María Llanos Castellanos, primera presidenta de Patrimonio Nacional

María Llanos Castellanos Garijo (Albacete, 1969) será la primera mujer que presidirá Patrimonio Nacional, organismo público encargado del cuidado de los bienes de titularidad del Estado y afectos a la Corona, como el Palacio Real, los Reales Sitios o el Valle de los Caídos. El nombramiento acaba de comunicarlo Presidencia de Gobierno, Pedro Sánchez, y no la ministra de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Carmen Calvo, de quien depende Patrimonio Nacional. El presidente nombrará en el Consejo de Ministros de este martes a la hasta ahora diputada de la Asamblea de Madrid por el PSOE, con experiencia en la coordinación de las políticas territoriales, pero ninguna en la gestión del patrimonio artístico o cultural, en una línea similar a que el Gobierno ha mantenido en el Ministerio de Cultura y Deporte con José Manuel Rodríguez Uribes.

La nueva presidenta de Patrimonio Nacional es doctora en Derecho por la Universidad de Alcalá de Henares. Ha sido delegada instructora en el Tribunal de Cuentas durante seis años, directora general de Cooperación local del Ministerio de Política Territorial durante tres y secretaria general del Ministerio de Política Territorial y Función Pública casi uno. Entre sus iniciativas como diputada de la Asamblea de Madrid destacan los planes para recuperar el peso de la industria en la economía madrileña o la aprobación de una línea de políticas de apoyo al trabajo autónomo y a la economía social.

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Sustituye a Alfredo Pérez de Armiñán (Madrid, 1952), muy cercano al expresidente del Gobierno Mariano Rajoy y a la actual vicepresidenta Carmen Calvo, que desempeñó un papel decisivo para resolver la tensión entre Patrimonio Nacional y Museo del Prado por cuatro obras maestras: El jardín de las delicias, La mesa de los pecados capitales (de El Bosco), El descendimiento (de Van der Weyden) y El lavatorio (de Tinttoretto). Llegó a la presidencia del Consejo de Administración para resolver la cesión temporal —firmada por Franco en 1943— de las pinturas y entregárselas al Prado de manera definitiva.

Entre los retos más importantes que asume la nueva presidenta figura la inauguración del Museo de las Colecciones Reales, dirigido por José Luis Díez. La primera fecha de apertura de puertas se había fijado para 2017, pero se retrasó a 2020. La última fecha reconocida por Patrimonio Nacional para su inauguración es 2021. En estos momentos, su director está valorando y afinando el proyecto museográfico planteado por la UTE de Empty y Telefónica, que presentaron el pasado septiembre. En 13 meses la ejecución de la museografía para exponer el contenido de los 9.000 metros cuadrados de exposición, repartidos en seis plantas del edificio diseñado por Emilio Tuñón y Luis Moreno Mansilla, debería estar terminada para que no vuelva a aplazarse hasta 2022.

Además, un asunto mucho más delicado: la resignificación del Valle de los Caídos, institución cuyos órganos siguen siendo los que diseñó en 1957 Luis Carrero Blanco, ministro de la Gobernación con Franco. La Fundación de la Santa Cruz del Valle de los Caídos fue intervenida y administrada “temporalmente” (desde hace casi cuatro décadas) por Patrimonio Nacional y está pendiente la creación de una ley propia, para que continúe su vida de manera autónoma y al margen del organismo que gestiona los bienes de la Corona. Es un asunto crucial para resolver la resignificación del lugar, una vez exhumado el dictador del lugar.

También se incorporarán otras cinco personas al Consejo de Administración de Patrimonio Nacional como vocales: Javier Solana, presidente del Real Patronato del Museo del Prado; María Ángeles Hermosilla, catedrática de teoría de la Literatura; Ana María Arias de Cossío, doctora en Historia del Arte y catedrática emérita; José Luis Martínez-Almeida, alcalde de Madrid; y José Hila, alcalde de Palma de Mallorca.