Lituania resiste ante Serbia y será el rival de España en la final

Lituania resistió el asalto de última hora de Serbia, venció por 64-67 y se clasificó para la final, este domingo (19.00), contra España. Lituanos y españoles volverán a luchar por la medalla de oro como ya hicieron en 2003. Entonces, en Estocolmo, venció Lituania, aunque en el último enfrentamiento crucial, en las semifinales de los Juegos Olímpicos de 2008, ganó la selección entonces dirigida por Aíto García Reneses.

La semifinal en el Pierre Mauroy de Lille fue tensa a más no poder. Los lituanos la sacaron adelante gracias a su defensa y a su superioridad en el rebote. Hicieron valer el poderío de Valanciunas cerca del aro. Los pívots lituanos ejecutaron una tremenda labor de desgaste sobre las torres serbias, Raduljica, Erceg y sobre todo Bjelica, muy bien controlado por Jankunas y Kuzminskas.

Lituania mandó durante casi todo el partido. Kalnietis le dio muchos quebraderos de cabeza a Teodosic. El base lituano perdió hasta ocho balones y su equipo, 20, ocho más que el serbio. En contraposición, Kalnietis mantuvo el ritmo que más le convino a su escuadra, repartió nueve asistencias y anotó 12 puntos. Valanciunas y, sobre todo Kuzminskas y Seibutis le dieron a su equipo ventajas de hasta 11 puntos en el segundo cuarto (17-28) y de nueve ya entrado el último (43-52).

Serbia no supo aprovechar el casi nulo acierto de los lituanos en los triples: 2 de 14. Los cañoneros del equipo dirigido por Djordjevic tampoco acertaron a pesar de su reiteración en el intento. Acertaron solo seis de los 28 lanzamientos que efectuaron desde la máxima distancia. Aun así, Serbia consiguió llegar a los instantes finales a tiro de piedra.

Los errores se acumularon por ambos bandos, pero Lituania consiguió administrar la ligerísima ventaja con la que se plantó en los últimos tres minutos (57-59). Fuera de foco Maciulis, Seibutis y Kuzminskas emergieron en esos instantes decisivos. La defensa lituana acabó haciendo el resto y Bogdanovic y Bjelica acabaron perdiendo los nervios y el acierto.

España se encontrará en la final a un rival inesperado, que perdió ante Bélgica en la primera fase y sacó adelante el resto de encuentros por márgenes mínimos, excepto en los cuartos de final contra Italia, a la que doblegó por diez puntos de margen. Valanciunas, el pívot de los Toronto Raptors, Maciulis, el alero del Real Madrid, y Kalnietis, el base del Zalgiris forman la columna vertebral del equipo lituano, que fue cuarto en el Mundial del año pasado en Madrid y medalla de plata en el Eurobasket de Eslovenia tras perder la final ante Francia.