El rugido de Sergio Ramos
El Madrid recupera la jerarquía de su capitán, ausente en el 1-3 contra la Juve, que cumple hoy 112 partidos en Champions
El que con más ganas pisó ayer el Allianz Arena, en una tarde soleada y calurosa, fue Sergio Ramos. El capitán del Madrid se perdió la vuelta de los cuartos de Champions contra la Juve en el Bernabéu por acumulación de tarjetas. El conjunto blanco sufrió su falta de personalidad, jerarquía, capacidad para pegar algún que otro grito, habilidad en el cuerpo a cuerpo y en adelantar la línea defensiva cuando aprieta el rival. Características que, según contó Pablo Blanco, veterano responsable de la cantera del Sevilla, Ramos tenía ya con 12 años. “Desde alevín tuvo muchísimo carácter, fue capitán de sus equipos en todas las categorías. Siempre fue el que daba la voz para adelantar la línea y tirar al equipo hacia adelante”, dijo. Un líder desde la cuna, llegó a definirle. Un líder que nunca se asusta, nunca se preocupa y siempre se muestra optimista, repetía siempre Ancelotti.
Un líder, en todo caso, cuya presencia inquieta a los delanteros rivales. “Que esté Sergio o no, no cambia la preparación del partido. Tendré que hacerlo como él, gritar y estar siempre atento a todo”, había dicho en la víspera del duelo contra la Juve Varane. No fue lo mismo. No aguantó mucho Ramos esa noche sentado en uno de los palcos privados para los jugadores. Bajó al túnel de vestuarios y desde allí se desgañitó para animar a los suyos. Mejía Dávila, delegado arbitral del Madrid, le empujaba hacia atrás cada por tres para evitar que pisara el césped y fuera sancionado por la UEFA. “¡Bueno, bueno!”, gritaba ayer Ramos en los rondos y se acercaba a Theo a aplaudirle en las orejas. Le pidió a uno de los utileros que le ayudara a remangarse y luego a unirse a los demás para el último entrenamiento antes del duelo contra el Bayern. Bale, por cierto, saltó al campo unos metros por detrás que el resto de sus compañeros e igual de melancólico que en el Juventus Stadium en la víspera de la ida de los cuartos.
“No voy a hablar yo de lo importante que es Sergio Ramos para nosotros. Estamos muy contentos de que pueda jugar las semifinales y esperemos solucionarlo mejor que contra la Juve”, dijo Kroos. “Ramos es nuestro capitán y nuestro líder, siempre que esté es mejor para el equipo”, le piropeó Zidane.
112 partidos en Champions
La atmosfera en el Allianz Arena fue ayer muy distinta a la del año pasado en la que, al terminar la sesión de entrenamiento, los jugadores se enteraron de que había habido un atentado en Dortmund cuando el Borussia se dirigía al estadio. El Madrid repitió hotel, el mismo en el que se alojó el año del 0-4 contra el Bayern de Guardiola y el mismo del 1-2 del año pasado. Repitió también protagonista en la sala de prensa: Kroos atendió a los medios en la ida de los cuartos la temporada pasada y volvió a sentarse ayer delante de los micrófonos, como si fuera un talismán más.
En casa del Bayern cumplirá Sergio Ramos esta noche 112 partidos en Champions e iguala a Philipp Lahm. Solo hay dos defensas con más encuentros en Europa: Roberto Carlos (120) y Puyol (115). Los enfrentamientos contra el Bayern —el clásico europeo, el que más se ha disputado, 24 veces— tienen un sabor especial para el capitán del Madrid. Por ser partidos grandes que le motivan sobremanera, por protagonizar el enésimo duelo con Lewandowski y porque el conjunto alemán ha sido la cara y la cruz del central. El primero que disputó, en la eliminatoria de octavos de 2007, terminó con el Madrid eliminado y él con la nariz rota y la cara ensangrentada. En la tanda de penaltis de las semifinales de 2012 tiró la pena máxima por encima del larguero, el Madrid cayó y Ramos fue objeto durante días de todo tipo de bromas y memes en las redes. Se resarció en la Eurocopa donde clavó un penalti a lo Panenka en la tanda contra Portugal. “Lo tenía pensado porque me dolió que después del penalti que fallé contra el Bayern dijesen que no podía asumir esa responsabilidad. Por una cuestión de orgullo decidí tirarlo así”, dijo aquella noche.
Tuvo una más para resarcirse. En 2014, en la vuelta de las semifinales contra el Bayern de Guardiola. En la guarida del lobo, en el Allianz, anotó dos goles en los primeros 20 minutos que noquearon a los alemanes y dejaron sentenciada la eliminatoria. “La Champions me debía una después de aquel penalti fallado”, dijo el central. El Madrid ganó 0-4 y se citó con el Atlético en Lisboa. Allí, otro cabezazo de Ramos, forzó la prórroga que acabó en la Décima.
En esta Champions, el capitán del Madrid lleva un tanto, lo anotó en el primer partido de la fase de grupos contra el Apoel. Es, además, el defensa con más remates (15) junto a Kolarov de la Roma. En la pasada edición de la Liga de Campeones, Ramos lideró el ranking de defensas con más remates de cabeza (8) y con más tarjetas amarillas (4). El año que más marcó fue el de la Décima en Lisboa, fue el defensa con más goles en Europa (3).
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