España sigue viva en la lucha por los Juegos
Un gol de Fornals a dos minutos del final derriba el muro belga y deja todo abierto para la tercera y última jornada del Grupo A tras la derrota de Italia ante Polonia
Con más sufrimiento del esperado, pero España sigue viva en el Europeo sub-21.Tras el varapalo que supuso la derrota en el estreno ante Italia, un trallazo de Fornals a dos minutos del final permitió que la selección lograra una necesaria victoria ante Bélgica que le permitirá llegar al tercer y decisivo partido con opciones de meterse en semifinales y, de paso, clasificarse para los Juegos. La jornada en el grupo A se completó con la victoria de Polonia ante Italia (0-1), lo que deja todo muy abierto: los polacos lideran con seis puntos por los tres de italianos y españoles. Ahora, los de Luis de la Fuente necesitan para ser primeros ganar por tres o más goles el sábado a las 21.00 a Polonia si Italia se impone a Bélgica, o vencer por cualquier resultado si pinchan los italianos (a Tokio acuden los cuatro clasificados para semifinales: los tres primeros de grupo y el mejor segundo).
ESPAÑA, 2 - BÉLGICA, 1
España: Sivera; Junior, Jesús Vallejo, Meré, Aarón Martín; Dani Ceballos, Mikel Merino; Olmo (Mikel Merino, m. 46), Soler (Fornals, m. 45), Oyarzabal (Mir, m. 68); Mayoral (Pedraza, m. 68).
Bélgica: De Wolf; Cools, Bornauw, Faes, Cobbaut; Mangala (Amazu, m. 58), Heynen (De Sart, m. 77), Bastien; Schrijvers, Mbenza (Leya, m. 69)y Lukebakio.
Goles: 0-1. M. 6. Olmo. 1-1. M. 24. Bornauw. 2-1. M. 88. Fornals.
Árbitro: Andris Treimanis (Letonia). Amonestó a Olmo, Merino y Junior por parte de España y a Heynen, Faes y De Sart en Bélgica.
Estadio Città del Tricolore, unos 2700 espectadores.
Salió valiente La Roja al encuentro, sabedora de que solo una victoria le mantenía en la lucha. De la Fuente introdujo cuatro cambios y planteó un esquema más ofensivo que en el primer partido, renunciando a un pivote posicional como Zubeldia para dar entrada a otro hombre de ataque como Dani Olmo. Y precisamente fue el extremo del Dinamo de Zagreb el que, respondiendo a la confianza, abrió la lata cuando apenas habían transcurrido seis minutos. Carlos Soler irrumpió en el área belga y, con un tenso centro al punto de penalti, dejó solo a Olmo, que de primeras mandó el balón a la jaula y estrenó el marcador.
El gol tempranero no cambió los planes de España. La selección apretaba arriba y triangulaba en las inmediaciones del área belga con facilidad, generando la sensación de que el segundo estaba al caer. Pero cuando mejor estaban, la falta de contundencia defensiva volvió a penalizar a los chicos de De la Fuente. Un córner mal defendido, en el que Vallejo se dejó comer la tostada y en el que Sivera, sustituto de Unai Simón bajo palos, dudó en exceso, permitió a Bornauw remachar en línea de gol para poner las tablas. El fantasma del partido ante Italia volvía a aparecer en una España que acusó el golpe en lo que restaba de primera parte.
El empate reafirmó a Bélgica en su apuesta por encerrarse en su campo y fiar todo a la velocidad de sus puntas al contragolpe. Pero tras la reanudación, España metió una marcha más y de la mano de un Ceballos creciente con el paso de los minutos, asedió el área belga, generando una catarata de ocasiones de todos los colores que no terminaban de traducirse en goles. Si no era el larguero o la falta de puntería, era el meta belga, De Wolf, el que mandaba al limbo las incontables intentonas españolas. Hasta que en el 88, Fornals dijo basta. El castellonense, recién fichado por el West Ham, agarró el balón en la línea de tres cuartos, condujo hasta la frontal del área y con un violento trallazo hizo justicia, dando a la selección una victoria que podría haber sido de mayor envergadura de no haber sido por la falta de acierto de cara a puerta.
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