Cavani le da el título de la China Cup a Uruguay tras derrotar a Gales
Un solitario gol del delantero del PSG en su partido 100 como internacional decanta la final ante el conjunto dirigido por Ryan Giggs, que solo generó peligro por medio de Gareth Bale
El fútbol tiene sus propios bugs, como los videojuegos. Situaciones en las que el personaje en cuestión no avanza, debido habitualmente a un error en la configuración del escenario. Uruguay se sintió en una situación similar ante Gales en el Guangxi Sports Center, cuando una y otra vez, todas las ocasiones de gol que generaba terminaban de manera grosera. Luis Suárez y Cavani, dos killers habitualmente sanguinarios, fallaron oportunidades impropias de su talla. Pero como ocurre en los universos imaginarios programados por ordenador, los campos de fútbol también tienen sus zonas oscuras. Sin embargo, a diferencia de la realidad artificial, es posible superar el escollo aunque sea a fuerza de insistir, y en eso los uruguayos se desenvuelven con maestría.
GALES, 0 - URUGUAY, 1
Gales: Hennessey, Gunter (Matthews, m. 79), Chester (Lockyer, m. 75), Williams, Davies (Hedges, m. 89), King, Allen, John (Roberts, m. 59), Wilson (Evans, m. 71), Bale, Vokes (Bodin, m. 67). No utilizados: Maxwell, Crowem, Mepham, Watkins, Woodburn, Bradshaw.
Uruguay: Muslera; Varela, Godín, Giménez (Coates, m. 8), Laxalt, Nández (Stuani, m. 84), Betancur (Silva, m. 77), Vecino, Cristian Rodríguez (Torreira, m. 69), Luis Suárez, Cavani (Maxi Gómez, m. 90). No utilizados: Martin Silva, Campaña, Pereira, De Arrascaeta, Ramírez, Carlos Sánchez.
Gol: 0-1. M. 50. Cavani, a pase del Cebolla Rodríguez.
Árbitro: Burshaid. Sin amonestados.
Guangxi Sports Center. Unos 55.000 espectadores.
Les costó lo suyo eso sí, porque Gales no resultó una mera comparsa. El conjunto que dirige Ryan Giggs se comportó con una valentía y confianza inusitada en los primeros compases. La lesión de Giménez a los cinco minutos también contribuyó a que a Uruguay se le atragantasen los entremeses del partido. Sin complejos a pesar de su evidente ortopedia a la hora de construir juego en el centro del campo, Gales recurría a Bale para comprometer a su rival. El jugador del Madrid cuenta con la libertad absoluta para moverse por donde quiera en el ataque de su equipo, de ahí que empezase escorado a la banda derecha y acabase en el lado opuesto. A pesar de la dependencia que sufre su equipo sobre él, Gales también dispone de jugadores de pie caliente como King, Allen o el joven Wilson. Todos ellos futbolistas de segunda línea, pero con capacidad para acompañar el juego de ataque. La mejor ocasión para ellos estuvo, sin embargo, en la cabeza de Bale en el último minuto de la primera mitad, pero Muslera atrapó el cabezazo del jugador del Madrid.
Uruguay, al margen de su dupla atacante, se agarró a la dirección estilosa de Betancur, una promesa que se brega en la Juventus y que terminó lesionado, y por futbolistas de entrega garantizada como el Cebolla Rodríguez. Algo más rápido en el manejo del balón, logró en momentos puntuales desarbolar la estanca defensa de Gales. El único gol del partido llegó gracias a una internada del Cebolla por la banda izquierda que dejó el balón a placer a Cavani para que lo dirigiese al fondo de la red a medio metro de la línea de gol. La misma distancia desde la que instantes después fue incapaz de empalar un centro de Nández en un error incomprensible. El delantero del PSG celebró en China su partido 100 con la selección con una hoja de servicios cuestionable.
A pesar de la concatenación de errores, Uruguay subió su ritmo en la segunda mitad. Nada que ver con un arranque en el que Suárez se topó por dos veces con el poste. Uno de ellos tras regatear a Hennessey y con toda la portería de cara. El carrusel de cambios en el que sumió Giggs a su equipo impidió que Gales solidificase un once que por momentos pareció capaz de devolver la igualada al marcador. Bien es cierto que al margen de la posibilidad de disparo de Bale, todas sus acometidas terminaban en centros bombeados al área a los que Muslera respondió sin complicaciones.
Uruguay resistió y se llevó el título de la tercera edición de la China Cup deseando que todas las ocasiones falladas se le hayan gastado antes de que comience el próximo mes de junio el Mundial de Rusia.
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