La madurez de Neymar
Scolari ha trabajado la cabeza de la estrella brasileña para quitarle su obsesión por ser el mejor "Si te preocupas es peor, nos tiene que salir nuestro fútbol”, proclama el delantero
Eléctrico, luciendo ese swingtan brasileño en el regate, y con la libertad plena de movimientos que le concede Scolari, Neymar salió de su debut mundialista como el gran triunfador del partido inaugural. Con apenas 22 años, no le pudo la responsabilidad de llevar ese número 10 a la espalda, tan aristocrático como complicado. El gol en propia puerta de Marcelo supuso un reclamo inmediato de su figura, una prueba para medir su capacidad de liderazgo en el campo. Neymar auspició la remontada brasileña con un ejercicio a todo campo en ataque que habla de un futbolista con los trazos de los grandes ganadores de partidos. Cumplió con todas las exigencias que se le piden a los mejores. Hizo dos goles y la cabeza no le bloqueó las piernas en un momento de exigencia y máxima tensión.
Su desequilibrante actuación y su asunción de la responsabilidad hablan de un jugador que apunta a una madurez capaz de soportar la complicada empresa de guiar a Brasil a la conquista del Mundial. “Está muy preparado para los grandes partidos, pese a la edad que tiene. No le ha podido la presión”, dice el mediocentro Luiz Gustavo. “Es muy joven, pero ya está muy acostumbrado a jugar partidos importantes. No le afectan”, le reconoce el fornido Hulk.
“Scolari le ha trabajado mucho psicológicamente durante estas dos semanas. Le ha quitado de la cabeza la obsesión por ser el mejor del mundo o acabar el Mundial como el máximo goleador”, aseguran desde el entorno del seleccionador. Aunque no lo diga en público, Scolari, como todo Brasil, es consciente de que la conquista del Mundial implica que Neymar ofrezca su mejor repertorio.
“Parece que no es el mismo que cuando juega para el Barça”, advierte Modric
“Estuvo muy bien, hizo dos goles y parece que no es el mismo que cuando juega para el Barça”, advierte Modric desde la capacidad del ojo del futbolista para detectar diferencias de rendimiento en sus iguales. Sin la sombra de Messi, Neymar parece sentirse más cómodo porque no tiene que medir cuándo debe tomar el mando del partido en cualquier zona del campo. No se siente invasivo como en su club ante determinadas situaciones que pueden ser ejecutadas por él o por el astro argentino. Cerca del área, estuvo suelto de cintura, y cuando apreció demasiada espesura en los inicios del juego en el centro del campo bajó a buscar el balón para armarlo. “No le pesó la responsabilidad, tiene humildad y eso también le va a llevar a triunfar en la vida”, asegura el madridista Marcelo, que pasó un mal trago hasta que Neymar hizo el empate. “Solo se meten goles en propia meta los que juegan. Son cosas que pasan, es normal que me preocupara y que se me notara afectado. Encajamos el gol muy pronto”, comentó el lateral madridista sobre su infortunio.
“Neymar está jugando para la selección brasileña, lo de ser el mejor del mundo será para dentro de dos o tres años y será una consecuencia”, le reconoció Scolari en la sala de prensa. El seleccionador brasileño también elogió a Oscar, que llegaba cuestionado a este primer partido y con la sombra de Willian amenazando su titularidad: “Las estadísticas muestran que Oscar fue uno de los jugadores que más disputas de balón ganó y que más regates y pases peligrosos dio. Fue nuestro jugador más creativo en la banda derecha. Las dudas sobre él son de la prensa, para mí es el típico jugador en el que hay que confiar siempre, aunque quizá su nivel estuviera un poco bajo, pero nunca he dejado de creer en él”.
“Con ese talento lo fundamental es tener la cabeza fría, y él la tuvo”, abunda Suker
“Empezamos bien. Tenemos que jugar con naturalidad y sin pensar demasiado. No hay que usar mucho la cabeza y hoy supimos mantener la calma pese al gol encajado. Si te preocupas es peor, nos tiene que salir nuestro fútbol”, advertía el propio Neymar en medio de una nube de periodistas que le perseguía por toda la zona mixta a la caza de sus respuestas. “Estoy muy feliz, estoy muy feliz”, repetía un tanto hastiado el astro brasileño. “La edad que tenga no importa, cuando tienes ese talento lo fundamental es tener la cabeza fría y él la tuvo. Jugó para ganar”, abunda Davor Suker, presidente de la federación croata.
En la charla motivacional que el lunes ofreció a los internacionales brasileños el empresario Carlos Alberto Julio ya observó una madurez sólida y una gran capacidad de liderazgo en Neymar cuando este tomó la palabra con espontaneidad. Parte del discurso que elaboró el orador estuvo dirigido a la importancia del bloque sobre las individualidades. De repente, Neymar le interrumpió y espetó: “Aquí nadie está por encima de nadie, somos todos iguales”. La intervención de Neymar fue vista por Carlos Alberto Julio como un gesto de liderazgo que confirmó con una actuación que le ha puesto en primera fila del escaparate que es un Mundial.
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