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Europa League Previa - tercera_ronda - jornada 1
Sevilla
Sevilla
Banega 34'
1 0
Finalizado
Zalgiris Vilnius
Zalgiris Vilnius

Corta renta para el Sevilla

Un gol de falta de Banega doblega al Zalgiris, pero es insuficiente para encarrilar una eliminatoria que deberá cerrarse en Lituania

Rafael Pineda
Ben Yedder intenta superar a Mbodj, del Zalgiris.
Ben Yedder intenta superar a Mbodj, del Zalgiris.Pepo Herrera (EFE)

La competición oficial no permite ni un respiro. Ni aunque se trate de una previa de la Liga Europa. Ni aunque exista una distancia sideral entre el Sevilla y el Zalgiris. Eso hay que demostrarlo en el campo. El conjunto andaluz solo pudo derrotar por un gol al equipo lituano y ahora se jugará el pase a la siguiente ronda de la Liga Europa en Lituania el próximo jueves y en un campo de hierba artificial. El Sevilla no pudo encarrilar la eliminatoria porque falló una enormidad de goles y porque su entrenador, Pablo Machín, diseñó una alineación bastante rara, más pendiente de la final de la Supercopa de España que de la competición europea. En esta ocasión no hubo rastro del nuevo modelo de juego que el soriano quiere implantar en el Sevilla. Posiblemente porque con futbolistas como Nolito y Ganso eso es imposible.

Después de un primer acto aceptable, el Sevilla realizó un segundo tiempo muy flojo, donde acusó una enorme falta de velocidad, intensidad y eficacia. Una segunda parte que invita a la reflexión por la escasez de fuerza de un equipo sin mordiente, bastante plano en ataque y con concesiones en defensa. Además, perdió el control en el centro del campo. El modesto Zalgiris gozó de una clarísima ocasión de Antal que Vaclik salvó bajo palos. No llegó el segundo tanto porque el Sevilla fue irreconocible, con un ritmo tan lento como preocupante, sin claridad de ideas para desmontar el básico entramado defensivo de un Zalgiris que sigue vivo en la eliminatoria y puede complicar mucho las cosas en el choque de vuelta.

Lo mejor del Sevilla llegó en la primera mitad, donde el conjunto andaluz pasó por encima del lituano en un primer tiempo de claro dominio. El meta Bartkus salvó a los suyos de una goleada. Sin embargo, bastó un minuto de desconexión para que llegaran los problemas. Fue al filo del descanso, cuando Simkovic y Ogana gozaron de dos claras ocasiones para hacer el empate a uno después de que Banega marcara un golazo de falta. Es la enseñanza del fútbol oficial, que penaliza el cúmulo de ocasiones erradas por los sevillistas. Antes, no había encarado mal su segunda previa europea el conjunto andaluz. Debutó Aleix Vidal, Amadou se movió bien y hasta Machín hizo el once inicial pensado en la final de la Supercopa de España del próximo domingo ante el Barcelona. El problema fue la ausencia de eficacia. Hubo ganas y juego, pero faltó definición. Ben Yedder y Nolito rozaron el gol en una gran cantidad de ocasiones, pero no lo encontraron. Incluso el colegiado no vio un claro penalti de Mbodj a los 20 minutos. El Zalgiris, un crisol de nacionalidades, con un juego sin maldad, no escapó de la calidad de Banega, que marcó después de un gran lanzamiento de falta.

El problema llegó luego. La desconexión apareció un minuto antes del descanso, con la citada doble ocasión de los lituanos. Más tarde, el Sevilla se paró, sin capacidad para jugar con ritmo, sin presión ni entrada por las bandas, con muchos jugadores apagados y sin conocerse bien en una alineación extraña de Machín. Lento y desesperante, el equipo llegó a levantar las iras de la afición para complicarse su futuro europeo cuando nadie lo esperaba. Falló la eficacia en la primera mitad salvo en el golazo de Banega y luego no hubo fútbol.

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