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FESTIVAL DE CANNES
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Papas, judíos y comunistas: Italia palpita en Cannes gracias a tres generaciones de cineastas

Marco Bellocchio, Nanni Moretti y Alice Rohrwacher concursan en el festival con tres miradas a la historia de su país

Un fotograma de 'Rapito' de Marco Bellocchio.
Elsa Fernández-Santos

En la recta final del festival de Cannes se habla, sobre todo, en italiano. Tres generaciones de grandes cineastas de aquel país, Marco Bellocchio, Nanni Moretti y Alice Rohrwacher, participan en la sección oficial a concurso con tres filmes cruzados por la historia y la vida italiana. De momento se han proyectado dos, Rapito, de Bellocchio, y El sol del futuro, de Moretti. La tercera, quizá la más esperada por la juventud y talento de su directora, es la de Rohrwacher y se proyecta el último día, el viernes.

A sus 83 años, Marco Bellocchio ha dado una nueva clase magistral de cine histórico-político. Su película Rapito narra un episodio espeluznante sobre los abusos de poder de la Iglesia católica. A mediados del siglo XIX, el papa Pío IX, un antisemita radical, aplicó una ley de los Estados Pontificios que decía que si un niño judío era bautizado, a espaldas de su familia, eso lo convertía legalmente en cristiano y ya no podía ser criado por padres judíos. Bajo el amparo de esa ley, el Vaticano secuestró a Edgardo Mortara Levi, un niño judío de seis años que, junto a otros menores hebreos, fue convertido a la fuerza al catolicismo. Durante décadas los familiares del pequeño Edgardo, naturales de Bolonia, intentaron recuperar a su hijo perdido.

Con una solidez y un pulso narrativo que no da un respiro, Bellocchio retrata la lucha de la familia Mortara frente a una iglesia inquisitorial y fanática que en nombre de la fe destruyó la vida de un crío y los suyos. Una pesadilla aterradora en la que los monstruos llevan sotana. Es tan sabio este veterano cineasta, su cine es tan profundo y a la vez trepidante, que da igual el cansancio de tantos días, su película mantiene al espectador en vilo. Steven Spielberg lleva tiempo queriendo llevar a la pantalla la vida de Edgardo Mortara, pero después de ver la película de Bellocchio no parece que tenga ya mucho sentido.

Nanni Moretti en 'El sol del futuro'.

El segundo italiano a concurso ha sido Nanni Moretti, de 69 años, con El sol del futuro, una película en la que Moretti vuelve a hacer de Moretti para reflexionar sobre el cine actual, las derivas del Partido Comunista Italiano (PCI) y la pérdida de esperanza en el futuro del mundo. Moretti vuelve al sendero de Caro Diario en la piel de un cineasta que cada vez comprende menos su oficio mientras rueda una película sobre el líder comunista Palmiro Togliatti.

Con algunas secuencias hilarantes (especialmente una dedicada a Netflix), Moretti riega su película de homenajes más o menos explícitos a otras películas, entre ellas a Annie Hall, de Woody Allen. Si Allen rompía la cuarta pared en aquel filme único sacando a Marshall McLuhan en la cola de un cine, ahora Moretti improvisa su propia consulta en el plató de un rodaje con el arquitecto Renzo Piano. El cineasta italiano propone una historia paralela del PCI en el punto de inflexión que supuso el llamado otoño húngaro de 1956. El sol del futuro es musical, divertida y, en un país donde gobierna la ultraderecha, saca en procesión su viejo trotskismo con un vigor político emocionante.

Alice Rohrwacher, de 42 años, es la más joven de los tres, pero, la directora de la maravillosa Lazzaro feliz, es una de las mujeres más relevantes del panorama cinematográfico internacional. Su película La chimera está interpretada por el británico Josh O’Connor, Isabella Rossellini y su hermana Alba Rohrwacher, habitual de sus películas. El filme ocurre en los años ochenta alrededor de un grupo de saqueadores de tesoros arqueológicos. Se sabe poco más, solo que La chimera tiene uno de los mejores carteles vistos estos días en Cannes junto al de Extraña forma de vida, el cortometraje de Pedro Almodóvar. El afiche de la película de Rohrwacher tiene un aire esotérico, de carta del tarot, es el dibujo de un hombre vestido con un traje claro, colgado de un árbol boca abajo, mientras le caen monedas de oro de los bolsillos formando una montaña dorada bajo su cabeza. Hombres, oro y naturaleza. Esa es la tirada para adivinar la nueva película de Rohrwacher.

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Sobre la firma

Elsa Fernández-Santos
Crítica de cine en EL PAÍS y columnista en ICON y SModa. Durante 25 años fue periodista cultural, especializada en cine, en este periódico. Colaboradora del Archivo Lafuente, para el que ha comisariado exposiciones, y del programa de La2 'Historia de Nuestro Cine'. Escribió un libro-entrevista con Manolo Blahnik y el relato ilustrado ‘La bombilla’

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