Una ciudad en estado de excepción

Una ciudad de poco más de 300.000 habitantes recibe hoy a cerca de 200.000 aficionados. Hay rincones de Cardiff sacados de un relato distópico. Grupos de entre 15 y 20 agentes circulando de un lado a otro como en un videojuego, furgonetas con cámaras en el techo que graban en todas las direcciones y grupos de élite sin distintivo que funcionan como un sensor: ante cualquier movimiento extraño, brusco o un cambio de dirección de un coche, reaccionan de inmediato.

Cardiff es a estas horas una ciudad en alerta roja. Están protegidos los edificios históricos y está protegido, sobre todo, el estadio Millennium en el que se van a reunir 75.000 personas a partir de las ocho de la tarde. Desde hace unos días están suspendidas las visitas guiadas y varias patrullas vigilan los accesos al estadio. Como se da la particularidad de que el Millennium limita con un río, el Taff que atraviesa Cardiff, el operativo incluye embarcaciones policiales atentas a cualquier sospecha. Desde primera hora también los helicópteros están sobrevolando la ciudad. Tierra, mar y aire. La final de la Copa de Europa ha puesto en marcha, según fuentes policiales a la agencia Efe, el mayor operativo de seguridad desde la cumbre la OTAN hace tres años.

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Además, desde ayer el centro permanece cortado al tráfico, así como los aledaños del estadio, tomado por los agentes de seguridad. Especial atención merece el tráfico de vehículos pesados; varios de ellos han sido parados aleatoriamente para ser identificados. Además, el partido se jugará con el techo retráctil del estadio cerrado para evitar, según comunicó la UEFA a los clubes, algún tipo de ataque mediante drones. No se prevén pantallas gigantes en las zonas instaladas para fans, para así evitar aglomeraciones descontroladas. En los servicios de seguridad está muy presente el atentado de Manchester en un concierto de la artista Ariana Grande; atentado suicida que dejó 22 muertos y 64 heridos.

Y si esto ocurre en Cardiff, en Madrid se esperan también medidas de seguridad extraordinarios en el caso de que el Real consiga el título. Allí, según información de Europa Press, la Policía Nacional movilizará a 500 agentes y limitará el tráfico de camiones en la capital.

También se hará un “exhaustivo control” de acceso a la zona de la Cibeles, lugar habitual de celebración del equipo blanco, impidiendo que los aficionados que se congreguen allí lleven alcohol, vidrio u otros objetos peligrosos. Asimismo, se instalarán elementos disuasorios en determinadas calles para evitar la entrada de vehículos en los lugares de máxima concentración de personas.

Las medidas se han adoptado teniendo en cuenta la instrucción de la semana pasada dada por el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, quien anunció que los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado mantendrán la "tensión" del dispositivo durante toda la celebración de los eventos, es decir "antes, durante y hasta la finalización de los mismos". La medida se comunicó tras el atentado de Manchester. Las citadas fuentes han precisado a Europa Press que otros seis agentes de la Policía Nacional se desplazarán a Cardiff, donde se disputa la final entre el Real Madrid y la Juventus, para colaborar con las autoridades locales en el dispositivo de seguridad en torno al equipo español y los miles de aficionados que vivirán el partido de fútbol en la capital de Gales.