Toni Bou: “Soy el primero que se pregunta: ‘¿ahora qué?”
El piloto catalán encuentra cada año la motivación después de ganar 24 títulos mundiales de trial consecutivos
“Yo creo que tengo bastante más motivación que la gente normal. Pero, a veces, desconecto. Él no, él siempre está pensando en cómo mejorar”. Takahisa Fujinami, piloto de trial, compañero de equipo de Toni Bou (Piera, Barcelona; 31 años), tomó un avión este lunes en Leeds y se pasó las dos horas y media de vuelo hasta Barcelona hablando de trial con el campeón. No le quedó otra. Ganador en 2004, el japonés se ha acostumbrado a ver triunfar al español, que llegó al equipo Repsol Honda en 2007. Y logró su primer título. No ha dejado de ganar desde entonces. El domingo, con una victoria en Silsden, cuna del trial británico, en cuyas colinas se formó un mito como Dougie Lampkin, consiguió su 12º título de trial outdoor. Con los otros 12 que tiene indoor suma 24 coronas. Lo nunca visto.
“Ha ganado tanto que parece fácil, pero no lo es. No se le puede quitar mérito”, dice Jordi Tarrés, expiloto, siete Mundiales outdoor.
No se puede porque Bou se lesionó en febrero durante el X-Trial (trial indoor) de Le Mans. Se fracturó tres vértebras lumbares y estuvo mes y medio parado. “Cuando me puse, noté que había perdido mucho”. Por eso saben especialmente bien los éxitos este curso. Ha ganado dos títulos pese a que no ha podido entrenarse como siempre, tuvo que volver a un ritmo distinto y competir sin la agresividad acostumbrada. Y, cuando parecía recuperado, se dañó una rodilla. “Ha sido un año difícil, con muchos sustos, y que me ha hecho pensar. Una lesión en la espalda te hace pensar, porque podría haber sido mucho más grave”, reflexiona, y se le borra la sonrisa: “He visto que se te puede complicar todo de un día para otro, no solo la carrera deportiva, también la vida. Ahora quiero disfrutar más el día a día”.
Bou siempre gana. Pese a las lesiones. Pese a que ganar parece haberse convertido en su rutina. Pese a que hay competencia y el relevo parece asegurado con chicos como Jaime Busto (GasGas).
“Cada vez es más difícil marcar la diferencia. Pero creo que la motivación, la experiencia que tengo, e intentar aprovechar todo eso en la carrera es lo que me permite ganar”, señala él. “Es insistente, se entrena muchísimo. Y está en un punto en el que le ayuda mucho la experiencia que tiene. Tiene grandes rivales, pero pocos como él saben cómo llevar las carreras, cómo llevar la presión. Porque él es el que sale a ganar, está obligado”, asume Miquel Cirera, responsable del equipo Montesa Honda. “Después de tantos años sigue con ganas de ganar. Yo también he sido corredor y siempre puedes tener un mal día. Él, en cambio, siempre está al 100%. Además, es valiente; aparentemente, no tiene miedo a nada y ni siquiera se ha hecho conservador con la edad”. apunta Tarrés. Además, añade, está en un equipo concentrado al 100% en lograr el título cada año: “Los demás no tenemos el presupuesto tan alto. Existe cierta ventaja, pero para ganar necesitas un piloto como él”.
“Físicamente es bastante más fuerte que el resto. Se ve en cómo responde su cuerpo a la moto”, concede Fujinami. “Hay tanta diferencia de nivel que hace ya muchos años que lucho para ser subcampeón del mundo”, añade. Algo similar deben sentir sus otros rivales. Pilotos como Adam Raga (TRRS), campeón en 2005 y 2006, “un rival admirable, no da ni una carrera por perdida. Gracias a esa competitividad, Toni ha seguido tirando”, indica Cirera. “Siempre sale a ganar. Y cree poder hacerlo. Pero los hechos nos demuestran que no, que Toni es imbatible. No deja muchas oportunidades a los demás, ni siquiera en las carreras”, explica Tarrés, director deportivo en TRRS.
“Piloto con el cuerpo”, se explica el campeón. De pequeño practicaba trialsin (hoy Bike Trial), lo que le dio ese pilotaje con mucha fuerza. “Me permite controlar mejor la moto; todo lo que puedas hacer con la moto sin tirar de motor te hace manejar mejor la situación. Cuanto más control, menos errores cometes. Así es como se ganan las carreras”, sentencia. Él lo hace, además, con una moto de cuatro tiempos —solo los pilotos de Montesa Honda compiten con 4T, el resto lo hace con 2T, lo habitual—, una máquina con mucha potencia en bajos y un primer golpe de gas agresivo, mejor para las carreras en seco. Con la 2T, en cambio, “va todo más rápido; en zonas mojadas te da más tracción y más margen de error”. Según Bou y Cirera está todo muy igualado. “Esa es la gracia del trial, que al final el piloto pone el resto”.
Y resto le queda. A pesar de que se le acaban los retos. Este curso, Toni Bou ha superado la cifra récord de las 99 victorias que logró Lampkin. Ya suma 103. “Me hacía mucha ilusión”, sonríe. ¿Y ahora qué? “Soy el primero que se pregunta a menudo ‘¿ahora qué?’. Es muy difícil, después de tantos años, volver a empezar cuando llega el mes de enero. Luchar por lo máximo siempre para igualar lo que ya has conseguido no es fácil, pero al final busco la motivación en el día a día. El trial es un deporte súper complicado en el que siempre se puede mejorar”.
“Hay cantera. El trial tira pese a no poder practicarlo en España”
Tras doce años de dominio absoluto de Toni Bou en el trial, cualquiera que sea la modalidad o competición, podría surgir una duda lícita. ¿Qué pasará cuando se retire? ¿Tiene España relevo para el 24 veces campeón del mundo? Él afirma que sí. “Hay cantera. Y hay un nombre clarísimo, el de alguien que viene con fuerza. Es Jaime Busto, tercero del mundo el año pasado, ganador de una carrera este curso, tiene un talento increíble y creo que es mi sucesor”, sentencia Bou. Y ello a pesar de que España no es un buen país para practicar este deporte. La Ley de Montes, aunque actualizada en 2015, hace más de 15 años que impide a los pilotos irse con la moto a la montaña. “Sorprendentemente, pese a las dificultades, este es un deporte que tira para adelante, a pesar de que es un problema increíble no poder practicarlo. Es incomprensible”, dice Bou, un amante de la naturaleza, que entiende que el camino pasa por destinar áreas delimitadas para que los trialeros puedan entrenarse. “Es la única manera de que el trial evolucione; y de que se vendan más motos”. Si bien, señala, “el momento no es malo. “Vamos a las carreras y tenemos público, y después de la crisis la industria se ha levantado otra vez”. Pero hay que hacer más. En Cataluña, donde este deporte es muy popular, apenas existe el área de Camprodón en Noassar. “Y ni siquiera allí es fácil. Se tienen que pedir permisos, tienes que ir con un grupo limitado… Sería ideal que hubiera más áreas y caminos que las conecten. A los veteranos les gusta hacer ruta”, dice. Él hace casi cuatro años que se fue a Andorra, donde vive y se entrena. “Cada día, hago dos o tres horas de moto”.
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