“Solo somos gente normal que juega bastante bien al rugby”
Tras ganar el Mundial, el seleccionador neozelandés Steve Hansen alaba el juego de Australia "Pese al abultado resultado, el encuentro ha estado muy apretado”, asegura
Tras conseguir lo que nadie había conseguido antes, revalidar el título de campeón del Mundo, y cerrar un ciclo de cuatro años con solo tres derrotas, lo primero que ha hecho el seleccionador neozelandés Steve Hansen ha sido dar la enhorabuena a su rival en la final, Australia, y asegurar que gracias a ellos su gesta (34-17) es mayor. “Antes de empezar con las preguntas me gustaría felicitar en nombre de todo el equipo a Australia. Han sido unos grandes rivales y, pese al abultado resultado, el encuentro ha estado muy apretado”, afirmó tras entrar en la sala de prensa de Twickenham junto al capitán Richie McCaw y la copa Webb Ellis, que por primera vez en las ocho ediciones del torneo no cambiará de manos.
“Cuando nos reunimos antes de venir a Inglaterra, dijimos que lo más importante era que nos divirtiéramos, muchos atletas nos olvidamos de disfrutar”, explicó Hansen; “queríamos dejar este país y que todo aquel que nos encontráramos supiera que somos buena gente, que no somos unos ogros que solo pensamos en ganar. Somos gente normal que juega bastante bien al rugby”.
“Tienes que intentar pasarlo bien. Ganar es la recompensa última, pero lo divertido es el proceso. Tras el torneo tienes que ser capaz de reclinarte en el sofá y tener buenos recuerdos”, explicó McCaw, que pone con este partido fin a la carrera rugbística internacional más longeva de la historia (148 partidos). El que, para Hansen, es el mejor jugador de la historia del equipo más laureado intentó explicar cuál es el secreto de los All Blacks: “Cuando te vistes con esta camiseta sientes la responsabilidad de hacerlo bien y contribuir al legado que te han dejado. Pero, sobre todo aprendes que el equipo está por encima de cualquier individualidad. Tú tienes que hacer tu trabajo, y si lo haces llegarán los resultados”.
“No hay excusas. Son justos vencedores. Han sido el mejor equipo desde el pasado Mundial”, reconocía minutos antes su homólogo australiano Michael Cheika; “tuvimos nuestra oportunidad para dar la vuelta al partido y luchamos con orgullo hasta el final, pero no pudo ser”. “No fuimos lo suficientemente buenos”, aceptó el capitán wallaby Stephen Moore; “Siempre que juegas contra ellos es duro, pero hoy se merecen la victoria”. Tampoco puso objeciones al campeón el medio melé Will Ginea, abatido tras el partido: “Son un gran equipo, pero nosotros no nos rendimos”.
La ausencia total de rencores entre estos enemigos históricos la demostraron el neozelandés Sonny Bill Williams y el australiano Israel Folau. “Hey Isi”, soltó el kiwi nada más entrar en la zona mixta y se fundió en un abrazo con su rival. “Nuestro equipo es una hermandad, tienes que hacer tu trabajo y punto. Pero esto es deporte, a veces ganas y a veces pierdes. Por suerte hoy nosotros ganamos”, cerró el centro All Black, que entró en el descanso y asistió en uno de los ensayos de su equipo.
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