38 partidos invicto, 38 años de récord
Zamora y López Ufarte, integrantes de la histórica Real Sociedad de los ochenta que logró la plusmarca en el campeonato, recuerdan cómo perdieron la Liga en 1980 tras una derrota contra el Sevilla
“Ese día lloré. Nunca había llorado por el fútbol, pero ese día eché unas cuantas lloreras”. Quien habla es Roberto López Ufarte, el que cerraba la alineación mítica de la Real Sociedad y al que apodaron Petit Diable (Pequeño Diablo) en aquel torneo juvenil de Mónaco, e hizo honor al apodo durante toda su vida futbolística. Ese día era el 11 de mayo de 1980 y la Real seguía jugándose la Liga mano a mano con el Real Madrid. Esta vez se enfrentaba al Sevilla, luego quedaría otro partido en Atotxa (ante un Atlético en crisis) para llegar al final y seguía acumulando partidos invicta, lo que acrecentaba sus probabilidades y establecía un récord de 38 encuentros de Liga si perder, seis de los cuales provenían de la última fase del campeonato anterior. El récord no lo ha batido nadie todavía, aunque el actual Barcelona lo igualó en la jornada anterior y ahora tiene la posibilidad de superarlo ganando mañana al Valencia en el Camp Nou.
Al Barça le vale la victoria y el empate para conseguirlo, como a la Real frente al Sevilla. Pero Bertoni, aquel delantero argentino que escondía un cañoncito en su pequeño pie, se empeñó en saltar todas las alarmas realistas. López Ufarte lloraba en la residencia por un problema renal, pero el motivo de su llanto no era el dichoso récord, sino ver cómo casi se alejaba para siempre la posibilidad de ganar la Liga. “Es un palo muy fuerte para un equipo como el nuestro, que jamás ha ganado un título pero que de pronto se ve con un campo de ensueño (Atotxa era una bombonera de animación); un portero como Arconada (todo está dicho); cuatro defensas que eran defensas (Gajate, Górriz, Kortabarria y Olaizola), no como ahora, que ataca el carrilero derecho y remata a gol el carrilero izquierdo; tres centrocampistas que tenían de todo: Diego, Periko Alonso y Zamora; y arriba Idígoras, Satrústegui y yo, que jugaba como mediopunta”, cuenta López Ufarte.
Tanto él como Zamora niegan que los nervios les atenazaran para explicar lo ocurrido. Casi a la media hora, Bertoni consigue el primer gol, pero a los 65 minutos, Zamora remata a la red un centro de Satrústegui (papeles cambiados). El plan funcionaba y además el Sevilla jugó durante 25 minutos con dos hombres menos por la expulsión de Juan Carlos y Blanco. Sin embargo, el récord y la Liga volaron para la Real. “Fue Bertoni, otra vez, quien en el minuto 80 marcó el 2-1 definitivo. Ese año debíamos haber conseguido el título”, comenta Jesús Mari Zamora, uno de lo cerebros de aquella Real que desconocía lo que le traía el destino inmediato.
“Pero el récord estaba casi olvidado. Ahora se ha reactivado por las llamadas de la prensa, pero en nuestra memoria pesan más los títulos que los récords, aunque a nadie le amarga un dulce, claro”, concluye Zamora. Si la Real cedió aquel campeonato fue en buena medida por los 14 empates que cosechó; ganó 19 partidos (por los 22 del Madrid) y solo perdió uno.
Pesa más perder el título que el final de la racha JESÚS MARI ZAMORA
El gusto por las estadísticas que inunda el fútbol ha puesto en valor ese récord al que ahora apunta el Barcelona. Eso sí, en el momento anímico más bajo de la temporada tras ser eliminado de la Champions por la Roma. “La estadísticas son interesantes”, agrega Zamora. “A mí me gusta tener datos, pero no me gusta hacer mitos con la posesión y los números fríos. Por eso digo siempre que Iniesta es el mejor jugador, el que mejor entiende el fútbol (Messi o Cristiano son otra cosa)”, sostiene el de Errenteria, que también saca pecho apelando al sentido del humor. “Yo no he salido tan mal: marqué el gol de la primera Liga en Gijón, el gol del empate en Sevilla y el primer gol al Athletic en la segunda Liga. No está mal, ¿no?”
Los años del record y de las ligas fueron revolucionarios. El Sporting soñó con el ttulo un par de veces con Ferrero, Quini, Maceda, Messa o Doria. Los dos siguientes el sueño se trasladó a San Sebastián, pero Bertoni les quitó su sueño. En 1981 y 1982 la Real, por fin ganó la Liga con aquel equipo que se recitaba de carrerilla desde Arconada hasta López Ufarte. El Athletic prolongó otros dos años las sorpresas del titulo de Liga en los años gloriosos del fútbol vasco
Zamora también lloró sobre el césped al concluir el partido. “La tensión, la impotencia y el saber que el título de Liga estaba casi imposible”. A falta de los partidos que faltan, así tomados un detrás de otro empezando por el del Valencia, el record de la Real ha durado 38 años, uno por cada partido no perdido. No está mal.
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