Incertidumbres y certezas del Real Madrid antes del clásico
Ancelotti dice no tener dudas en cuanto al once y al esquema que empleará en el Camp Nou; solo le preocupa la excesiva tranquilidad que se vio en la segunda parte contra el Levante
¿Después de lo que ha visto hoy qué le preocupa y qué le tranquiliza de cara al clásico del domingo en el Camp Nou?, le preguntaron este domingo a Carlo Ancelotti después de la victoria por 2-0 contra el Levante. “No sé”, soltó antes de pensárselo un rato. “Me tranquiliza la confianza vista en el primer tiempo y me preocupa la segunda parte”, contestó finalmente. El sábado había pedido “un partido de calidad, intensidad, donde todos trabajen juntos y se ayuden”. Se vio durante media hora. “Hemos entendido lo que tenemos que hacer, hoy [por anoche] lo hemos hecho por una buena parte de partido; para el domingo necesitamos hacerlo durante todo el partido”, explicó. El domingo el Madrid visita al Barcelona en el Camp Nou en un clásico que puede alterar los equilibrios del campeonato. ¿Con qué incertidumbres y con qué certezas llega el equipo de Ancelotti?
La defensa titular, recuperada
El técnico italiano ha recuperado a su pareja de centrales favorita. Para él, no hay nadie mejor que Sergio Ramos y Pepe; por personalidad, carácter, físico y fuerza. Los dos serán fundamentales para frenar al tridente del Barcelona. La zaga contará, además, con el empuje de Marcelo y Carvajal en los laterales. Esa es la defensa que jugó el clásico en la primera vuelta. En lo que va de año, Ancelotti –entre lesiones y rotaciones- sólo ha podido alinearla en tres partidos: Mestalla, ida de la Copa contra el Atlético y anoche contra el Levante.
El equilibrio de Modric
El croata ha regresado después de cuatro meses de lesión y ha devuelto equilibrio al centro del campo del Real Madrid. Desquiciado en los últimos partidos, necesitaba la pausa de Luka Modric al que nunca le quema el balón. Siempre se ofrece, sus compañeros le buscan, ordena al equipo y los demás, a su lado, se sienten más liberados. Caso de Lucas Silva (que, salvo sorpresa, no jugará en el Camp Nou) y caso de Bale. “Gareth está más cómodo con Modric. Su presencia le da más oportunidad de entrar en el juego”, comentó anoche Ancelotti. En el clásico de la primera vuelta el Madrid anuló al Barcelona con una medular formada por Modric, Kroos e Isco, la misma que jugará el domingo.
Bale, con la moral por las nubes
El galés se perdió el clásico de la primera vuelta por una rotura muscular. Su banda la ocupó James (ahora en la enfermería recuperándose de una fractura del quinto metatarsiano del pie). El domingo Bale será de la partida y con la moral por las nubes después del doblete que anotó anoche y que celebró con rabia: primero tapándose las orejas y luego pegando una patada al banderín del córner. Llevaba el galés nueve partidos sin marcar; en esos encuentros sólo había dado una asistencia (el 31 de enero contra la Real Sociedad). Nada grave según Ancelotti, que siempre le defendió públicamente y quiso insistir con él.
Intensidad a medias
El Madrid saltó al campo este domingo contra el Levante con otra cara. Más centrado y más intenso. Con una defensa tan adelantada que achicó al rival hasta meterlo en su campo durante buena parte del primer tiempo. No duró demasiado el empuje de los blancos, que se pasaron la segunda parte al trote. Ancelotti había pedido ayudas, compromiso y trabajo de equipo. Volvieron a verse las tres cosas; pero no con la continuidad que acostumbraba el Madrid. De ahí que el técnico dijera que se quedaba con la victoria y el primer tiempo. “El domingo va a ser un partido distinto, necesitaremos dar el máximo para ganar, si lo damos nos valdrá para hacerlo”, comentó.
El estado anímico de Cristiano
El portugués está enfadado con el mundo. No entiende los pitos del público del Bernabéu –hay varias imágenes en las que se le ve resoplando y desafiando a la grada- y juega con ansiedad. “Un futbolista que acostumbra a meter 60 goles, si mete 40 se mosquea, pero no se le puede achacar nada”, decía ayer Sergio Ramos. Tan mosqueado estaba que se fue del campo sin saludar al público; se metió corriendo a vestuarios en cuanto pitó el árbitro. Ha vuelto a verse el lado más egoísta de Cristiano; más enfadado por haberse quedado de nuevo sin marcar que contento por la victoria del equipo. Messi le ha adelantado en la clasificación del pichichi (32 por 30) y con ese estado anímico se presentará el portugués en el Camp Nou. La duda es saber si conseguirá canalizar ese afán de revancha y esas ansias que le entran por superarse a sí mismo. En el clásico de la primera vuelta marcó el gol del 1-1 (el Madrid remontó y finalmente se impuso por 3-1).
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