El hombre del tanque contra las ‘fake news’

La imagen de un hombre solo, plantado frente a una columna de tanques chinos llamados a aplastar las protestas en la plaza de Tiananmen, dio la vuelta al mundo en la primavera de 1989. Tres décadas más tarde, el motor del thriller televisivo Chimerica es la obsesión de uno de los periodistas que capturó aquella fotografía icónica por encontrar a su anónimo protagonista, al que cree vivo y refugiado en Estados Unidos. La serie adapta la obra teatral homónima y multipremiada de Lucy Kirwood, trasladando la trama a la era Trump y de las fake news.

El actor estadounidense Alessandro Nivola lleva el peso de la función, en el papel de un fotoperiodista de ficción que en su juventud logró el éxito temprano con la instantánea de aquella poderosa escena en el corazón de Pekín. Pero que, después de muchos años de trabajo en zonas conflictivas, ha acabado perdiendo los ideales, el rumbo y también la credibilidad. Acusado de haber trucado una foto tomada en la guerra de Siria, Lee centrará el esfuerzo por rehabilitarse en localizar al también llamado "rebelde desconocido" de Tiananmen. No será el único que va tras la pista.

La intriga se desarrolla entre Nueva York, ciudad donde Lee cree que puede residir el hombre del tanque, y una capital china que rezuma progreso económico pero sin libertades democráticas que le vayan a la par. El fotoperiodista se reencontrará con quien fuera su contacto durante las manifestaciones prodemocráticas de 1989, un personaje clave de la intriga. Frente a ese régimen chino que vigila estrechamente a sus ciudadanos -y por ende a los protagonistas de la serie-, en Estados Unidos la mejor prensa contempla con aprensión el inminente estreno del liderazgo de Donald Trump. Todavía candidato, ese político inclasificable que acabará siendo presidente ya veta en sus mítines al diario de Lee y otros medios que considera no afines.

El protagonista de la serie contará en su empeño con la ayuda de una vieja amiga y colega (la actriz de Transparent Cherry Jones), y la comprensión mucho más reacia de su editor, al que da vida el oscarizado F. Murray Abrahams (Amadeus). El reparto incluye Sophie Okonedo en el rol de una analista de mercado con intereses en China que se cruza de forma recurrente en el camino de Lee.

La historia que Kirkwood estrenó en la escena británica hace seis años, procurándole cinco premios Olivier del teatro, funciona muy bien en su formato televisivo. La adaptación de Channel 4 potencia el suspense que engancha a las audiencias, pero al tiempo retiene sobre la mesa cuestiones como el poder de la imagen y las tentaciones de su manipulación, la criminalización de la protesta política o el pulso entre las potencias de hoy y las del futuro inmediato. Su título, es un acrónimo de China y América: Chimerica.