Márquez y el club de las 10
Pilotos míticos, rivales y miembros de su equipo trazan el dibujo de cómo y por qué pasará a la historia el corredor español, que aspira a ganar la décima carrera consecutiva este domingo
En Estados Unidos, donde son cuatro los gatos que conocen a Marc Márquez, el chico de los récords puede hacer historia, si no ha empezado ya a escribirla. Intentará ganar este domingo en el circuito de Indianápolis la décima carrera del año en la décima cita de la temporada. Y de lograrlo se emparentaría con mitos como el italiano Giacomo Agostini, dominador de las décadas de los sesenta y los setenta, o el cinco veces campeón de 500cc Mick Doohan. Ellos dos son los únicos, hasta ahora, que han ganado 10 carreras seguidas en una misma temporada: Agostini lo hizo tres años seguidos, desde 1968 hasta 1970; Doohan, en 1997. La historia del motociclismo guarda también páginas para otros dos nombres, los de los británicos John Surtees y Mike Hailwood. Ambos, el primero a finales de los cincuenta y el segundo a principios de los sesenta, ganaron más de 10 carreras consecutivas (11 y 12 respectivamente), eso sí, en dos temporadas diferentes.
Márquez está demostrando ser un gran campeón"
Giacomo Agostini. Campeón del mundo de motociclismo
No obstante, el reto al que Márquez se enfrenta ahora parece mayúsculo, pues ninguno de ellos (salvo Doohan, quizá) tuvo la competencia que tiene el joven español. Así lo explica el expiloto y periodista americano Dennis Noyes en Cycle World. A finales de los sesenta, Agostini competía sin apenas oposición: Honda había dejado al fantástico Hailwood compuesto y sin novia y nadie podía medirse a la MV Augusta de cuatro cilindros del italiano. "Agostini merece que su nombre figure entre los mejores de todos los tiempos, pero no por aquel periodo de dominio entre 1968 y 1973, sino por lo que hizo antes y después, cuando se convirtió en el primer campeón de 500cc con una Yamaha de dos tiempos", apunta Noyes. Y aplica la misma lógica a los récords de Surtees y Hailwood, ambos en la época dorada de MV Augusta. "La MV era la mejor. Pero yo creo que siempre el mejor piloto va con la mejor marca y viceversa. Aún así, compararnos cambia poco las cosas. Márquez está demostrando ser un gran campeón", defiende Agostini en conversación con este diario.
El caso de Doohan, el primer gran dominador de la llamada era moderna, es diferente. Su Honda era la mejor moto, sí, "pero no descaradamente superior a las otras máquinas", señala Noyes. Lo mismo le ocurre a Márquez hoy. Sin embargo, en la parrilla de 1997 en la que competía Doohan no había ningún otro campeón del mundo y sus rivales sumaban solo 20 victorias en 500cc, aunque sus compañeros Okada y Crivillé lograron plantarle cara. En la parrilla de esta temporada de 2014 forman otros tres campeones de MotoGP (Rossi, Lorenzo y Hayden) y los rivales de Márquez cuentan entre todos 140 victorias y 10 títulos en la categoría reina.
Sobran argumentos para defender, como hace Noyes, que si Márquez logra la décima será definitivamente "a big deal", como dice el americano; algo muy grande, diríamos en España.
Su juventud es uno de sus puntos fuertes, porque todavía puede mejorar"
Álex Crivillé. Campeón del mundo
Un récord con mayúsculas que batirá con 21 años, algunos menos de los que tenían en su día Surtees (lo logró con 25 años), Hailwood (24), Agostini (26) o Doohan (25). "Su juventud es uno de sus puntos fuertes, porque todavía puede mejorar, y eso debilita a sus rivales. Va a ser muy difícil de batir. Puede llegar a ser uno de los pilotos más grandes de la historia", interviene Àlex Crivillé, el primer español campeón de 500cc.
