De la leyenda de Kareem Abdul-Jabbar al futuro de Giannis Antetokounmpo

Milwaukee Bucks, el nuevo equipo de Pau Gasol, se mece entre la leyenda de Kareem Abdul-Jabbar y el arquetipo del baloncesto actual, Giannis Antetokounmpo. Las expectativas cuando Kareem llegó a la NBA en 1969, tras ganar tres títulos con UCLA y dominar de tal manera el juego que se prohibieron los mates en el baloncesto universitario y tras rechazar una suculenta oferta de los Harlem Globbetrotters, se tradujeron en el único anillo de la franquicia fundada solo un año antes en Wisconsin, al norte de Chicago y junto al lago Míchigan. Abdul-Jabbar se llamaba Lew Alcindor como fue bautizado por sus padres en Harlem, Nueva York. Fue poco después de ganar el campeonato de la NBA, en 1971, cuando se convirtió al Islam y se cambió a su actual nombre y apellidos, que significan “noble y sirviente del poderoso”.

En aquel título fue clave otro legendario, Oscar Robertson, junto al que Kareem llegó también a la final de 1974 y la perdió ante los Celtics. Los Bucks no han vuelto a disputar una final de la NBA, entre otras cosas porque Robertson se retiró a los 36 años, y Abdul-Jabbar, muy marcado por sus creencias culturales y religiosas, prefirió iniciar otra etapa, en Los Ángeles con los Lakers. Allí se retiró a los 42 años, con seis anillos, y siendo el jugador que más puntos ha anotado en la historia de la NBA (38.387), por delante de Karl Malone (36.928) y Kobe Bryant (33.643).

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La pérdida de aquellas dos grandes estrellas cambió el rumbo de la franquicia, que se rehízo gracias a una sucesión de muy buenos jugadores como el pívot Bob Lanier, número uno del draft de 1970 y que jugó 10 temporadas con Detroit y cinco con Milwaukee hasta que se retiró en 1984, o el base escolta Sidney Moncrief, que jugó 10 temporadas en el equipo en la década de los ochenta.

El número 16 de Lanier, el que ha llevado Pau durante casi toda su carrera, y el número 4 de Moncrief, el que luce cuando juega con España, están retirados por los Bucks. Por eso, Pau utilizará el número 17 en su nuevo equipo, el mismo que llevó en su primera temporada profesional con el Barcelona y que en la siguiente cambió ya por el 16. Entre las últimas estrellas que tuvo el equipo de Wisconsin destaca Ray Allen, que jugó siete temporadas allí, entre 1996 y 2003. Los Bucks también contaron con entrenadores que marcaron época como Don Nelson y George Karl. En 2014 empezó una nueva etapa. Incorporaron a Jason Kidd en la misma temporada en que eligieron, en el segundo puesto del draft, a Jabari Parker. Pero en aquel mes de diciembre de 2014 se rompió el ligamento cruzado anterior y en febrero de 2017 volvió sufrir la misma lesión.

Las desventuras de Parker, que acabó firmando por Chicago Bulls en julio de 2018, corrieron paralelas al crecimiento de una estrella: Giannis Antetokounmpo. El jugador griego, hijo de un futbolista profesional y de una saltadora de altura nigerianos, posee unas condiciones físicas portentosas. No había cumplido 19 años cuando debutó en la NBA, después de que Milwaukee llegase a un acuerdo con el CAI Zaragoza, el equipo que poseía sus derechos desde 2012 desde que lo captó de un equipo de Segunda griego. Sus progresos en la NBA fueron vertiginosos. Le valieron el premio al jugador que más mejoró en la temporada 2016-2017. Ha sido All-Star desde aquel año y, en la última edición fue capitán junto a LeBron James al ser los dos más votados por los aficionados.

Es un fenómeno de la naturaleza. Por eso le llaman el monstruo griego. Mide 2,11 metros y pesa 109 kilos. Puede jugar y juega en prácticamente todas las posiciones gracias a una asombrosa combinación de rapidez, potencia y técnica, una zancada de 2,68 metros, una envergadura de 2,21m y la capacidad para tocar un punto situado a 3,71 metros de altura, 65 centímetros por encima del aro. Ese es el jugador sobre el que pivotan los Bucks. Esta temporada promedia 27 puntos, 12,6 rebotes, 6 asistencias 1,4 robos de balón y 1,5 tapones. Uno de sus pocos puntos débiles es el tiro de máxima distancia, con un 24% de acierto en triples.

Jason Kidd fue destituido la pasada temporada. Le relevó el entrenador ayudante Joe Prunty. Al igual que en la campaña anterior, los Bucks cayeron en la primera ronda de los playoffs, en 2018 ante los Celtics (4-3) y en 2017 ante Toronto (4-2). Esta temporada, el entrenador del equipo es Mike Budenholzer, que dirigió a Atlanta Hawks los cinco años anteriores.

La última vez que los Bucks llegaron a la final de la Conferencia Este fue en 2001, con un equipo en el que formaban Ray Allen, Glenn Robinson y Sam Cassell. Ahora, lideran la Conferencia Este. Aspiran a ocupar una de las dos primeras plazas cuando concluya la temporada regular, junto a Toronto. El tercer clasificado, Indiana, suma ocho derrotas más. Una final de Conferencia entre Toronto y Milwaukee opondría a Pau y Nikola Mirotic con Marc Gasol, Serge Ibaka y Sergio Scariolo.

El fichaje de Pau refuerza la posición de pívot de los Bucks. Brook López es quien la ocupa en el quinteto titular, en el que forma junto a Eric Bledsoe, Malcolm Brogdon, Khris Middleton y Antetokounmpo. Y su banquillo, con Pat Connaughton, Tony Snell, Ersan Ilyasova y George Hill, se reforzó en febrero con la llegada de Mirotic, con quien Pau Gasol ya jugó en los Bulls y en la selección española. “Es un tipo increíble”, le elogió Antetokounmpo, “nos va a dar liderazgo y dureza. Siempre es bueno tener un segundo jugador grande porque es complicado jugar sin ese segundo cinco. Ha jugado muchos partidos y ha estado en finales. Tiene mucha experiencia. Nos va a ayudar mucho, creo que es una gran incorporación”. El español escribió en su Twitter: “Mi objetivo, como siempre, será añadir valor al equipo y ayudarlo a conseguir el título”.