El chico que corre sin miedo
El gran talento de Marc Márquez y la falta de presión que tienen quienes luchan por el título ayudaron al de Honda a hacer historia con su primera victoria en MotoGP a los 20 años
“No encuentra los límites, aunque seguro que los tiene, no pone peros, puede correr con la mente abierta porque no compite por el campeonato, por eso sus gestas parecen no tener fin”, dice Randy Mamola de Marc Márquez. El estadounidense, a diferencia de otros, sí conserva su récord particular, el del piloto más joven en subir al podio, con 19 años y 261 días. El número cuatro en esa lista es Márquez, que, a sus 20, no pudo arrebatárselo en Catar, su primera carrera en MotoGP, donde fue tercero. Pero sí le birló a Freddie Spencer el del más joven en ganar en la categoría reina, con 20 años y 63 días, en Austin.
“Tiene mucho talento y no tiene miedo a nada. Mientras Pedrosa o Lorenzo corren pensando en el título, se protegen para no cometer errores, él siempre apuesta por ganar. Es como el que empieza a esquiar de pequeño y no es consciente de lo que puede perder con una caída”, añade Mamola. “Batir el récord de precocidad significa que vamos por el buen camino. Sabía que este sería un momento clave, a partir de ahora habrá que trabajar más duro. Ganar es difícil pero lo es más estar siempre entre los primeros”, concedía el protagonista del fin de semana.
Su equipo busca porqués al brillante debut en MotoGP y a las formas con las que logró ese primer triunfo, y entiende que la respuesta son el talento y las ganas. “Se ha dado cuenta de que en un circuito nuevo, donde otros no tenían la experiencia que a él le falta, ha podido marcar la diferencia. En otros escenarios donde los rivales tengan ya los datos de otros años será más complicado”, reflexiona Santi Hernández, su jefe de mecánicos. Ni siquiera una caída la mañana del sábado le paró los pies. “Su reacción después de aquella caída es uno de los detalles que te hace entender su potencial. Un piloto cualquiera hubiera tardado una sesión en volver a coger confianza: él cogió la segunda moto e inmediatamente hizo una vuelta de récord”, añade. Nunca se quejó demasiado de terminar en el suelo. De pequeño se caía constantemente y siempre quería más. Es el mismo chico humilde y simpático que era a los 12 o 13 años y no ha cambiado tampoco en eso. “Los accidentes no le hacen cogerle respeto a la moto. Nunca lo ha hecho. Y eso es muy importante en esta categoría”, apunta su representante y mentor, Emilio Alzamora.
Después de una caída, cogió la segunda moto e inmediatamente firmó una vuelta de récord
Dice el expiloto que lo que más le ha costado al chico a su llegada a la categoría reina es entender las líneas que debe trazar con la MotoGP; “y especialmente con la Honda, porque esta moto necesita unas líneas especiales para sacar el mejor partido a la potencia del motor”. “Ha tenido que cambiar su pilotaje para aprovechar más el neumático y la aceleración de la moto”, coincide Hernández. Y ambos añaden que todavía tiene mucho que aprender respecto a la gestión electrónica. “Ahora empieza a entender qué parámetros puede cambiar y cómo reaccionará la moto, y lo bueno que tiene es que sabe proporcionarnos muy bien la información y sus sensaciones, pero todavía le falta decisión para saber qué necesita”, explica Hernández. Si bien también reconoce que la elección del neumático el domingo —era el único, junto a Bradl, que corrió con el duro— fue cosa suya: “Él estaba convencido, nosotros hubiéramos sido más conservadores, pero al analizar los datos vimos que podría ir bien”. Y tan bien que le fue.
“Visto lo que hizo en Moto2 ya sabíamos que tenía algo especial, pero esperábamos que al llegar a MotoGP todo sería diferente. Cada día me sorprende”, sonríe ese con el que decide cada jornada la puesta a punto de su Honda. “Lo que ha hecho solo lo hacen los mejores, pero aquí corren pilotos con mucha experiencia”, dice Alzamora pidiendo calma. Él ayuda a Márquez a mantener los pies en el suelo frente a tanto halago: “Se ha visto que sabe aprovechar las oportunidades, se sentía cómodo en Austin y quiso ganar. Pero sabemos mucho de este oficio y este es un año de aprendizaje, se necesita conocimiento, porque ya se sabe cómo son las caídas en MotoGP”. Ya lo dijo el ganador en Austin, líder de la clasificación (empatado a 41 puntos con Lorenzo) tras dos carreras: “Mi pelea no es el título”.
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