La Copa de Andrés Guardado

La séptima Copa Oro de México será rememorada, probablemente, por los errores arbitrales que favorecieron a la selección de Miguel El Piojo Herrera en la competición. Cuando las heridas se desvanezcan, sin embargo, el triunfo deberá ser recordado como obra de Andrés Guardado. El capitán del Tricolor, nombrado mejor jugador del torneo, fue la gran excepción en un equipo de actuaciones irregulares que dio a sus aficionados más momentos de sonrojo que de gloria.

El reloj había marcado treinta minutos en la primera mitad de la final de la Copa. Paul Aguilar controló un impecable pase que Jonathan dos Santos había pateado desde el círculo central. Sacó un centro con la pierna derecha hacia el área. Guardado, que entraba corriendo, midió el balón y se acomodó con un frenazo y un par de pasos cortos a su izquierda. Le pegó a la pelota sin ira, de voleo, con la parte interna del pie. Fue un golazo que abrió el marcador y demostró la valía del carrilero del PSV, que convertía su sexto tanto en el torneo.

Guardado, de 28 años, terminó esta Copa como el máximo goleador de México. Fue el que limpió la cara al ataque tricolor, que se quedó sin pólvora desde muy temprano en el torneo. A Carlos Vela se le contaron más desatinos que goles (dos). Oribe Peralta se quedó vacío tras marcar un triplete a la débil defensa cubana, en el primer partido de la ronda de grupos. No volvió a destacar hasta esta noche, cuando un embarazoso error del defensa jamaicano Hector le permitió reencontrarse con las redes.

Tres de los seis goles de Guardado fueron anotaciones de penalti. Fue el verdugo de Costa Rica, en cuartos, y de Panamá, en la semifinal, los rivales afectados por los regalos que los árbitros hicieron a México. Por esto, Guardado fue objeto de una polémica artificial originada en las redes sociales que sostenía que debía haber fallado adrede el tiro para cederle a los panameños el pase a la final y enmendar el error del silbante. Pero el justiciero que imaginaba Twitter no llegó. Tras el partido, sin embargo, confesó que la idea cruzó su mente “por un momento”.

El gran desempeño que Guardado tuvo en esta Copa no fue producto de un chispazo de inspiración. Ha formado parte del magnífico año que Guardado ha tenido en Europa. En abril de este año se coronó en la Eredivisie con el PSV Eindhoven, donde también es capitán. Fue con el equipo dirigido por Philip Cocu, donde encontró un papel protagónico para interpretar. Es el primer título de Liga que consigue en el continente a pesar de haber pasado por clubes de España y Alemania (Dépor, Valencia y Bayer Leverkusen). En 2015, fue nombrado uno de los mejores jugadores del fútbol holandés.

El Piojo Herrera también lo valora como una pieza imprescindible. La media fue la zona del equipo que mejor funcionó en la Copa. El capitán fue, de forma indiscutible, el que más brilló en esa área, lastrada por las lesiones de Giovani dos Santos, Yasser Corona y una decepcionante actuación de Héctor Herrera durante el torneo.

Guardado ha sido fundamental para que México no volviera de Estados Unidos con las manos vacías. El entrenador mexicano se había comprometido a ganar la Copa Oro. La actuación de México deja muchas dudas, pero no la de Guardado, que ha evitado que El Piojo se muerda la lengua.