El Getafe sestea en Europa

Cada partido en competición europea debiera tener para el Getafe algo de museístico. Pero la travesía del desierto que supone la primera fase de la Liga Europa, con sus gradas vacías y sus ambientes desangelados, está rompiendo la mística del momento.

A ello se suma un nutrido parte médico que limita la profundidad de banquillo de los azulones y unas rotaciones con las que Míchel evidencia que las excursiones entre semana tienen más de carga prescindible que de aventura épica. Así se presentó el Getafe en Stuttgart, hipotenso en la actitud, irreconocible y enclenque en el armazón. Con Parejo y Pedro Ríos en la grada, con Boateng, Casquero y Gavilán de inicio en el banquillo.

Los alemanes, un clásico en horas bajas con el dudoso honor de ser colista en la Bundesliga, apelaron en la previa a la agresividad pero no la necesitaron. El Getafe, volvió a suspender la prueba del carácter como quedó retratado en el gol de Marica que remató hasta en dos ocasiones sin oposición para batir a Ustari y decidir el encuentro.

Sin cuerpo ni alma, los de Míchel apenas sumaron dos disparos a puerta para la estadística. El partido transitó siempre en el territorio de la desidia, sin sofocos. Ideal para carrocerías renqueantes como la de Camoranessi. La derrota refrenda sensaciones preocupantes y deja al Getafe sin margen de error en los tres partidos restantes.