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Adrián y Reyes, más que suficiente

El Atlético, deficiente atrás y en la creación, tira de la pareja para batir al Strömsgodset

Mal juego, remate oportuno. Al Atlético le falta mucho porque un rival menor como el Strömsgodset, noruego, llegó a zarandearle, a esconderle el balón y a rematarle más de lo previsto. Pero le alcanzó de nuevo con la pareja efervescente (Reyes-Adrián), con el tino en el disparo para superar el duelo y alcanzar la última ronda de la fase previa para la Liga Europa -hoy se hará el sorteo, donde también entran el Sevilla y el Athletic; el Villarreal lo hará en el de la Champions-, el salvoconducto definitivo para luchar por un trofeo conquistado hace dos cursos.

Como si fuera un partido entrecortado, porque el césped artificial ralentizaba el juego, con demasiado caucho y más jirones de la cuenta, el Atlético incluso agradeció la falta de ritmo, todavía en pretemporada, frágil como habitúa en defensa, tan torpe como pesaroso en el pase, aunque eficaz en el remate. Más deficiencias que aciertos, enfatizadas por la ausencia -ya histórica- de un medio de toque, un cerebro a la vieja usanza, de esos que mueve al equipo y que dirige el cotarro con la cabeza y los pies. En el eje jugaron Assunçao y Gabi, uno físico y otro más táctico, que entiende cuándo tirar la presión y que elige bien el momento de salir del sitio, pero que no acaba de mezclar con facilidad.

Strömsgodset, 0; Atlético, 2

0 - Strömsgodset: Larsen; Andersen, Aas, Madsen, Vilsvik; Storflor, Sankoh, Abu, Konradsen (Nordkvelle, m. 69), Keita; y Kamara (Berget, m. 69).

2 - Atlético de Madrid: Joel; Silvio, Perea, Domínguez, Antonio López; Salvio (Juanfran, m. 65), Gabi (Raúl García, m. 74), Assunçao, Reyes; Forlán y Adrián (Filipe Luis, m. 81).

Goles: 0-1, m. 13: Adrián cruza el balón ante la salida de Larsen tras un pase de Reyes. 0-2, m. 93: Reyes bate a Larsen en el mano a mano.

Árbitro: Mark Courtney (Irlanda del Norte). Amonestó al local Nordkvelle (m. 76) y a los visitantes Salvio (m. 23), Gabi (m. 53), Assuncao (m. 56) y Domínguez (m. 68).

Incidencias: partido de vuelta de la tercera ronda previa de la Liga Europa disputado en el estadio Marienlyst ante unos 5.500 espectadores. EFE

El 4-4-2 es el dibujo preferido de Manzano, en ocasiones con los medios en rombo, casi siempre con el continuo intercambio de los interiores. Al equipo, de momento, le funciona mejor que jueguen a pie cambiado. Quizá porque a los futbolistas les falta físico; quizá porque apenas les llegan balones en ventaja y condiciones, por lo que no están para dar profundidad. Salvio no rompió por la derecha y Reyes no se presentó en la izquierda. Pero sí lo hizo en el costado opuesto, cómodo con el regate hacia dentro para atender a los constantes desmarques de los delanteros. Un arma a explotar en este Atlético sin el Kun, que encuentra en Forlán y Adrián dos puntas de corte similar y, consecuentemente, de difícil asociación. Ambos prefieren actuar de falso ariete, revolotear por todo el frente de ataque y buscar las cosquillas con las entradas desde la segunda línea. Los dos prefieren ver el campo de frente y no de espaldas. Aún les falta cuajar. Algo que no ocurre con Reyes y Adrián, una dupla de sintonía mayúscula, que ya resolvieron en la ida -dos pases de Adrián; dos goles de Reyes-, que repitieron en campo noruego.

Primario, con poco ingenio para la creación, el Strömsgodset tocó en posiciones estériles para luego lanzar un pase directo, casi siempre ejecutado por el medio centro Abu, jugador cedido por el Manchester City, espléndido en la distribución, siempre una salida para cualquier embrollo, protagonista y orgulloso de serlo. Pero de tobillos torcidos, los noruegos no enfocaron en el punteo definitivo -Keita tiró demasiado cruzado, Konradsen cabeceó alto y Abu ajustado al palo- y se encasquillaron ante un Joel que, esta vez sí, se mostró fiable bajo el travesaño y que privó a los aficionados de conocer a Courtois, el meta revelación de Bélgica por el que el Chelsea pagó nueve millones. Pero sí celebraron la sintonía de Reyes y Adrián. Recortó hacia dentro Reyes, levantó la cabeza y leyó el desmarque de Adrián, que tras el pase interior se plantó solo ante el portero y cruzó el balón hasta la red. Una dupla, una diana y poco más. Lo que puso Forlán, que dio un pase de 30 metros -de nuevo como catapulta y no como definidor-, que remató en el descuento Reyes a gol. Más que suficiente.

Adrián celebra uno de los tantos del Atlético de Madrid.
Adrián celebra uno de los tantos del Atlético de Madrid.REUTERS

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