Garbiñe Muguruza: trazado astilloso en Singapur

En un viernes ceremonioso, Garbiñe Muguruza comenzó a vislumbrar las amenazas en su tercer asalto al trono maestro de Singapur. Ayer, en el marco de una gala de postín, se oficializó el sorteo y a la número dos del mundo, designada mejor jugadora de la temporada por la prensa internacional, le tocó un grupo de lo más exigente al figurar junto a la checa Karolina Pliskova (25), la eterna Venus Williams (37) y la letona Jelena Ostapenko. El debut será el domingo (hacia las 13.30, Tdp), en la primera jornada, frente a la última del combo, la gran irrupción del curso y ganadora de Roland Garros con solo 20 años.

Era media tarde en Singapur y por uno de los majestuosos salones del hotel Marina Bay Sands, lujoso rascacielos que simula una embarcación en su azotea, fueron desfilando una a una las ocho mejores tenistas de esta temporada. Una de ellas Muguruza (24 años), luciendo un elegante vestido de Versace y que durante la próxima semana perseguirá un doble objetivo. Por una parte, convertirse en la primera española que gana el Masters femenino, dado que hasta ahora ninguna representante nacional ha podido hacerlo; tan solo Arantxa Sánchez Vicario, en 1993, estuvo cerca, pero fue derrotada por la alemana Steffi Graf en la final; y, en segundo lugar, recuperar el número uno que defendió durante un mes y que perdió recientemente, en favor de la rumana Simona Halep.

Muguruza lo cedió al no poder competir en Pekín, donde tuvo que abandonar en la primera ronda debido a un proceso febril. No pisa la pista la hispano-venezolana desde el pasado 2 de octubre, la fecha de su renuncia, y cinco días después llegó la ascensión de Halep, enmarcada en el otro grupo al ser la principal cabeza de serie. Halep, actual número uno, se medirá en el round robin (la fase inicial, con cuatro jugadoras en cada bloque) a la ucraniana Elina Svitolina, la danesa Caroline Wozniacki y la francesa Caroline Garcia. Ahora mismo, la tenista de Constanza supera a Muguruza en la clasificación con un escaso margen de 40 puntos (6.175 frente a 6.135). Lucharán ambas por cerrar el curso en lo más alto, cota a la que también apuntan la checa Pliskova (5.605) y Svitolina (5.465).

Se trata de la tercera ocasión en la que Muguruza participa en la cita de las maestras de Singapur. En 2014 asisitió en el dobles, junto a Carla Suárez, pero en el formato individual se estrenó hace dos años, cuando obtuvo su mejor resultado al alcanzar las semifinales; entonces la derrotó la polaca Agnieszka Radwanska, ausente esta edición. Mientras, el año pasado no logró franquear la barrera de la liguilla, al ceder en los dos primeros partidos ante Pliskova y Radwanska. Este aborda un reto de alta exigencia ante rivales de perfiles diversos que concentran veteranía, pegada y osadía.

LAS RIVALES DE GARBIÑE MUGURUZA EN EL MASTERS DE SINGAPUR

Karolina Pliskova. La checa, sacadora con pedigrí, ocupa el tercer peldaño del ranking mundial. Llegó a gobernar este año el circuito –desbancando a la alemana Angelique Kerber, en julio, tras Wimbledon–, pero su mandato fue efímero. Siempre peligrosa sobre superficie dura, viene de más a menos.

Su currículo ofrece en 2017 los títulos de Brisbane, Doha y Eastbourne (en las tres finales que ha jugado), así como las semifinales de Roland Garros, Indian Wells, Miami y Cincinnati. Sin embargo, es otra de las jugadoras a las que le ha faltado consistencia una vez que se instaló en las alturas. En los cara a cara con Muguruza, 6-2 a favor; ahora bien, en el último cedió en el cemento de Cincinnati.

Venus Williams. Desde la veteranía y aprovechando las lagunas originadas por los vacíos de poder y la ausencia de su hermana Serena (36), la norteamericana continúa siendo una garantía competitiva. Este curso ha firmado dos grandes finales, aunque perdió tanto en Australia (Serena) como en Wimbledon (Muguruza). Cuenta con el aval de la experiencia y con el hecho de haber ganado ya el torneo, en 2008.

Sin embargo, es una jugadora que depende a estas alturas de su físico y su inspiración, de modo que si alguno de estos dos factores no responde tiende a dejarse ir. A buen seguro que todavía le escuece el 6-0 encajado en el segundo parcial de la final de Wimbledon contra Garbiñe. En el particular entre ambas, 3-2 a su favor, pero Muguruza salió airosa en las dos ultimas veces. Eso sí, en pista dura no hay réplica: 3-0.

Jelena Ostapenko. Elegida como la revelación de la temporada, la letona juega siempre de frente, como si la partida fuera permanentemente a todo o nada. Aterriza en Singapur con mucho brío, con la inercia de su buena gira asiática y porque a sus 20 años emerge como una de las grandes. Sorprendió en Roland Garros y además esta campaña ha recogido éxitos en Seúl y Charleston, así como las semifinales de Auckland, Praga, Wuhan y Pekín.

Su juventud, precisamente, le hace moverse al filo de la navaja: si tiene el día es muy complicado frenarle, pero si no está fina se dispersa con facilidad. En el historial domina Muguruza por 2-1, pero hace pocas semanas dejó una seria advertencia en Asia.