Vettel: “Dejé claro a Ferrari que quería seguir con Kimi Raikkonen”

Últimamente, cada vez que le preguntan a Sebastian Vettel quién era su ídolo cuando era pequeño, él mira al cielo, suspira, y responde aquello que la mayor parte del mundo ya sabe: “Michael Schumacher”. Mientras el heptacampeón prosigue su recuperación en la granja familiar de Gland (Suiza), Vettel lo lleva en el pensamiento, ya le toque correr en Australia, Hungría o, como ocurre este fin de semana, en Bélgica. No es casual que el corredor de Heppenheim fuera apodado en su día como ‘Baby Schumi’, un sobrenombre que a día de hoy está más vigente que nunca. Al igual que ocurrió en 1996 con el piloto de Kerpen, Ferrari reclutó a Vettel a finales de la temporada pasada para que comandara la resurrección de la ‘Scuderia’ una vez completado el ciclo de Fernando Alonso. Con Seb, la cúpula de los bólidos rojos trata de replicar la fórmula que en su día le llevó a encadenar la mejor racha de la historia (cinco dobletes entre 2000 y 2004). Y es en esta coyuntura que cobra más sentido la renovación, otro curso más, de Kimi Raikkonen.

El finlandés es todo un personaje. En la última encuesta impulsada por la Asociación de Pilotos (GPDA) salió elegido como el piloto más popular, por delante de Alonso y Button. Tener tirón siempre es algo a tener en cuenta, especialmente en una época en la que los patrocinadores escasean. Pero tratándose de Ferrari, si ha habido un factor determinante a la hora de prolongar otro año el acuerdo entre el Hombre de Hielo ha sido la sintonía que tiene con Vettel, que no ha dejado de piropearle a pesar de los discretos resultados que acumula el nórdico al compararlos con los suyos: Seb ocupa la tercera posición de la tabla con dos victorias (Malasia y Hungría) y siete podios (160 puntos), mientras que Kimi marcha el quinto con 84 puntos menos que él, y con un sólo podio (fue segundo en Bahréin).

En el equipo italiano están muy contentos con la deriva de este año; no era cuestión de tocarle las narices al tetracampeón

En Maranello están muy contentos con la deriva que lleva la estructura este año, y lógicamente no era cuestión de tocarle las narices al tetracampeón, deshaciéndose de su colega y colocándole al lado a alguien que le incomodara. En Spa, Ferrari cumple 900 grandes premios a la vez que su nuevo buque insignia seguramente se convertirá en el competidor que más puntos acumula en su hoja de servicios (actualmente está empatado con Alonso a 1.778). Mauricio Arrivabene, el director del constructor de ‘Il Cavallino Rampante’, no tuvo reparos en reconocer el día de la renovación de ‘Iceman’, que se tomó esta decisión “porque aporta estabilidad al equipo”, un gesto muy del estilo empleado en la era Schumacher. Al igual que le ocurrió en su día a Rubens Barrichello, eterno escudero de Schumacher, Raikkonen da por bueno serlo de Vettel, consciente como es, a los 35 años, de que de ahora en adelante, todo el tiempo que siga en la F-1 le cae de propina. “No tuve voto en la decisión sobre su renovación. Sólo dije lo que pienso y expresé mi opinión. Dejé claro a Ferrari que quería seguir trabajando con Kimi”, reconocía Vettel este jueves en Spa, donde afrontará su 150º gran premio.

Le conozco muy bien y tenemos muy buena relación y respeto el uno por el otro" Raikkonen

“No sé exactamente a qué se refiere”, contestó el finlandés cuando se le sugirió qué papel había jugado el buen rollo que mantiene con su compañero en la prolongación de su contrato. “Le conozco [a Vettel] muy bien y tenemos muy buena relación y respeto el uno por el otro. Cuando él lo hace bien yo se lo reconozco y lo mismo hace él conmigo”, añadió Kimi. “Tratamos de ganarnos el uno al otro en la pista pero todavía podemos ser amigos”, zanjó el último campeón del mundo con Ferrari –lo fue en 2007–. Ahora habría que saber si la armonía se mantendría en el caso de que los papeles se intercambiaran y fuera Vettel quien le persiguiera a él.