“El respeto es más importante que ganar”
El técnico del Valencia, que releva a Emery en el banquillo de Mestalla, analiza la evolución del fútbol español durante los últimos años
Si se inspirara en su admirado libro El hombre mediocre, del sociólogo y médico argentino José Ingenieros, Mauricio Pellegrino (Córdoba, Argentina, 1971) sería el idealista que usa la imaginación en busca de modelos muy altos de perfección. La charla con el nuevo entrenador del Valencia termina a las once de la noche de un día de julio, justo antes de marcharse a cenar con sus colaboradores. Habla pausado y grave. Impone por su presencia y por sus palabras.
Pregunta. Antes de empezar en el Barça, Guardiola instó a sus aficionados a abrocharse el cinturón. ¿Se atreve a lanzar un mensaje parecido?
Respuesta. Necesito de todos para hacer al Valencia grande otra vez. Uno de mis valores es la superación, es lo que siempre me ha movido. Las frases, en el campo.
P. ¿Qué le preocupa?
R. Darles a mis jugadores los mejores medios para luego exigirles, brindarles ideas con sentido, de dónde vienen y adónde queremos ir.
P. ¿Habló con su antecesor, Unai Emery?
R. Le agradecí la posibilidad de poder jugar la Champions. Pretendo aprovechar lo bueno que había y hacer blend [mezcla] con mis ideas. Él tenía muchas variantes en ataque. Para los rivales era muy difícil jugar en Mestalla.
P. ¿Quiere dar espectáculo?
R. El fútbol es un show, la mejor manera de respetar al público es darle todo lo que uno tiene, viendo a un equipo atacar y defender con intensidad. Cuando era jugador y estábamos atacando, siempre pensaba qué iban a hacer los atacantes rivales; y cuando tenía el balón, trataba de darle la mejor salida. Un momento no es más importante que el otro. Los 11 tienen responsabilidades.
P. ¿Qué ha cambiado desde su retirada como jugador?
Necesito de todos para hacer al Valencia grande otra vez. Uno de mis valores es la superación, es lo que siempre me ha movido"
R. Los éxitos de España en todas las categorías. Luis Aragonés lo puso todo en marcha. Cuando llegó a la selección dijo: “Nos falta competir. Tenemos la táctica, la técnica, pero nos falta la cabeza”. Derribó ese muro.
P. ¿Cómo?
R. El triunfo de España está primero en la formación de entrenadores, en la reestructuración de las escuelas en las autonomías de los noventa: hubo un filtro tan fino que los chicos alcanzaron una formación muy sólida. Es difícil ver jugadores de la calle como Romario, pero los españoles brillan por su entendimiento del juego. Vi a la sub-19 y me asombró la lectura de los jóvenes. El chico del Atlético [Oliver] me pareció una maravilla. El fútbol español tiene una mezcla de organización y calidad técnica, se juega a mucha velocidad. La mayoría juega parecido. La acción de achicar hacia delante define el fútbol español. Todos tienen capacidad para mover el balón. El año pasado, en pretemporada, vi al Betis en Turín y la Juve no pasó en la primera parte del medio del campo.
P. El Valencia de Benítez ganó dos Ligas con líderes en el campo: Cañizares, Ayala, Carboni, Djukic, usted… Ahora no los tiene.
R. Este equipo tiene más calidad que el nuestro: aquel te ganaba por cantidad. Sí, los líderes son importantes, pero lo es más liderarse a uno mismo; usar información del entrenador como guía, pero sin perder la esencia. Los jugadores tienen que darnos más a los técnicos que nosotros a ellos. De quien más aprendí fue de mis compañeros, desde cuando empecé en el Sarmiento de Leones.
P. Hay una imagen que le acompañará siempre: el penalti fallado ante el Bayern en Milán en la final de Champions de 2001.
R. Me dejó la mayor enseñanza de mi vida. Siempre trabajé sobre mis virtudes y mis defectos, pero nunca sobre patear penaltis. No creo que lo haya errado por esto: tiré tres penaltis en mi carrera y fallé uno. Pero me recriminé no haberme preparado. Nunca se puede subestimar nada.
El fútbol es un show, la mejor manera de respetar al público es darle todo lo que uno tiene"
P. ¿Cuál será su sello?
R. Tiene que ver con el respeto de mis jugadores. Hubo un entrenador que dijo que el respeto es más importante que ganar. Puedes ganar o perder, pero el respeto es la mayor de las ganancias.
P. Cuando entrenó al Valencia cadete tuvo una especie de laboratorio táctico. ¿Qué aprendió?
R. Le dedicaba el mismo tiempo que hoy al primer equipo, la misma pasión, y antes a un equipo de L’Eliana, el pueblo donde vivo. Quería estar delante del grupo y hacerles sentir lo que yo sentí cuando tuve delante a una persona que me podía ayudar.
P. ¿El legado de Guardiola?
R. Jugué con él un año. Sumó al ataque una fortaleza defensiva admirable. Y añadió a Messi a un equipo maravilloso.
P. ¿Mourinho?
R. Me gusta su versatilidad para adaptarse a las distintas Ligas y culturas.
P. ¿Y Bielsa?
R. Fui jugador suyo un año en Vélez y 10 días con Argentina. Admiraba cómo preparaba las sesiones y la información que nos daba. Ha trascendido mucho habiendo ganado menos. No siempre trascienden los que más ganan.
P. ¿Cómo definiría a los fichajes del Valencia?
R. Guardado es trabajo, centra muy bien, entra por dentro y por fuera; Viera es un transgresor, desparpajo, pero debe mejorar en equipo; João Pereira, personalidad, intensidad y pasa al ataque con facilidad; Gago saca el balón y sale de la presión con el pase muy fácil. Tiene visión de juego.
Es difícil ver jugadores de la calle como Romario, pero los españoles brillan por su entendimiento del juego"
P. ¿Cómo ve España?
R. Me fui en 2007 al Liverpool. Antes venían argentinos a España y ahora van para allá. Hay que hablar con azafatas y pilotos, que ven la realidad antes que el Ibex 35. Me gustó el movimiento de los jóvenes alzando su voz para hacer valer sus derechos [el 15-M]. Espero que no terminen ahí. No entiendo lo que está sucediendo: piden ajustes y el rescate, pero la prima de riesgo sube constantemente. Que se lo expliquen a la gente. Llaman ajustes a los despidos y bajadas de sueldo.
P. ¿Entiende las protestas en Francia contra el fichaje de Ibrahimovic por el PSG?
R. Viene uno de Oriente con un talón y se queda con 100 años de historia. No me parece justo.
P. Pero hay jugadores que vienen a entrenarse con Ferrari y se les quema [Ever Banega].
R. Es algo muy personal. La sociedad identifica a los futbolistas con dinero, coches, éxitos, pero hay sacrificios infrahumanos, historias conmovedoras… Por cada jugador con Ferrari hay cientos en autobús. Griguol hacía comprar el apartamento antes que el coche. No me siento autorizado, pero tengo mi opinión, claro.
P. ¿Y cómo explica que el Valencia, que debe 350 millones, pague sueldos millonarios?
R. El Valencia tiene un tope salarial. Hay cinco o seis clubes que pagan más que nosotros a los jugadores. Y los 350 millones son la gestión heredada.
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