Secundarios de lujo: una guía alternativa para la Suma Flamenca de Madrid
Los guitarristas y cantaores tienen carreras en solitario, pero pasan a la segunda fila cuando otros artistas los reclaman por su calidad y su conocimiento. La cita de la capital que arranca hoy permite comprobar la potencia del “atrás” flamenco
En el cine, hay secundarios de lujo, intérpretes de tal poderío que no puede decirse que brillen menos que la estrella, solo que tienen menos protagonismo. En el flamenco esa posición la ocupa un guitarrista que toca para una cantaora o una cantaora cuando actúa al servicio del baile: es lo que se conoce como acompañamiento o cante de atrás. “Yo no he visto otra música como el flamenco, donde es muy frecuente que la misma persona esté a veces detrás y otras delante”, cuenta el batería Pablo Martín Jones. Y por eso es un error analizar una programación jonda observando solo las cabezas de cartel.
La del festival Suma Flamenca de Madrid, que se celebra desde este martes al 6 de noviembre, presenta nombres consagrados como los de Tomatito, Capullo de Jerez o María Pagés, pero también un “atrás” al que hay que prestar atención. El propio Martín Jones, por ejemplo, que actuará el 26 de octubre en los Teatros del Canal en el proyecto que más entusiasmo ha provocado en los últimos meses fuera y dentro del flamenco: Tremenda, principio y origen, de Rosario La Tremendita. “Ella es el canal, mi tarea es sostenerla, controlarlo un poco todo para que se despreocupe y pueda chamanizar, hacer de maestra de ceremonias”, cuenta un músico que se ha encargado de la percusión y la electrónica de varios espectáculos de la ganadora del León de Plata 2022 de la Bienal de Venecia de danza, Rocío Molina.
Por su disciplina, Martín Jones está acostumbrado a pasar desapercibido en el escenario. Lo está algo menos el guitarrista Dani de Morón, solista desde hace años, que presenta en la Suma un show propio, Dani de Morón Dúo, con el percusionista Agustín Diassera (26 de octubre), pero también le tocará cuatro días antes a la Premio Nacional de Danza 2021 Patricia Guerrero en Proceso eterno. “Para ella también he hecho la dirección musical”, cuenta el tocaor ejemplificando hasta qué punto a veces un elenco es más que un acompañamiento, algo que comparte con Martín Jones, que en el espectáculo de La Tremendita ha participado en la idea, la producción y los arreglos.
Dani de Morón explica que él se acabó de dar cuenta de la importancia de elegir al elenco cuando dio el salto a la primera fila. “Hay que rodearse de lo mejor. No destacas más si quien te acompaña es peor que tú”, explica un músico que fue con Paco de Lucía como segunda guitarra en la gira del disco Cositas buenas cuando era un chaval. Sabe, como los demás, que ayudar, dirigir o sencillamente tocar para otros es una manera de seguir cotizando en un oficio tan irregular, pero afirma que aunque le supusiera menos bolos como solista, no querría “dejar nunca de acompañar”.
Dice que además de por trabajo, se hace por afinidad, palabra que también emplea Mayte Martín, que ofrecerá el 19 de octubre Flamenco íntimo: “Yo he acompañado poco, pero le canté dos años cuando era muy jovencita a La Tolea. Y aunque solo hacía lo que ella necesitaba, lo hice porque su baile me fascinaba”. Ahora es otro quien tiene la tarea de devolverle a ella esa mirada, el tocaor jerezano José Gálvez, un guitarrista de toque fresco, rico y sorprendente que se amolda a la especial delicadeza de Martín sin perder el compás tan enérgico de su tierra. “Nos une algo que no sabría explicar, una afinidad, pero aún así acompañar a Mayte es un reto. Cuando yo voy solo, sé qué voy a hacer, pero acompañando tengo la misión de que ella brille y eso me obliga a ser un poco psicólogo, a ejercer de escudero”, cuenta un hombre que es cantautor, letrista y que como productor colocó a un paso del Grammy Latino al cantaor José Carpio Mijita.
¿Y qué pasa con la responsabilidad? ¿Es menor o mayor cuando se defiende un espectáculo ajeno? “En los míos me siento sobre todo libre, y cantándole a un compañero prima la empatía, lo que él o ella necesitan y quizá por eso a veces siento más nervios en esas situaciones”, contesta Sandra Carrasco, la cantaora más versátil, la que se rifan compañías de danza como las de Eva Yerbabuena o Daniel Doña, entre otras. En esta Suma también tendrá un doble papel, pues a Madrid llega con su show junto al guitarrista José Luis Montón, Canciones al oído (18 de octubre), y le cantará atrás al bailaor José Maya, que clausurará el festival el 6 de noviembre estrenando Color sin nombre. “Yo me siento privilegiada, ni siquiera siento que cante para atrás, me suelen convocar como artista invitada y me dan mucha libertad”, explica Carrasco. En ese sentido, está en la línea de Dani de Morón, que no piensa como algunos artistas más veteranos que volver a acompañar es retroceder en sus carreras: “Sobre todo porque cuando te llaman no piden un guitarrista, te piden a ti. Y es una responsabilidad, y no es más fácil”.
Lo confirma Martín Jones cuando cita otras tareas del acompañamiento: “Ejercemos de contraste para que brille la estrella. Y entramos entre pieza y pieza, por ejemplo, para que respiren”, dice en relación con los solos y los descansos pensados para ir tejiendo el espectáculo. Pero no hay que esperar al momento del solo para apreciar la fuerza del “atrás” que tiene hoy el flamenco, y esta Suma es una oportunidad para ir con los ojos abiertos desde el inicio y fijarse en los artistas citados en este artículo, y en otros como Niño Seve, un valor seguro poco conocido para el gran público, que le tocará a una leyenda como El Pele (21 octubre). También para descubrir a músicas como la violinista Elba Puerta, que acompañará a la bailaora Sara Nieto el 30 de octubre o ver el futuro el 4 de noviembre admirando el baile de dos artistas tan dotados como Borja Cortés y Joan Fenollar, parte del elenco de Jesús Carmona en El Salto. Siendo el flamenco como es, no sería extraño que fueran ellos los próximos cabezas de cartel.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.