Así se atrapó a los agresores del ultra del Riazor Blues
Los cuatro acusados de homicidio se encuentran en prisiones distintas Las grabaciones caseras y los posteriores registros fueron clave para dar con los implicados
— ¿Qué pasa, dime?, respondió a uno de sus tres teléfonos móviles Ismael López Pérez, al ver la llamada de su mujer, Inmaculada. Eran las 7.38 de la mañana del pasado 16 de diciembre.
— Oye, Isma, no salgas de casa con los niños, ¿vale? Que Óscar y Sergio ya, ¿vale?, advirtió ella.
— ¿El qué?
— Óscar y Sergio, repitió ella.
— Vale, vale, entendió Ismael.
— No salgas de casa, insistió.
— Vale, colgó él.
Delatados por su vestimenta
» Ismael López Pérez. En los archivos policiales llevaba el nombre de "Autor Nº2": "Varón, de complexión normal, vistiendo chaqueta de color verde/grisáceo, polo de color rojo y gris, con el cuello blanco".
» Sergio Santiago Martínez. En un primer momento se encuentra registrado como "Autor Nº1": "Varón, de complexión fuerte, vistiendo cazadora negra con capucha. Cubre su rostro con una semimáscara con predominio de color blanco".
» Francisco Javier Jiménez Linares. Es el archivado como "Autor Nº3": "Varón, de complexión fuerte, vistiendo cazadora de color negro, gorra de visera de color negra con los colores de la bandera de Alemania y barba poblada".
» José Luis Zarzoso. Es el identificado como "Autor Nº4". Se le ve claramente en muchas de las imágenes captadas por las cámaras porque viste un llamativo abrigo bicolor —rojo en el cuerpo y negro en las mangas—. Va siempre en la avanzadilla de los agresores del Frente Atlético. Es el primero en golpear a Jimmy.
Minutos más tarde, la policía entraba en su chalé de Parla y se llevaba detenido a Ismael López Pérez, de 34 años, como presunto autor material del asesinato de Francisco Javier Romero Taboada, el ultra de 43 años del Riazor Blues que falleció tras recibir una brutal paliza y ser arrojado al río Manzanares por aficionados del Frente Atlético el pasado 30 de noviembre en Madrid. Aunque no utilizó su teléfono desde el día de los hechos, esa conversación de 28 segundos con su mujer delató que ambos esperaban, en cualquier momento, la llegada de las fuerzas de seguridad.
“Varón de complexión normal, vistiendo chaqueta de color verde/grisáceo, polo de color rojo y gris con el cuello blanco…”, su particular vestimenta le traicionó. En las imágenes, ya estabilizadas por la policía científica, se ve a Ismael que, tras participar en el apaleamiento del ultra del Riazor, le arroja al agua, donde éste permaneció casi media hora, antes de ser rescatado por los bomberos de Madrid con síntomas de hipotermia, el bazo reventado y fuertes golpes en la cabeza. Ismael López no tenía antecedentes, pero la policía conocía su pertenencia a la sección Tercio de Flandes del Frente Atlético y a Ultras de Parla. En el momento de su detención “rompió a llorar”, según relatan los investigadores, pero “acto seguido”, al ver la fotografía en la que se le identificaba, “adoptó una actitud fría y negó ser él y los hechos de los que se le acusaba”. Actualmente está en la prisión de Alcalá Meco por un delito de homicidio y participación en riña tumultuaria.
Uno de los supuestos agresores “rompió a llorar” al ser detenido por la policía
Sergio Santiago Martínez es un joven de 23 años que vivía con sus padres en Alcobendas. Consta en los informes policiales, elaborados tras el visionado de múltiples vídeos caseros y de cámaras de seguridad de la zona, como un “varón, de complexión fuerte, vistiendo cazadora negra, con capucha. Cubre su rostro con una bufanda con predominio de color blanco”. Las precisas descripciones y la estabilización y ampliación de los vídeos obtenidos por los agentes de la Brigada Provincial de Información de Madrid, terminan por hacer posible la localización e identificación “sin ningún género de dudas ni error posible” de los presuntos autores y participantes en la multitudinaria reyerta entre hinchadas rivales e ideológicamente enfrentadas, de extrema derecha los del Frente Atlético y de extrema izquierda los del Riazor. Sergio, que ya había sido detenido al menos en dos ocasiones, pertenecía a la sección Fight Firm del Frente Atlético y “es uno de los que siempre estaba en primera línea de las peleas entre ultras”, según los agentes. Hoy cumple prisión en la cárcel de Valdemoro.
Los vídeos estabilizados por la policía científica permiten ver con claridad a los autores
Óscar Expósito de la Casa, al que también aludía la llamada, es otro amigo de Ismael y vecino de Parla, de 38 años. No fue acusado de homicidio.
Francisco Javier Jiménez Linares, de 28 años, “viste cazadora negra, gorra de visera negra con los colores de la bandera de Alemania, un escudo y estrellas amarillas, siendo de complexión fuerte y llevando la barba poblada”. Las prendas señaladas por los agentes fueron encontradas posteriormente en el registro de su domicilio en Parla. Él aparece en las imágenes como uno de los primeros que agrede a Romero Taboada “propinándole golpes con un objeto contundente que porta en sus manos y, posteriormente, cuando la víctima mortal cae al suelo a causa de los golpes, iza —junto con Ismael López Pérez— a su oponente y lo arrojan al cauce del río”. Hoy permanece encerrado en la cárcel de Navalcarnero.
Prendas que los acusados portaban el día de la agresión fueron localizadas
José Luis Zarzoso, de 38 años, y detenido en Valencia en una segunda fase de la operación, aparece en varias imágenes con un llamativo anorak bicolor —torso rojo y mangas negras— . Fue el que lanzó el primer puñetazo contra el hincha gallego. “Un hombre corpulento, de 1,96 de estatura, perteneciente a la Sección Levante del Frente Atlético y miembro muy activo del club, porque se desplazaba habitualmente a otras ciudades para asistir a los partidos del equipo rojiblanco”. En el registro de su casa se encontraron algunas de las prendas que le delataron. Hoy está preso en el centro penitenciario de Soto de Real.
A dos de los presuntos autores se les identifica al lanzar a ‘Jimmy’ al río
Las imágenes hablan por sí solas. Y las declaraciones de testigos, las intervenciones telefónicas, los registros y las geolocalizaciones de los teléfonos móviles hicieron el resto. La Operación Neptuno se saldó con más de 60 detenidos, pero estos cuatro son los que tras una minuciosa investigación han sido acusados por participar directamente en el apaleamiento que acabó con la vida de Jimmy, como se le conocía entre la hinchada gallega. Su brutal asesinato ha marcado un antes y un después en las políticas y los procedimientos de seguridad en el fútbol español, cuyos principales representantes tuvieron que elaborar y aprobar de urgencia una batería de medidas para erradicar la violencia en los estadios.
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