‘La otra mirada’, mujeres que escriben de mujeres
‘La otra mirada’ estrena el lunes su segunda temporada con un equipo de guionistas totalmente femenino
Que las tramas de la serie La otra mirada son feministas quedó muy claro a lo largo de su primera temporada. A través de las profesoras y alumnas de una academia para señoritas de la Sevilla de los años veinte, esta ficción de La 1 se adentra en temáticas de género y reivindicaciones con un fuerte eco en la sociedad actual. Con su segunda temporada (que arranca este lunes a las 22.40), la serie también predica con el ejemplo: su coordinadora de guiones, Alba Lucío, ha decidido contar con un equipo compuesto solo por escritoras, a diferencia de la entrega pasada, con un grupo paritario.
“Tristemente, es algo poco habitual. Las mujeres en la industria todavía estamos muy poco debajo de ser el 50%. Somos muy pocas, y es algo que no se explica y más cuando ves los datos de licenciadas de Comunicación Audiovisual, donde lo habitual es que las mujeres sean un 60%”, dice Lucío a EL PAÍS. “Es una profesión complicada de compaginar con la conciliación familiar. Son muchas horas, mucha exigencia...”, prosigue.
Lucío echaba de menos trabajar “codo con codo” con otras mujeres. “Si estás en un equipo de seis guionistas y dos sois mujeres, te van a emparejar con un hombre, no con la otra mujer”. Por eso, cuando le dieron oportunidad de elegir a su propio equipo, decidió que sería totalmente femenino: Irene Rodríguez, Ana Muniz da Cunha y Tatiana Rodríguez. “Creo que debería ser la tónica habitual a partir de ahora. Las personas que podemos formar equipos debemos tratar de incorporar más mujeres, sin tener que dejar de contratar a hombres, pero a lo mejor tenemos que contratar un poco más mujeres que hombres para equilibrar la balanza”, reivindica.
Estas cuatro mujeres han sido las encargadas de escribir los ocho nuevos episodios —esta vez, de 60 minutos en lugar de 70— que suman personajes como Inés, una buscavidas africana que se incorpora como alumna, o Carmen, la nueva administradora de la academia y profesora de deporte.
Lucío, que ha trabajado en series como Chiringuito de Pepe u Olmos y Robles, ha notado diferencias entre formar parte de un equipo de guionistas compuesto solo por mujeres o uno en el que los hombres son mayoría. “Trabajando en equipos mayoritariamente masculinos, la dinámica es un poco adversa. Cuesta más que te escuchen y valoren o que den la misma importancia a lo que dices que lo que dicen tus compañeros masculinos. Parece que las mujeres tienen que demostrar algo más. Nosotras hemos trabajado muy a gusto porque, quizá por primera vez, no hemos tenido que demostrarnos nada las unas a las otras, teníamos todas muy claro quiénes éramos y nos hemos podido centrar en trabajar, pasárnoslo bien y dejar a un lado esas situaciones que provocan tensión y no son buenas creativamente”.
La guionista destaca que también en otros departamentos las mujeres son mayoría respecto a los hombres en esta producción, salvo en los sectores técnicos, dominados por hombres. ¿Escriben mejor los personajes femeninos las mujeres que los hombres? “Mejor no diría, depende de la profesionalidad de cada uno. Pero nuestro punto de vista puede ser distinto. En esta temporada hay una secuencia en la que un personaje habla de que le gustaría ir caminando tranquila por la calle. Es algo que hemos vivido todas las mujeres. Aunque los hombres sean conscientes de ello, no lo pueden entender igual de bien porque no han vivido el ir por la calle y acelerar el paso cuando notas que tienes alguien detrás o ver una calle oscura y dar un rodeo. Ese tipo de cosas aporta un punto de verdad que es necesario para contar esta historia”.
Para la actriz Ana Wagener, que interpreta a Luisa, una de las profesoras de la academia, La otra mirada es una serie feminista “porque trata de que la mujer sea exactamente igual al hombre, que tengan los mismos derechos, oportunidades y deberes”. También destaca la sensibilidad con la que el equipo de guion ha tratado la serie. “Nos han escuchado mucho, y se ve una sensibilidad a la hora de hablar de la mujer”.
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