Victoria con silbidos
El Ruiz de Lopera critica un gesto de Arzu pese al triunfo ante el Almería
Quién le iba a decir a Josep Maria Nogués que una semana que comenzó con varios aficionados béticos lanzando huevos a sus jugadores iba a terminar con una victoria en el Ruiz de Lopera ante un Almería de convidado de piedra. Pero así es el Betis, inexplicable. Sujeto a su propia lógica. La misma que aplicó la grada cuando decidió silbar a Arzu tras marcar el segundo gol del equipo.
El canterano, diana de muchas de las críticas que se oyen en Heliópolis, celebró el tanto llevándose el pulgar a la boca. El gesto iba dedicado a su abuelo y su hija. Pero la afición creyó entender que en ese dedo se escondía una ofensa. No tardaron en arreciar los pitos y silbidos en contra de Arzu, que luego reconoció haber hecho algún gesto de desaprobación por la marea de gritos que le cayó encima. Así es el Betis de los últimos tiempos, capaz de silbar cuando pierde y también cuando gana.
BETIS 2 - ALMERÍA 0
Betis: Ricardo; Melli (Nélson, m. 47), Juanito, Rivas, F. Vega; Arzu, Rivera; Edu, Capi (Emaná, m. 55), Mark González; y Sergio García (Oliveira, m. 75). No utilizados: Casto; Juande, Monzón y Pavone.
Almería: Diego Alves; Juanma Ortiz, Chico, Acasiete, Guilherme; Juantio (Pellerano, m. 78), Soriano; Nieto (Julio Álvarez, m. 68), Uche, Crusat; y Solari (Piatti, m. 60). No utilizados: Esteban; Macedo, Negredo y José Ortiz.
Goles: 1-0. M. 5. Mark González, de cabeza. 2-0. M. 65. Disparo de Arzu.
Árbitro: Delgado Ferreiro. Expulsó con tarjeta roja a Chico (m. 20). Amonestó a Melli, Rivera, Uche, Nieto, Rivas, Mark González y Nélson.
30.000 espectadores en el Ruiz de Lopera.
Y eso que todo se le puso de cara con el tempranero gol de Mark González, otro de los señalados parte de la temporada por su falta de implicación. El chileno adelantaba al conjunto verdiblanco tras cabecear un centro de Edu. El brasileño, más tarde, pudo encarrilar el encuentro cuando fue derribado en el área por Chico, que enfiló el vestuario. Pero su lanzamiento del penalti acabó en las manos de Diego Alves. Con una eternidad de minutos por delante, el Betis volvió a vivir al límite. Juanito salvó bajo palos el empate del Almería, que con Negredo en el banquillo perdió mordiente.
Sin embargo, tampoco el conjunto sevillano parecía querer dar por cerrada la contienda, acostumbrado como está a complicar lo que parece sencillo. Hasta que llegó el latigazo de Arzu y su celebración. Lo que debería haber sido un bálsamo para la afición fue un torrente de gritos para el canterano. Y el descenso sigue ahí. A sólo tres puntos.
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