en 1990, y desde entonces ha caído en picado. Por eso los dueños de sus cuadros los venden en Londres y Nueva York, a coleccionistas españoles, norteamericanos y asiáticos.

“Los mejores salen al extranjero, porque el mercado español es muy limitado”, comenta otra de las expertas que prefiere el anonimato por miedo a represalias por reconocer que el mercado al que se dedica está en recesión. Reconoce que hay un pelotón de cuadros de Sorolla a la fuga desde hace años. Los propietarios tienen mejores garantías en multinacionales que cotizan en bolsa. Sotheby’s facturó en 2018, solo con la venta de arte contemporáneo, 1.400 millones de euros. Una gran casa de subastas española facturó el año pasado 12 millones de euros. “No podemos hacer nada contra ellos, porque se comprometen a pagar la diferencia si la obra no alcanza el precio máximo tasado”, cuenta la propietaria de dicha empresa.

Christie’s no vende en España, pero su delegación aquí asegura que las ventas londinenses demuestran un apoyo total a Sorolla y la pintura europea del XIX. “Está al alza y el mercado internacional tiene mucho interés en Sorolla. Los propietarios prefieren vender fuera porque llega a más gente y con la exposición de la National Gallery se va a revalorizar. Es un gran museo que va a consolidar y favorecer su repercusión en las subastas”, explican las responsables de Christie’s en España. Reconocen que la Junta de Calificación deja salir más pinturas de Sorolla que las que retiene. De hecho, al tiempo que sucede la muestra en el museo londinense, Sotheby’s ha montado una venta de 10 obras del pintor español. 

“Los grandes coleccionistas españoles también prefieren comprar en el extranjero”, asegura Daniel Díaz, especialista en subastas y director de la publicación Invertir en arte. Apunta que el siglo XIX en España ha caído mucho, aunque se mantienen Sorolla, Fortuny, Anglada-Camarasa y Zuloaga, pero con cuadros menores y a precios mucho más baratos. Las cantidades de Sorolla en las subastas nacionales rondan los 30.000 euros para cuadros de pequeño tamaño. “Salvando a los cuatro grandes nombres, el resto de la pintura ha caído mucho porque ha habido un cambio de gusto muy brusco: los nuevos coleccionistas han abandonado este mercado”, dice Díaz. 

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