De Gea vuela y se lesiona

Con la clasificación aún por determinarse tras el empate en Oslo, Robert Moreno compuso una alineación en la que confirmó su anuncio de repartir minutos. Se los concedió principalmente a futbolistas que considera que pueden asaltar la titularidad de aquí a la Eurocopa. De Gea, Carvajal, Íñigo Martínez, Rodrigo Hernández y Thiago formaron el grueso de esa unidad B dispuesta por el seleccionador español. Si llamó la atención la titularidad de Rodrigo, como señuelo de que compite con Busquets por el puesto, la de De Gea dio a entender que el debate en la portería aún no está cerrado tras el error de Kepa en el Ulleval Stadion. Robert Moreno era miembro del cuerpo técnico de Luis Enrique cuando este nada más llegar al cargo pronunció “De Gea es mi portero”, con la idea de reforzarle tras su mala actuación en el Mundial de Rusia.

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Aunque Moreno ejecutó con Kepa el cambio de guardia en Malta, en marzo, y lo mantuvo ante las Islas Feroe y la misma Suecia el pasado junio en el Santiago Bernabéu, en privado y en público ha hecho convencidas defensas de De Gea. Aunque ha admitido que el guardameta del Manchester United ha tenido problemas para sentirse seguro defendiendo la portería de España.

Terminado el tiempo para la fotografía oficial, De Gea se dirigió al colegiado francés Clement Turpin para que le cediera el balón. El meta español lo atenazó con fuerza, comprobó la presión y le pasó los guantes por encima colmo queriendo quitarle el agua que le había impregnado la hierba húmeda. Fue uno de esos gestos en los que los porteros parecen querer decirle a la pelota que no le traicione con un mal bote o resbalando entre los guantes.

De Gea contempló los primeros 20 minutos de dominio español. Se lamentó cuando Thiago se adornó en exceso con esa pisada al verse ante Robin Olsen. Nada trascendía en su área. Se limitaba a jugar en corto con el balón hasta que uno de esos golpeos le hizo sentir un pinchazo en el cuádriceps posterior de la pierna derecha. De inmediato, Robert Moreno puso a calentar a Kepa. Visiblemente tocado, De Gea hacía ejercicios para calentar el músculo cuando Suecia ejecutó una maniobra de izquierda a derecha que acabó con un centro templado al área del lateral Lustig. Allí, Quaison conectó un testarazo que iba camino de la red. El vuelo sin motor de De Gea fue espectacular. La estampa fue su larguirucho cuerpo estirado a un metro de altura y su manopla derecha desviando la pelota por encima del larguero. La exclamación de las gradas adornó una parada que afila más el debate de la portería.

Al descanso, se supo que De Gea seguía tocado, pero Moreno decidió mantenerlo. Una parada a un tiro raso bien bloqueada precedió a otra parada espectacular a cabezazo de Marcus Berg. El delantero sueco le remató ya en el suelo tras haber interceptado otro remate de Forsberg. No pudo evitar el gol De Gea, que al poco tuvo que ser sustituido tras agravarse su lesión en otro saque de puerta. Cojeando y con gestos de desaprobación le cedió el puesto a Kepa. Pero se marchó con la sensación de que el debate en la portería sigue abierto por ese vuelo imposible.