El peligro se llama Baptista
El futbolista brasileño debutará hoy con el Málaga en el Camp Nou, donde marcó el gol que dio al Real Madrid su última victoria en Liga en ese estadio
Minuto 35 del Barcelona-Real Madrid de la temporada 2007-2008. Hace fresco en el Camp Nou porque es 23 de diciembre. El partido marcha con empate a cero. Cerca de la frontal del área, el entonces madridista Julio Baptista toca el balón. Con un único contacto, mínimo, pasa el esférico a su compañero Van Nistelrooy. Este se lo devuelve de la misma manera hacia adelante. Baptista lo coge dentro del área y envía el cuero al fondo de la portería de Víctor Valdés con un fuerte disparo con la pierna derecha. Dos toques. Un gol. Una victoria por 0-1: la última que el Real Madrid, que ganó aquel campeonato, ha logrado en Liga en el Camp Nou.
Baptista (São Paulo, Brasil; 1981) regresa esta noche al césped de ese estadio con otra camiseta, la del Málaga, pero con las mismas ganas de victoria que entonces. Motivación no le debería faltar: debuta con el equipo andaluz, por el que ha fichado en el mercado de invierno procedente del Roma, donde ha jugado 50 partidos y ha anotado 14 goles.
El delantero brasileño recuerda el tanto que logró frente al Barcelona como uno de sus mejores momentos en el Real Madrid. "Eso no se olvida nunca. Salió un buen gol", ha reconocido esta semana. Repetir aquello no le será fácil. Este Barcelona es, según sus propias palabras, "el mejor equipo del mundo" y el Málaga necesita ganar con urgencia. Ahora tiene 17 puntos, solo uno por encima del descenso. Para ello, el conjunto andaluz ha tirado la casa por la ventana. Además de a Baptista, este invierno ha incorporado a Asenjo y a Camacho -procedentes del Atlético-, a Demichelis -del Bayern de Munich- y a Maresca - sin equipo-. El Málaga ha pagado dos millones de euros por el brasileño, que apenas contaba para el entrenador del Roma, Claudio Ranieri.
Atendiendo exclusivamente a su valor en el mercado, se diría que Baptista está en la cuesta abajo de su carrera: el Sevilla lo vendió al Real Madrid por cerca de 25 millones de euros. El club blanco lo traspasó al Roma por 11 y ahora el Málaga lo ha fichado por nueve menos. Baptista tiene hoy la primera oportunidad para demostrar que, a sus 29 años, todavía le queda mucho fútbol. El escenario es inmejorable: el Camp Nou, donde una noche, hace más de tres años y vestido de blanco, probó la gloria.
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