Camino de estas 10 victorias, Márquez ha sumado nueve triunfos consecutivos con idéntico dominio desde que arrancó el Mundial en Qatar el pasado marzo. Todas las carreras hasta ahora han tenido el mismo final, pero el guion ha sido distinto cada domingo. Ha ganado de todas las formas imaginables. Ha sorprendido por su talento y ambición, como ocurrió en Francia, donde puso de los nervios a sus propios mecánicos: falló en la salida y cayó a la décima posición, pero se encargó de arreglarlo con adelantamientos en la última curva; "Creía que terminaría cuarto o quinto, pero a él solo le vale ganar; pensé que le costaría adelantar, porque Le Mans no es fácil, pero fue a por todos", recuerda Jordi Castella, uno de sus mecánicos.
Junto a su equipo, Márquez ha revalorizado la importancia de la estrategia al inventarse una nueva forma de atacar la pole: hacer un cambio de moto, en lugar de un cambio de neumáticos. "Es mucho más rápido, ganas una vuelta con gomas nuevas. No sabemos cómo no lo había intentado nadie antes; nos miraban alucinados", cuentan en su box.
Lo probaron por vez primera en Jerez y se pasaron la noche del viernes ensayando el salto de moto: "Se había ido el sol y ya no quedaba nadie en el pit-lane, salvo nosotros, empujando las motos para simular el cambio y que Marc saltara de una máquina a otra". Hacen horas extra porque les sobran ganas, como a su piloto.
Siempre ríe. Y todo lo que hace lo hace porque disfruta"
Carlo Luzzi. Ingeniero electrónico
"Cada victoria es diferente, una historia distinta, por eso cada fin de semana es una motivación nueva para nosotros", apunta Hugo Bucher, el telemétrico.
En Indianápolis, su equipo al completo hace una radiografía del piloto más espectacular de los últimos años. Un tipo capaz de picarse en la pista, incluso sin moto, como la tarde del miércoles, cuando corría por el trazado entrenándose con su hermano Àlex y se empeñó en adelantar a otro runner que tenía unos 400 metros más adelante, De Angelis; "dejó a Àlex tirado de tanto que subió el ritmo y terminó pillándole. Se pone retos a sí mismo", cuenta Héctor Martín, su jefe de prensa.
Sus mecánicos destacan su naturalidad, su capacidad de trabajo, su personalidad y carácter, que siempre es positivo y encuentra solución a los problemas. "Siempre ríe. Y todo lo que hace lo hace porque disfruta, esto no parece su trabajo", apunta Carlo Luzzi, ingeniero electrónico. También les sorprende su capacidad para asimilar la presión. "No hace caso a los factores externos, la presión que soporta es la que él mismo se pone y es mucha, porque es muy exigente consigo mismo", señala Carlos Liñán, el jefe de mecánicos.
Y observan una progresión en su pilotaje desde el curso pasado, el de su debut en MotoGP, en la capacidad que tiene para adaptarse a las adversidades. "Aprende rápido", apunta Bucher. "Además, el año pasado buscaba el límite constantemente y asumía demasiados riesgos. Ahora sabe dónde está el límite, comete menos errores y sabe cuándo es momento de arriesgar y cuándo no", dice Santi Hernández, ingeniero de pista. "Sabe perfectamente cómo manejar la moto y antes de caerse, corrige", añade Teruaki Matsubara, Matsu, técnico de HRC.
Sentados en unos sofás en medio del paddock del circuito, los mecánicos relatan entre risas anécdotas "de las que no se pueden contar". Viven las carreras con el mismo entusiasmo que el piloto. Tanto que para celebrar la victoria de Mugello mantearon al chaval nada más terminar la carrera y al lanzarlo por los aires lo hicieron con tanta euforia que provocaron que se activara el airbag del mono. "Lo sorprendente es que nos lo estemos pasando tan bien. Aquí, con la presión que hay, pocos lo hacen", concluye Hernández. "Marc se lo pasa tan bien que es difícil que no te lo haga pasar bien a ti. Yo disfruto viéndolo pilotar. Creo que los únicos que no se divierten son sus rivales, pero diría que hasta ellos están boquiabiertos", interviene Randy Mamola, expiloto y formador de pilotos.
¿El dominio de Márquez es positivo o negativo para el campeonato?, pregunta un periodista desde el patio de butacas de la sala de conferencias. Y se oye una voz discreta: "Positivo", dice. Y todos se echan a reír porque quien toma la palabra, pícaro, es el mismo Márquez, en el centro de la mesa, el puesto más noble de entre aquellos que participan de la rueda de prensa ante los medios de todo el mundo.
