La concejala de Igualdad de Linares ordena parar una representación de ‘Lisístrata’ por su “contenido radical”

En el año 411 a.C. Aristófanes pudo ver representada por primera vez una de sus obras más conocidas, Lisístrata, una comedia teatral con marcado acento feminista que se convirtió en un símbolo antibelicista. Ahora, casi 2.500 años después y en un mundo salpicado por guerras, la representación de este título clásico de la Antigua Grecia ha acabado de forma atropellada durante su puesta en escena en Linares (Jaén). Según la oposición municipal socialista, se trata de un “grave acto de censura” de la alcaldía, en manos del PP, lo que niega de forma rotunda la concejala de Igualdad, Mari Carmen Muñoz: “No era la versión más adecuada para el público asistente, por eso preferí suspenderla antes de pagar las consecuencias”.

El abrupto desenlace tuvo lugar la tarde del viernes en el transcurso de la gala municipal organizada por el Área de Igualdad, celebrada en el marco de los actos del Día Internacional de las Mujeres. Tras la entrega de ocho distinciones a mujeres relevantes de la ciudad y una actuación musical, subieron al escenario las actrices del grupo, dirigido por Paca López, para poner en escena la adaptación, Lisístrata, tragedia y comedia de la Antigua Grecia. Apenas cinco minutos después de su inicio, la concejala de Igualdad se levantó de su asiento y ordenó la paralización de la obra. Varios testigos consultados por este periódico han indicado que el público que llenaba el auditorio del Pósito de Linares reaccionó con perplejidad ante la inesperada interrupción, aunque, sorprendentemente, apenas hubo protestas ni quejas.

Otros testimonios apuntan que muchos espectadores no llegaron a advertir de la suspensión y pensaron que formaba parte de la propia obra. En Lisístrata, su protagonista, esposa de uno de los ciudadanos de Atenas más importantes, plantea a las mujeres de la ciudad la abstinencia sexual para disuadir a los hombres de que continúen la guerra contra Esparta.

“Era una versión sui géneris cuyo contenido y lenguaje no eran el más adecuado al público de la sala, donde había personas mayores y niños”, ha explicado la edil linarense, que señala “palabras soeces, inapropiadas para menores” y de “alto contenido sexual”, y niega tajantemente cualquier acto de censura. Muñoz sí admite falta de comunicación con la directora del montaje, con la que el Ayuntamiento colabora de manera asidua: “Si llego a conocer antes el contenido tan radical de la obra no la habríamos aceptado”. Y para defender que no ha existido veto alguno, argumenta que va a programar esta obra en una próxima actividad cultural en la ciudad.

“Se trata de una grave muestra de censura y ataque a la libertad de expresión”, ha lamentado Ana Latorre, secretaria de Juventudes Socialistas en Linares. Desde el PSOE de esta ciudad se ha exigido el cese inmediato de la concejala, así como una rectificación pública por parte del equipo de gobierno del PP. “No permitiremos que la censura y la represión ideológica se normalicen en nuestra ciudad”, han indicado en un comunicado.

La actriz y directora teatral Paca López no ha querido hacer declaraciones tras admitir que se encuentra aún “flipando” y “en estado de shock” ante algo que, según dice, no le había ocurrido nunca en toda su trayectoria profesional. De hecho, esta misma obra había sido representada en varias ocasiones en Linares, la última de ellas el 20 de octubre en el Teatro Cervantes, también con su dirección y adaptación.

Para el PSOE de Linares, lo sucedido “es una clara muestra del autoritarismo con el que el PP gestiona el Ayuntamiento, imponiendo su criterio personal sobre el derecho de la ciudadanía a expresarse y disfrutar de la cultura sin restricciones arbitrarias”. Y aseguran que no es la primera vez que ocurre algo similar, ya que en abril de 2024 el Ayuntamiento negó un espacio público para una exposición que exigía paz y libertad para el pueblo palestino.

“Estos hechos evidencian una preocupante deriva en la que la censura se convierte en herramienta política, restringiendo cualquier iniciativa que no encaje con la visión ideológica del equipo de gobierno”, indican los socialistas, que advierten de “una tendencia preocupante en la que la derecha extrema silencia la cultura, la libertad de expresión y el pensamiento crítico”.

Por buscar una referencia sobre una censura de Lisístrata hay que remontarse a 1955, cuando el ministro de Comunicaciones del Gobierno de Estados Unidos la emprendió contra la obra. Entonces, el periódico Daily Worker, del Partido Comunista de EE UU, comentó que el supuesto peligro de la obra podía estar en que el deseo de paz de Lisístrata se contagiase entre las mujeres del país cuando el Gobierno estaba embarcado en la carrera de armamento nuclear.