La pesadilla del Valencia
Garrido y Subirats consideran que la crisis del colista se debe a las malas decisiones de Lim y la nefasta planificación deportiva
El primer mes de competición está siendo una pesadilla para el Valencia, colista de la clasificación en la Liga, con cuatro derrotas consecutivas en un arranque de temporada para olvidar y que pone en entredicho la decisión de dar continuidad en la dirección del conjunto che a Pako Ayestarán, que concluyó el curso pasado su estreno en el banquillo de Mestalla perdiendo los tres últimos partidos. El técnico de Beasáin suma, pues, siete encuentros seguidos sin lograr puntuar, con un bagaje global de 10 puntos cosechados de 36 en disputa, dirigiendo 12 partidos al Valencia. “Es preocupante lo que está pasando en el Valencia, sin proyecto ni ideas”, expresó la tarde de domingo en las redes sociales sin pelos en la lengua Mario Kempes, ídolo del valencianismo y embajador del club.
“Soy el entrenador idóneo para el proyecto del Valencia”, se reivindicó Ayestarán en el último partido de Liga de la pasada temporada que terminó con un adverso 0-1, vencido por la Real Sociedad. Días después, Ayestarán, junto un reducido grupo de jugadores che, entre ellos Javi Fuego y Paco Alcácer, que ya no forman parte del Valencia, viajó a Singapur para cambiar impresiones con Peter Lim.
El magnate de Singapur quedó convencido de los planes para el Valencia del expreparador físico de Rafa Benítez. Tal vez, a Lim le persuadió la sospecha de que Ayestarán sería un buen entrenador de club, dócil con la planificación deportiva, sin cuestionar de qué jugadores dispondría ni su procedencia, sin entrar a valorar las ventas ni las compras. “Ayestarán tenía mucha ilusión por entrenar al Valencia, como Kempes se ha postulado o como cualquier exjugador tendría. Si los que toman las decisiones consideran que es el adecuado, no tiene por qué renunciar. A Ayestarán lo conozco de cuando fui a ver a Benítez para conrtatarle como preparador físico. Como entrenador tiene menos bagaje. Últimamente hay entrenadores que están dando sus primeros pasos en el Valencia. Quizá sea una de las causas de los problemas, ya que el equipo está en construcción. No es un equipo hecho. Es muy arriesgado"”, entiende Javier Subirats, excelso centrocampista del Valencia desde finales de los años ochenta hasta los noventa, y exdirector deportivo en la etapa más dorada del club che, a inicios del nuevo milenio.
La llegada de Lim prometía el fin de la austeridad. La temporada pasada el magnate de Singapur asumió una ampliación de capital de 100 millones para capitalizar el Valencia. “Aparentemente el dinero se ha puesto, pero se ha invertido mal. En el Valencia en los últimos años han venido jugadores apuesta que no han dado el nivel. Se ha ido generando y sembrando la situación actual. Y falta liderazgo. El entrenador que lo dirija tiene que venir con el currículum hecho. Neville era comentarista y no había entrenado nunca. Si es una apuesta personal del dueño, tiene que salir bien desde el primer día. En su día el Villarreal apostó por mí y conseguí resultados inmediatos, con la clasificación para la Liga Europa en la primera temporada y para la Champions en la segunda”, considera Juan Carlos Garrido exentrenador del Villarreal y Betis, entre otros, que vive en la capital del Turia, presente habitual en Mestalla.
Culpa compartida
“No hay solo un responsable en la crisis del Valencia. La responsabilidad es compartida con todos los que tienen capacidad para decidir. Desde el dueño, la planificación deportiva, el entrenador y los jugadores. Todos tienen su parte de culpa y los que tienen que buscar las soluciones para revertir la situación, aunque los que toman las decisiones en el club son los que han llevado al equipo a esta situación”, reflexiona Subirats, que analiza técnicamente al Valencia. “Todo el mundo ve lo que se está haciendo mal. El equipo tiene un desequilibrio en ataque-defensa y lagunas en puestos muy importantes. Y cuando tiene que atacar tampoco tiene jugadores goleadores. Y se han ido André Gomes, Alcácer y Mustafi. Los mejores. Tanto individual como colectivamente, el Valencia deja mucho que desear”, desgrana Subirats, mientras el equipo sigue a la deriva y Ayestarán se juega el puesto.
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