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Chris Rock habla por primera vez tras la bofetada de Will Smith: “Sigo procesando lo que pasó”

El comediante recibe en Boston una gran ovación en su primera actuación después de la agresión que sufrió el domingo en la gala de los Oscar

Luis Pablo Beauregard

Tres días después de recibir una bofetada de Will Smith durante la entrega de los Oscar del pasado domingo, Chris Rock ha roto su silencio. El popular comediante estadounidense, conocido por burlarse prácticamente de todo, fue recibido con una gran ovación la noche de este miércoles en el teatro Wilbur de Boston. “¿Entonceeeeeeees, qué tal su fin de semana?”, bromeó Rock en su primera actuación tras el momento que dinamitó la gran noche de Hollywood con un crudo despliegue de violencia. Rock, de 57 años, había evitado hasta entonces hablar de la agresión. Lo más elocuente que había dicho el cómico, que estaba sobre el escenario para entregar el premio a mejor documental, lo improvisó segundos después de recibir una bofetada por burlarse del corte de pelo de la esposa de su agresor, Jada Pinkett Smith. “Eso fue... la mejor noche en la historia de la televisión”, acertó a decir Rock, lo que arrancó algunas risas de una audiencia que intentaba digerir el episodio.

El incidente en los Oscar propició un repunte en la venta de entradas para su nuevo espectáculo de comedia, Ego Death (Muerte del ego). El lunes se vendieron en Boston más entradas para su actuación del miércoles que en todo el mes pasado. También se dispararon los precios. Una entrada que costaba 46 dólares (unos 41 euros) superó los 300 dólares (268 euros) en la reventa. Además, con un título que después del incidente suena más que pertinente (Muerte del ego), es la primera gira que realiza en cuatro años. Rock tiene 38 fechas programadas en Estados Unidos, donde pasará por teatros de grandes aforos. Un espectáculo que también lo llevará a Australia y Nueva Zelanda en agosto. Y en noviembre volverá al teatro Dolby de Los Ángeles, el escenario del crimen.

Rock fue arropado este miércoles por su público, que le aplaudió varias veces en el arranque de su nuevo monólogo. Él, no obstante, rebajó las expectativas. “Todavía estoy procesando lo que pasó, así que en algún momento hablaré sobre esa mierda. Pero ahora tengo mucho material nuevo que escribí antes de este fin de semana”, dijo el comediante, que llegó con las manos en los bolsillos de su chaqueta y sin la enorme sonrisa que lo caracteriza.

Chris Rock es una de las más importantes celebridades del mundo de la comedia desde el inicio de la década de los noventa, cuando formó parte durante tres años del elenco del longevo programa televisivo Saturday Night Live (SNL), la escuela más influyente para los humoristas más populares estadounidenses. Así ha definido Ego Death: “Todo es material nuevo. Muy introspectivo, muy personal y muy gracioso”. En una conversación con Judd Apatow, director de comedias como Lío embarazoso y Virgen a los 40, para el libro Sick in the Head (2014), una serie de conversaciones del cineasta con los comediantes más importantes de Estados Unidos, Rock afirmaba que para él los espectáculos debían ser “un acontecimiento”. “De Eddie Murphy aprendí que mis palabras deben ser eso. Tienen que ser la hostia. Y pueden serlo. Si la gente me ve en el mismo lugar donde oyeron a Prince, ¿por qué no debería ser igual de genial?”, se preguntaba.

De 57 años, Rock es el heredero de figuras de la comedia como Bill Cosby y Richard Pryor, considerados por los aficionados al género como los dos negros más graciosos que ha habido nunca sobre un escenario. “Son los Willie Mays y Hank Aaron de la comedia”, declaró Rock en otra entrevista, en la que los comparaba con dos leyendas afroamericanas del béisbol. “La comedia es el blues para los negros que no saben cantar”, añadía.

El comediante Chris Rock, minutos antes de salir al escenario a presentar el Oscar a Mejor Documental.
El comediante Chris Rock, minutos antes de salir al escenario a presentar el Oscar a Mejor Documental.A.M.P.A.S. (via REUTERS)

Eddie Murphy

Sin embargo, su influencia más próxima y notoria es Eddie Murphy, el primer afroamericano que salió de SNL para convertirse en una celebridad internacional y en protagonista de varias películas exitosas de Hollywood, lo que le llevó a darle la espalda a los escenarios. “Ahora mismo sería uno de los tres comediantes más graciosos del mundo. El número uno, si se lo currara un poco. Pero solo una bancarrota lo traerá de vuelta a un teatro”, bromeó Rock en la misma conversación con Apatow. De hecho, Rock ha seguido los pasos de Murphy. Actuó con él en la segunda entrega de Superdetective en Hollywood y ha protagonizado cintas como El clan de los rompehuesos, junto a su gran amigo Adam Sandler.

Originario de Carolina del Sur, Rock abandonó la escuela para intentar ser comediante profesional. Según ha contado en sus actuaciones, trabajó en una cadena de restaurantes de mariscos lavando platos. Años después se mudó a Nueva York, donde comenzó a frecuentar a músicos y artistas de rap, entre ellos Run-D.M.C. y otras leyendas, como Jay Z y Queen Latifah, una de sus amistades más próximas desde hace 25 años. “También rapeé y fui DJ antes de ser comediante, pero era muy malo en ambas cosas”, ha comentado también. Por fin grabó su primer disco de chistes, un formato muy popular entre los principiantes en EE UU como forma de lograr algunas actuaciones en clubes de comedia. Ello sucedió ocho años antes de empezar en SNL.

Hoy Rock vive en Alpine, Nueva Jersey, cerca de Nueva York, junto a la realeza negra de la farándula estadounidense. En su espectáculo de comedia de 2008, Kill The Messenger, bromeaba con que solo había cuatro negros en un suburbio de blancos ricos. “Estoy yo, un cómico al que le va bien; Mary J. Blige, una de las más importantes cantantes de R&B; Jay-Z, uno de los raperos más grandes que han vivido nunca, y Eddie Murphy… ¿Saben qué hace el blanco que vive junto a mí? ¡Es un maldito dentista! No es el mejor del mundo, no está en el salón de la fama de los dentistas. Los negros debemos volar para conseguir algo que los blancos hacen caminando”, comentó en una de sus monólogos más famosos.

La bofetada que recibió en la gala de los Oscar ha provocado alarma entre sus colegas de oficio. “Ahora debemos preocuparnos sobre quién puede ser el próximo Will Smith en un club de comedia o un teatro”, tuiteó el domingo la comediante Kathy Griffin, un comentario que ha resonado entre todos los profesionales del género. Como de casi todos los temas, Rock ha bromeado sobre algo parecido en algún momento de su carrera. Esto dijo en 2006: “Ya saben lo que dicen: ‘No hay que pegar a la mujer’. Mierda. Hay motivos suficientes para pegar a todo el mundo, pero simplemente no lo haces. Hay también motivos para patear a un viejo por las escaleras, ¡pero simplemente no debes hacerlo!”.

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Sobre la firma

Luis Pablo Beauregard
Es uno de los corresponsales de EL PAÍS en EE UU, donde cubre migración, cambio climático, cultura y política. Antes se desempeñó como redactor jefe del diario en la redacción de Ciudad de México, de donde es originario. Estudió Comunicación en la Universidad Iberoamericana y el Máster de Periodismo de EL PAÍS. Vive en Los Ángeles, California.

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