España tiene hambre
Tras quedar apeada de Río, la selección de balonmano afronta el Mundial con un relevo técnico y piezas nuevas. Francia, anfitriona y ganadora de tres de los cuatro últimos Mundiales, es la gran favorita
El fiasco fue monumental, tan grande que desde entonces la palabra ha quedado completamente desterrada del vestuario. “Eso hay que olvidarlo. Fue un palo, pero esto es deporte. Lo del Preolímpico es pasado”, decía ayer el risueño Eduardo Gurbindo en la recepción del Consejo Superior de Deportes (CSD), en Madrid, poco antes de que él y el resto de los internacionales cogiesen un avión y pusiesen rumbo a Francia. Allí, la selección española de balonmano afronta el Mundial con aires renovados y el objetivo de prolongar los éxitos de un deporte que, borrón de Río aparte, ha garantizado alegrías.
Cerrado el ciclo del exseleccionador Manolo Cadenas, saldado con una plata y un bronce continentales, se abre un nuevo periodo, continuista pero con variantes muy significativas. Sobre todo en el relevo técnico y varias caras nuevas que sintetizan el cambio. Hace cuatro meses, la Real Federación Española de Balonmano (RFEB) anunció la contratación de Jordi Ribera, preparador teórico y concienzudo que durante varios años se ha dedicado a potenciar el juego en Brasil, y al que ahora le aguarda el laborioso reto de establecer nuevos cimientos en la élite y las categorías inferiores como director técnico; o sea, en un concepto similar al de un mánager, con un proyecto planificado a cuatro años vista.
“El no haber ido a los Juegos debe servirnos como una motivación extra. Fue muy duro, pero ahora tenemos que emplear toda esa rabia que tenemos dentro para jugar con más fuerza”, arengaba el capitán, Raúl Entrerríos, la voz de un grupo que con el nuevo entrenador presenta varios retoques, aunque la base la aporta una vez más el Barcelona, que aporta a Entrerríos, Víctor Tomás, Gonzalo Pérez de Vargas, Valero Rivera Jr y Viran Morros. En el bloque de 17 no figuran pesos pesados como Arpad Sterbik (37), Rafael Baena (34), Antonio García (32), Cristian Ugalde (29) o Jorge Maqueda (28), y en su lugar aparecen jugadores menos curtidos como Álex Costoya (23), David Balaguer (25), Iosu Goñi (26) o Ángel Fernández (28).
A priori, el libreto de Ribera apunta que habrá menos improvisación. En ese sentido, el nuevo seleccionador es más intervencionista que Cadenas, quien dejaba más libertad a sus hombres y se fiaba más a la inspiración individual de estos. “Este Mundial es complicado, pero debemos ponernos el listón alto”, indica el navarro Gurbindo, miembro del Nantes francés. “Ha venido gente joven que nos ha aportado aire fresco. Antes tirábamos mucho de veteranía y ahora es importante que entren nuevos jugadores, con hambre. Vamos allí a competir con toda la ilusión del mundo”, agrega Álex Dujshebaev, hijo del mítico Talant.
A diferencia de Cadenas, más fiado a la inspiración individual, el libreto de Ribera apunta que habrá menos improvisación
España, cuarta en el último campeonato del mundo (Qatar 2015) e integrada en el Grupo B del torneo, jugará la primera fase en el Arènes de Metz, con capacidad para 5.300 espectadores. Le espera la punzante Eslovenia, dirigida por Veselin Vujović; dos rivales correosos, la Túnez de Wael Jallouz y la Macedonia de Kiril Lazarov), uno enigmático (Islandia) y un último desconocido (Angola). Las cuatro primeras selecciones de cada cuadro (hay 24 equipos) lograrán un billete para los octavos; a partir de ahí, cruces directos hasta la final que tendrá lugar (día 29) en Paris-Bercy. Y en los banquillos, el sello de la Asobal y el balonmano español con Valero Rivera (Qatar), Talant Dujshebaev (Polonia), Xavier Sabaté (Hungría), Antonio Carlos Ortega (Japón) y Mateo Garralda (Chile).
Francia, anfitriona y ganadora de tres de los cuatro últimos Mundiales, es la gran favorita. Karabatic y los suyos representan el gran desafío. "Está todo el país muy volcado", precisa Gurbindo. "El balonmano es un deporte importante para ellos, lo montan muy bien y cuentan con la ventaja de jugar en casa", añade el extremo, que a su vez invita a no mirar demasiado lejos: "Vayamos partido a partido". Pues eso, abrazados al cholismo.
EL CALENDARIO DE LA FASE DE GRUPOS
España-Islandia:
12 de enero (20.45, Tdp)
Túnez - España:
14 de enero (17.45, Tdp)
España - Angola:
16 de enero (20.45, Tdp)
Macedonia - España:
18 de enero (20.45, Tdp)
España - Eslovenia:
19 de enero (20.45, Tdp)
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