Marta Corredera: “No vivimos del fútbol, sobrevivimos”
La internacional más polivalente reivindica los derechos de las futbolistas: “Ojalá me escucharan más”
Mientras sus compañeras disfrutaban de la tarde libre paseando por las calles de Deauville —cuartel general de la selección en Normandía hasta el día del debut en el Mundial femenino, el sábado ante Sudáfrica— Marta Corredera se quedó en la habitación del hotel delante del ordenador. “Tengo examen de inglés online”, cuenta la polivante jugadora, de 27 años, del Levante, que estudia Magisterio. Es también una de las voces más reivindicativas del vestuario del conjunto de Jorge Vilda. Ella sonríe cuando se le pregunta si es la líder sindical del grupo. “¡Ojalá me escucharan más desde fuera! No pedimos locuras, pedimos lo justo: poder vivir de esto porque nosotras no vivimos del fútbol, sobrevivimos. No estamos ni consideradas deportistas de élite y nuestra dedicación es plena. Tengo compañeras que tienen que trabajar a la vez que juegan porque si no, no les da para el día a día. A mí me choca estando en el siglo el que estamos, que quieres que te diga”, espeta Corredera.
En la ficha de la federación, de la UEFA y de la FIFA sale como delantera y/o centrocampista. En realidad, está jugando en el lateral izquierdo. Por ese carril fue una bala en el amistoso del domingo contra Japón (1-1). Jorge Vilda, al que le gustan las futbolistas polivalentes, busca verticalidad y profundidad y le ha encomendado a Corredera esa misión.
Así lo explica la futbolista de Terrassa. “Empecé de extremo, he jugado también de interior y en los últimos años me he reconvertido en lateral. Voy cambiando en función de lo que demande el equipo y el entrenador. Una de las cosas que nos faltaba [con España] era esa verticalidad o esa arrancada para tener más llegada arriba y lo hemos conseguido estos últimos años. A mí me gusta esta posición porque tengo muchísimo recorrido, puedo doblar a la extremo, sobre todo si se mete para dentro. Eso nos beneficia porque tenemos más capacidad de sorprender al rival”, detalla Corredera, que empezó como extremo derecha en el Espanyol y en el Barcelona, pasó luego a extremo e interior izquierda y se reconvirtió en lateral. Para Vilda es un seguro porque cumple en todas las posiciones y no descuida las tareas defensivas pese a su empuje arriba. Junto a Mariona Caldentey quizás sea la jugadora más polivalente. De las 23 convocadas es la tercera con más presencias (68 por 69 de Jenni Hermoso y 88 de Marta Torrejón).
“Jorge me pide carácter y concentración”, desvela Corredera. Carácter siempre le ha sobrado; la concentración, confiesa, es algo que ha trabajado con Javier López Vallejo, el psicólogo de la selección. “Cuando no estoy metida al cien por cien se me nota mucho. Es una de las cosas que Jorge me ha intentado inculcar desde que esta aquí. ‘Marta’, me decía, ‘si estás metida vas a estar entre las mejores, en el momento en el que tu cabeza se vaya… eres una más’. He trabajado con el psicólogo para aislarme y dejar fuera del campo todo lo que no tenga que ver con el fútbol. Ha sido un paso muy importante para mí”, desvela al mismo tiempo que añade que su breve experiencia en Inglaterra (jugó en el Arsenal en 2015-16) la hizo madurar —“estaba sola allí, la adaptación fue complicada”— y la convirtió en otra jugadora. “Me cambió el cuerpo, me hice más futbolista. Soy una jugadora mucho más física ahora. Recuerdo que el primer día que llegué allí tenía compañeras que levantaban cien kilos en el gimnasio. Están acostumbradas a usar pesas desde los 15 años... nosotras estamos empezando ahora”, cuenta.
NO es un patinazo, es lo que realmente piensa. Y es REPUGNANTE e INTOLERABLE. De VERGÜENZA. Menudo ejemplo para la sociedad.... https://t.co/4mlmFZ5MJZ
— Marta Corredera (@Corredera7) May 29, 2019
Pasos ha ido dando Marta desde pequeña. Sus padres se dieron cuenta muy pronto de hasta dónde quería llegar. Durante meses les dijo que iría a hacer la Comunión vestida de futbolista y con botas. “Al final me compraron un vestido. En cuanto salí de la iglesia me quité las bailarinas, me puse las botas, cogí la pelota y me fui con mi primo a jugar por ahí”, rememora. En edad escolar siempre fue la capitana y eso que era la única niña. “Recuerdo que entrábamos al campo y había una mujer que siempre decía: ‘mira, ahí vienen Marta y sus pollos’. Porque venían todos los niños detrás de mí… los llevaba tan rectos que me seguían todos”, dice. Ese carácter es lo que valoran en el vestuario. Lo muestra también fuera; el otro día tildó a Fran Rivera y a sus declaraciones sobre la empleada de Iveco que se quitó la vida de “repugnante e intolerable”.
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