Al Barça ni le soplan

Los checos ni asomaron por el área de Valdés, hasta el punto de que no sacaron una sola vez en todo el partido desde la esquina y ni siquiera remataron a puerta. "Hemos intentado ser activos, tener alguna opción a pesar de la presión del Barcelona". Se justificó Pavel Vrba, el entrenador checo, al término del partido. "El mérito de este equipo es que el primero que defiende es Leo", razonó Mascherano, que ayer volvió a jugar en el eje de la defensa, lo que ha dejado de ser novedad y se ha convertido en costumbre. "Nunca imaginé que terminaría jugando de central en el Barcelona, pero así es la vida. Y contento", admitió el argentino.

El caso es que al Barça no hay quien le tosa, y al portero catalán, quien le sople en su estadio. Lleva el Barça sin perder un partido en Champions desde febrero, cuando visitó el estadio del Arsenal en la ida de los octavos de final. Desde entonces, ha ganado cinco de los seis partidos disputados, porque solo cedió un empate contra el Real Madrid, y sin encajar un gol en casa desde que se lo marcó Thiago en el último partido de la Champions contra el Milan. "Ya no es que te metan goles, es que no nos hacen ocasiones, eso es un gran mérito. Nos han hecho demasiadas contras en la primera porque no estábamos equilibrados", aseguró Guardiola. "Tenemos un margen de mejora en lo defensivo siempre, pero si nos han hecho daño es porque a este tipo de rivales los estudiamos mucho, por desconocidos".

El Barça suma 13 partidos consecutivos sin conocer la derrota. El último, la pasada temporada en Anoeta, contra la Real Sociedad. A Víctor Valdés no le dejaron ayer vestir de verde, como a él le gusta, por una decisión de los árbitros, siempre tan quisquillosos con detalles a menudo menores. Así que se vistió con los colores típicos de un taxi barcelonés: amarillo para la camiseta y los calcetines, negro el pantalón. Da igual. Valdés ha encajado tres goles en casa, los dos últimos contra el Milan. Ayer, otra vez, tocó más veces el balón con los pies, como si de un jugador de campo se tratara, que con las manos. No tuvo mucho trabajo, muy al contrario: no le chutaron ni una vez en todo el primer tiempo, así que apenas intervino en un par de cesiones de un compañero con la cabeza y en alguna salida fuera del área y un malentendido con Alves. Si los checos no crearon ocasiones, es difícil que llegaran los goles, de manera que Valdés va camino de establecer un nuevo récord personal: suma 517 minutos sin encajar un gol y ya está a solo 60 de su récord personal. El sábado, contra el Sevilla puede superar otro reto. Valdés y su equipo, camino de 14 partidos sin perder. "Siempre lo digo. Todo eso se debe a la suma de mi trabajo, del de los compañeros y los técnicos. Mis compañeros hacen muy pocas faltas y todas muy lejos de la portería, que es lo que les pido. Es normal que se hable del récord porque se trata de cifras destacadas, pero lo más importante para mí ante el Sevilla serán los tres puntos", concluyó Valdés, que colgó una foto en su página de Facebook en la que aparece junto a Isaac Cuenca. "Soy feliz cada vez que debuta un compañero", concluyó el portero.