Ciganda, reina del golf europeo

Ya lo logró. En su primer año en el circuito europeo, Carlota Ciganda se ha proclamado la mejor jugadora de Europa, una hazaña que sitúa a la joven navarra a la altura de uno de los mayores iconos del golf mundial, Laura Davies. La inglesa fue la primera en lograr ser la número uno de la Orden del Mérito en su año de debut. Era 1985 y tenía 22 años, los mismos con los que Ciganda ha pasado a la historia.

La joven española llegó al Abierto de Dubái como líder del ránking. Con un juego sólido y más de 30.000 euros de ventaja sobre la alemana Caroline Masson, Ciganda se mostraba segura desde su privilegiada posición. De repente, Masson apretó y la angustia se asomó a ver el final del duelo entre la española y la germana, pese a que entonces la china Shanshan Feng ya tenía asegurado el triunfo en el torneo.

La emoción del desenlace se evaporó con un inesperado triple bogey de Masson en el hoyo 12. La alemana se desinfló, cometió otro error más en el hoyo 9 y la española pudo respirar tranquila. El tercer puesto con el que se tuvo que contentar Masson era insuficiente para impedir que Ciganda, en décima posición, se llevara la Orden del Mérito por solo 9.458 euros de diferencia y un total de 251.289,95.

Laura Davies fue la primera en lograr este título en su año de debut en 1985

Desde los siete años, la navarra se ha ido construyendo su propio nombre en el mundo de golf sin hacer apenas ruido. La fuerza y maestría con la que pega a la bola la han hecho brillar como jugadora. Sin dejar que los precoces destellos de su juego la precipitasen al profesionalismo, Ciganda se ha tomado su carrera deportiva con mucha tranquilidad y mucha paciencia. “He hecho siempre lo que me ha pedido el cuerpo. Si haces lo que el cuerpo te dice nunca te equivocas”, explicaba la jugadora hace unos días.

La primera decisión importante llegó en 2008. Con 18 años, la navarra se fue a estudiar a una universidad de Arizona. Durante los años que pasó en Estados Unidos se empapó de vivencias, y se forjó un contundente palmarés como amateur. Hecho esto, decidió que ya estaba preparada para dar el gran salto.

Y en mayo de 2011 Carlota Ciganda saltó. Otra vez bajo la idea del poco a poco, no quiso empezar en su primer año como profesional por lo más grande y eligió el circuito europeo antes que el estadounidense, el tour más prestigioso y mejor pagado del mundo. Volvió a Europa con la maleta llena de títulos, los de campeona de España de todas las categorías, campeona de Europa individual en 2004 y 2008, medallas de oro en Europeos por Equipos sub-16, junior y absoluto y ganadora del British Ladies Amateur 2007, son los que más pesan.

Su entrada en el profesionalismo fue igualmente apabullante. Como novata en el circuito continental, este año conquistó dos títulos, el Deloitte Ladies Open y el Abierto de China, y otros 10 top-10 en 19 torneos disputados. La navarra ocupa actualmente el número 48 del ranking mundial, la segunda española por detrás de Azahara Muñoz (17ª), que también ha destacado esta temporada en el circuito americano, donde Ciganda acabará luciéndose antes o después.

Ningún jugador ha conseguido ganar el circuito europeo en su primer año

En un solo año, su año de debut, a Carlota le han pasado muchas cosas. Su exitosa irrupción en el mundo del golf profesional y su conquista inmediata del circuito europeo la han despojado para siempre de la etiqueta de promesa y la preparan para lograr un lugar destacado en la historia del golf femenino, ya que además de ser la segunda jugadora que logra la Orden del Mérito en su año de debut, por cuestión de pocos meses no es la jugadora más joven en hacerlo: Davies tenía 22 años y dos meses mientras que Ciganda tiene 22 y seis meses.

A su vez, también se convirtió en la tercera española en ganar la Orden de Mérito tras Raquel Carriedo, en 2001 y Paula Martí, en 2002, aunque la navarra es la única que lo consiguió en su primer año. En Estados Unidos, solo Nancy López en 1978, Karrie Webb en 1996 y Jijay Shin en 2009 han conseguido un logro semejante en el circuito americano femenino —debutante y número 1 del ranking en la misma temporada—, una hazaña que nunca se ha consumado en el circuito europeo masculino. Los que más cerca lo tuvieron fueron los españoles José María Olazábal, en 1986, y Sergio García, en 1999. Acabaron segundo y tercero, respectivamente, en la Orden de Mérito.