Una alegría para la literatura
Juan Tallón viene de otros libros más chisposos, pero aquí para y manda, se convoca a sí mismo
Es un libro triste y es una alegría para la literatura. Rewind (Anagrama), de Juan Tallón, gallego que cumplió 45 años la semana pasada. Como si una novela de Raymond Chandler la hubiera reescrito, o musicado, Samuel Beckett. Un aire sosegado e implacable soplando sobre una tragedia que ocurre en Lyon. Todos fueron víctimas, menos uno, un pintor que, como la familia del resto de los muertos en esta tragedia causada por el terrorismo islamista, cuenta el resplandor terrible (“terrible, terrible, terrible”) de ese múltiple asesinato de un grupo antes feliz de universitarios. La mujer que lleva el quiosco del barrio, que se hizo amiga de los chicos, interviene también en el coro sin esperanza que contempla la desolación de la quimera, el fin de la vida de tanta energía. Contiene la seriedad con que se quedan en la memoria aquellos libros inolvidables (El extranjero, El gran Gatsby) que le retuercen el brazo al tópico.
Hay dolor y no hay grito. La escritura convoca al sosiego, no como resignación sino como ejercicio complejo del susurro. El autor viene de otros libros más chisposos, pero aquí para y manda, se convoca a sí mismo a un ejercicio del que sale sin darte respiro. Es obligatorio leerlo, no solo porque es una sorpresa, sino porque está lleno de las sorpresas que él se llevó escribiéndolo. La sorpresa de la escritura excelente.
Buscó la historia cambiando la historia de su propia sintaxis. "Girar ciento ochenta grados, o noventa, o al menos dar un volantazo y escribir una novela distinta a la anterior, que casi te sitúe ante el reto de aprender a escribir, porque ante lo desconocido duda que sepas". Desde esa novedad ante el lienzo vacío, su pintura tiene todos los colores de la sutileza, de la contención, de la economía. "La voluntad de esencia", dice, "va saliendo al paso de tu propia trayectoria". Esa evolución "afila" el estilo del escritor, que "choca menos contra sus propias frases".
"Un acontecimiento de tanta carga emocional como la que de por sí genera la destrucción de ese edificio de Lyon me pareció que exigía una narración más leve, contenida, que se reservase cuando fuese necesario el derecho a desatarse, por supuesto". Es una historia de destrucción, de destrucción y amor, con ausencia expresa de los contenidos atronadores de la tragedia ocurrida en un edificio como aquel que Gay Talese (en Vida de un escritor) describe para narrar la eternidad de la rutina. La tragedia existe, pero es como si soplaras sobre el llanto para que este se haga en silencio. Una escritura sin exclamaciones.
Es un nuevo Tallón el que está viniendo. ¿Se lo esperaba? "Buscaba reproducir ese proceso que lleva a las personas, mediante la intervención del azar, del bienestar a la destrucción. Y cómo después cada uno se rehace a su manera, o simplemente no se rehace. Es una novela sobre la brutalidad de la existencia, y sobre las cosas que se pierden para siempre, sin que casi te des cuenta, y sin las que parece imposible y hasta casi inconcebible vivir, y sin embargo se vive. Nos ha tocado vivir una época que fabrica inocentes aleatoriamente, en la que un completo desconocido puede acabar contigo, una época en la que alguien que creías conocer resulta que no conoces en absoluto. Rewind es la historia de esa gente que se rompe y se recompone, como si nada en la vida fuese suficientemente de verdad".
Oda a las cosas rotas
Es, por decirlo con palabras de Neruda, una oda a las cosas rotas. La poesía, como música de la prosa, interviene para completar el giro que Tallón impone a su escritura. La exigencia de la seriedad en el manejo del ritmo. Precisión, elipsis. "Uno de los encantos de la escritura es que mandas tú". Él mandó que fuera Lyon el escenario de la explosión que confiere suceso a la novela. "A veces un sitio nuevo, sumado a una historia que nadie espera de ti, ni tú mismo, te enseña a escribir de otra forma, o al menos a empujar los límites de tu escritura".
Este libro salió a las librerías el 13 de febrero. Tallón provoca azares en su escritura, como Cortázar, para el que este mes fue tremendo. Y en Rewind se cuenta la historia de un hombre de la música que cae al vacío desde el escenario, como lo que pasó en Madrid justo cuando esta novela empezaba a desafiar la intemperie de las estanterías. Ahora, como sus palabras finales, va sola y en la carretera.
Babelia
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