Ximo Puig critica “la obsesión de algunos funcionarios del Estado” por impedir el préstamo de la Dama de Elche

El presidente de la Generalitat valenciana, Ximo Puig, ha manifestado hoy que es “técnicamente posible” acoger una exposición de la Dama de Elche en la ciudad alicantina en la que se encontró y ha considerado que en el informe del Ministerio de Cultura y Deporte que lo deniega hay “algunas valoraciones que son más políticas que técnicas”, por lo que ha criticado “la obsesión de algunos altos funcionarios del Estado por la centralización”. El estudio que menciona el presidente está rubricado por tres expertos ministeriales, aunque sus nombres nunca se han hecho públicos.

El presidente valenciano se refiere así a un estudio ministerial del pasado diciembre, que consideraba que el traslado, aunque fuera temporal, tendría “consecuencias catastróficas”. El informe, titulado Dama de Elche, desaconsejando su traslado temporal, sostiene que un cambio en las condiciones de humedad a una ciudad costera desde Madrid provocaría una disolución de las sales que están integradas en la piedra de esta joya del arte íbero. En sus más de 2.000 años de existencia, avanzaba otro estudio realizado en 2002, la escultura “ha sufrido adversidades climáticas, diversas manipulaciones y almacenamientos”, de tal manera que descartó su “limpieza y consolidación para evitar males mayores”. Ni siquiera, según los técnicos, se puede limpiar con láser sin riesgo de dañarla.

Pero Puig no lo cree así. Afirma que “es casi como si fuera una cuestión paralela a la preservación” y remarca que la Generalitat defiende que “técnicamente es posible que se produzca una exposición como ya se produjo en el pasado sin ninguna consecuencia negativa”. La escultura fue trasladada a Elche para dos exposiciones temporales en 1965 y 2006, la última vez con el informe en contra de los responsables del Museo Arqueológico Nacional.

En este sentido, Ximo Puig remarcó que “el respeto al patrimonio y la cultura está presente en toda la geografía, más allá de la M-30, M-40 o M-60″, en referencia a las vías de circunvalación de Madrid. “Su defensa se hace desde todos los territorios, y nadie tiene más aprecio por esta obra que el lugar donde fue encontrada”.

Puig no es el único político valenciano que ha reclamado abiertamente la cesión temporal de la escultura para conmemorar su descubrimiento. El pasado enero, el alcalde de Elche, Carlos González, desveló que el Gobierno central se negaba al traslado cuando se cumplen 125 años de su hallazgo alegando su “mal estado de conservación”. Elche la había reclamado como pieza principal de la gran exposición que está organizando. Este icono íbero de la escultura del siglo V a. C. se expone en Madrid desde hace ocho décadas: en el Museo del Prado hasta 1971 y, a partir de entonces, en el Arqueológico Nacional.

La pieza fue hallada causalmente en 1897 en un campo de labor a las afueras de la ciudad ilicitana y se expuso en un balcón para que los vecinos pudieran contemplarla. Finalmente, la escultura fue vendida por el dueño de las tierras donde se encontró al hispanista francés Pierre Paris por 4.000 pesetas ―que acudió a Elche nada más oír hablar de ella― y expuesta en una gran sala del Museo del Louvre, hasta que un acuerdo entre Franco y Hitler, durante la ocupación nazi de Francia, permitió el retorno a España junto con otras joyas arqueológicas de valor incalculable, entre ellas el tesoro visigodo de Guarrazar o el conjunto íbero de Porcuna.