Su liderato, sus victorias, le sientan allí, junto a Valentino Rossi. Se acerca al micro el italiano: "Es positivo para él, para nosotros lo es un poco menos. Está ejerciendo un dominio bestial y haciendo un gran trabajo, pero tendremos que intentar ganarle. Por nosotros y por el campeonato", razona Rossi.
nos obliga a todos a aprender de su capacidad para adaptarse a cada situación" Valentino Rossi. Campeón del Mundo
"A ninguno de nosotros nos gusta que uno gane todas las carreras. Hace que parezca todo muy fácil y no lo es. Aún así no creo que nadie se aburra viéndolo correr, él no te deja. Además, esto es historia, aunque a los pilotos no nos guste", apunta Hayden. Dovizioso ofrece otro punto de vista: "Es bonito ver cómo hay pilotos que cambian la percepción de los límites. Cuando tú crees que ya no se puede ir más deprisa aparece alguien como Marc para demostrarte que sí, para obligarte a exigirte más a ti mismo".
Es una de las cualidades que admira más a sus rivales, su búsqueda de los límites: "Lo que más me sorprende es cómo puede correr en el límite durante tanto tiempo y sin cometer errores, especialmente en carrera. Se equivoca en los entrenamientos, pero aprende de ello y no vuelve a fallar el domingo", indica Hayden. "Esa capacidad para ir al límite es espectacular: tú ves cómo está a punto de caerse, pero nunca lo hace", añade Lorenzo. "Nosotros le llamamos El Gato: siempre cae sobre sus cuatro patas, nunca se hace daño", ríe alucinado Crutchlow. Y completa Aleix Espargaró: "Siempre va al 99%, rozando el límite. Es impresionante cómo maneja las situaciones más críticas".
Rossi apunta en otra dirección: "Hay dos cosas que me impresionan de Márquez. La primera, lo rápido que era ya el año pasado. Los otros pilotos estaban preocupados por si podría mejorar en la segunda parte de la temporada. Y lo hizo: se caía menos y cometía menos errores. Este año nos obliga a todos a aprender de su capacidad para adaptarse a cada situación, sea la carrera en seco, en mojado o en condiciones mixtas, como si hay un flag to flag y tiene que cambiar de moto en plena carrera. Eso es lo más impresionante de lo que ha hecho este año, ganar en cualquier circunstancia".
Este año comete menos errores y sabe cuándo es momento de arriesgar y cuándo no", Santi Hernández. Ingeniero de pista
No ven nada distinto, ya desde la barrera, otros tipos que fueron también capaces de triunfar sobre dos ruedas. Como Randy Mamola: "Todo lo hace con naturalidad. Y es esa habilidad que tiene innata la que le permite adaptarse a cualquier situación". "Con una 500cc o con una MotoGP aquí triunfa el piloto que mejor sepa o pueda adaptarse a la moto, a los neumáticos, a los circuitos, y pilotar más allá del límite. Eso es lo que hace Marc", añade Freddie Spencer, hasta el año pasado el más joven ganador del título en la categoría reina.
"Lo que ocurre habitualmente cuando peleas con alguien en carrera es que sabes las debilidades del otro, pero él no tiene ninguna debilidad. Además, tiene una consciencia total sobre lo que ocurre, sabe en cada momento cómo va a responder la moto. Y parece que sea capaz siempre de sortear los obstáculos", insiste el americano. Y vuelve Mamola: "Llevo 26 años en el Mundial y en todo este tiempo es la primera vez que veo que nadie es capaz de retar a un piloto".
"Tiene un don de Dios. Pero, además, tiene cabeza y sabe que no basta con el talento, que necesita trabajar. Es inteligente y listo. Tiene la sonrisa siempre a punto, es muy simpático y hasta eso ayuda. Puede ganar la décima y mucho más. Va camino de convertirse en uno de los grandes. Pero para convertirse en un mito no basta un año; aún así creo que pasará a la historia", cierra Agostini, el líder del club de las 10. Sabe que tiene un digno heredero.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.