El gran día de Checo Pérez
El piloto de Sauber, de solo 22 años y apoyado por Carlos Slim, firma el mejor resultado de un mexicano desde 1970
“¿Pero, quién es este chico?”, se preguntaban los espectadores del Gran Premio de Malasia, poco habituados a las sorpresas. Sergio Pérez estaba rodando en segunda posición con un modesto Sauber y amenazaba al líder en las vueltas finales de la carrera de Sepang. La lluvia y las pésimas condiciones meteorológicas cambiantes habían transformado aquella prueba en una carambola, en la que dos pilotos que apenas contaban por la victoria se estaban disputando el triunfo. Pérez amenazaba a Fernando Alonso y le alcanzó a falta de seis vueltas para la conclusión.
Quiero dedicarle este segundo puesto a Frida, mi perra que se murió hace unos días"
Pudo incluso superarle, de no haber sufrido una ligera salida de pista justo después de que su ingeniero le avisase por la radio de que se tranquilizara. En aquellos momentos estaba rodando un segundo por vuelta más rápido que Alonso. Y la victoria no se le hubiera escapado. Le había recortado una distancia de 7,6 segundos. “Lo veía posible”, confesó tras la carrera con una emoción incontenible. “Pero entonces pisé el bordillo y perdí el coche. Me fui a la hierba y allí cedí unos segundos que me impidieron ganar a Alonso. Hubiera sido un sueño. Pero ahora estoy convencido de que eso llegará”.
A Checo Pérez la ilusión le desborda. Tiene solo 22 años, pero se metió entre los grandes y superó a campeones del mundo como Hamilton, Vettel, Button, Raikkonen y Schumacher, con un coche teóricamente inferior. Sauber mostró buenas maneras en Australia, pero en la clasificación de Malasia fue superado por todas las grandes marcas: McLaren, Red Bull, Mercedes e incluso por el Ferrari de Alonso. Pérez acabó décimo. Y difícilmente hubiera conseguido entrar en los puntos si la lluvia no hubiera hecho su aparición en Sepang. Pero las circunstancias le fueron aupando hasta elevarle a un podio que es oro para una escudería que nunca había superado la tercera posición que le concedió Hans-Herald Frentzen en el GP de EEUU de 2003.
Su mayor mérito fue ser capaz de sacar siempre el mejor rendimiento a su coche en circunstancias anómalas y saber conducirlo sin errores hasta la segunda posición final. Y hacerlo con una experiencia de solo 21 carreras en la F-1. “Estoy muy contento. Es un sueño. Y quiero dedicarle este segundo puesto a Frida, mi perra que se murió hace unos días, a Carlos Slim, sin el cual todo eso no hubiera sido posible y a mi familia. Espero poder seguir por este camino”.
La carrera de Pérez, nacido en Guadalajara, está íntimamente ligada al magnate mexicano Carlos Slim, y a su empresa estrella Telmex. Este multimillonario, que figura como el más rico del mundo en la lista de Forbes, apoyó a Pérez desde sus inicios, cuando compitió en serio por primera vez en EEUU en fórmulas de promoción. El chico funcionaba y Slim le llevó rápidamente a Europa, donde corrió la F-BMW y la F-3 británica antes de entrar como un cohete en la GP2, la antesala de la F-1. En todas las categorías ganó carreras y demostró su calidad. En la F-3 fue subcampeón, por detrás de un Jaime Alguersuari que se mostró intratable en aquel 2008.
El propulsor que significaba contar con el apoyo económico de Telmex le llevó al mejor equipo de la GP2 y en 2010 ganó la carrera de Mónaco y otras cuatro para concluir segundo, detrás del intocable Pastor Maldonado. Pero sus resultados y, fundamentalmente la potencia de su patrocinio, le valieron un contrato con Sauber a partir de 2011. Así que se convirtió en el primer piloto mexicano en la F-1 desde Héctor Rebaque en 1981. Y no defraudó a nadie. Es cierto que contar con Carlos Slim le supuso una ayuda inestimable. Pero no lo es menos que sin resultados no hubiera llegado. El segundo puesto de Pérez es el mejor resultado de un mexicano en la F-1 desde la victoria en Bélgica de Pedro Rodríguez en 1970.
Ahora Sergio Pérez tiene un futuro muy abierto por delante. No solo ya en Sauber, en que concluirá esta temporada. Sino también, probablemente, en alguna de las grandes escuderías del momento. Forma parte de la Ferrari Driver Academy. Y nadie descarta que en 2013 pueda sustituir a Felipe Massa como compañero de Fernando Alonso en el equipo de Maranello.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.