Sergio Vila-Sanjuán, Premio Nacional de Periodismo Cultural 2020

“Una misión especial no, pero sí quizá una vocación con una voluntad de mayor servicio público porque la cultura no es un florero y es evidente que ayuda a la sociedad a ser mejor, como se ha visto en esta pandemia”, asegura Sergio Vila-Sanjuán sobre la naturaleza de los periodistas culturales y la diferencia con sus homólogos de otras áreas informativas. Él lleva 43 años en eso, mayormente en el diario La Vanguardia, y también como dinamizador de este ámbito, doble labor que ayer le fue reconocida con el Premio Nacional de Periodismo Cultural 2020 que concede el Ministerio de Cultura, dotado con 20.000 euros.

“Valora toda una carrera dedicada a la cultura y a la comunicación cultural”, justificaba el otorgamiento el ministro de Cultura José Manuel Rodríguez Uribes, un ámbito que, según el galardonado, es relativamente reciente. “Hasta 1975, el periodismo cultural no existe en España, es una cosa vocacional y puntual de algún redactor de otras áreas; con la democracia se adopta la cultura como u valor de la nueva política”, define. Es cuando se incorporan secciones estables y generosas, que, si bien a partir de la crisis de 2010 se han reducido, “ya nadie duda hoy de que si quieres ser un medio prestigioso has de tener sección de cultura”.

Vila-Sanjuán (Barcelona, 1957) no sólo ha reflexionado sobre ello en libros como Una crónica del periodismo cultural (2005), sino que lo ha experimentado desde la primea línea, cuando en 1977 empezó en cabeceras como Mundo Diario, El Correo Catalán y El Noticiero Universal, para saltar en 1987 a La Vanguardia, donde, desde 1993, ha sido responsable de sus diversos suplementos literarios y artísticos, trayectoria que culminó en 2015 como director de Cultura/s.

Buen conocedor del mundo del arte, aún lo es más del sector editorial, como demuestran sus exhaustivos ensayos Pasando página (2003) y Código best-seller (2011). Esos conocimientos le llevaron a estar en la génesis de iniciativas como el festival BCNegra de novela negra y las jornadas internacionales del Foro Edita, entre otros. La inmersión en el mundo de la escritura se ha traducido en diversas novelas, una de las cuales, Estaba en el aire, le valió el premio Nadal en 2013.

El articulismo de Terenci Moix y de Baltasar Porcel (del que en breve publicará una biografía intelectual sobre sus inicios) son los principales referentes de un Vila-Sanjuán feliz de que su nombre se encadene con otros galardonados con el premio Nacional de Periodismo Cultural a los que admira, citando a Blanca Berasategui, Antón Castro, Juan Cruz y Jacinto Antón. “El editor Jorge Herralde siempre dice que todos sus autores extranjeros elogian el nivel del periodismo cultural en España”, recuerda. De él forma parte ahora ya oficialmente.