El protocolo para el regreso del deporte no profesional no cuenta con pruebas PCR obligatorias
El CSD, las comunidades y las federaciones abren la puerta a que haya hasta 1.000 aficionados al aire libre y acuerdan que se califica de voluntario el uso de la mascarilla durante los partidos
Casi seis meses después de que se suspendieran las competiciones deportivas no profesionales, el Consejo Superior de Deportes (CSD), las comunidades, las federaciones deportivas, la Federación de Municipios y el Comité Olímpico Español han acordado un protocolo para el regreso de estas modalidades de ámbito estatal. En el documento, suscrito para la temporada 2020-2021, uno de los puntos más dificultosos, el de la realización de pruebas para detectar si los deportistas están contagiados por la covid-19, se solventa con una recomendación genérica: realizar un test al iniciar los entrenamientos de pretemporada o 72 horas antes del inicio de las competiciones. En este punto —solo una recomendación— no se detalla la financiación y se deja la puerta abierta a practicar más pruebas si lo recomiendan las autoridades sanitarias. Tampoco se especifica si debe ser un test serológico o una PCR, esta última más precisa.
Los organismos abren la posibilidad —siempre que las comunidades lo permitan— de que los aficionados regresen a los estadios en un momento en el que la situación de la pandemia empeora en toda España, con cerca de 10.000 nuevos casos notificados cada día: “Si una comunidad decidiera aprobar la presencia de público, el Consejo Superior de Deportes recomienda que el número máximo de público asistente fijado será de 500 personas para las instalaciones cubiertas y de 1.000 personas para las instalaciones al aire libre”. De hecho, una de las competiciones no profesionales de ámbito estatal, la Liga Asobal, ya arrancó esta semana con encuentros en los que hubo público.
El acuerdo es un marco regulatorio general para las competiciones nacionales no profesionales —Segunda División B, Tercera División, Primera Iberdrola, la Liga Nacional de Fútbol Sala, etc—, aunque después cada federación deportiva puede precisar y añadir otras normas que complementen el texto en función de sus necesidades, siempre con la aquiescencia del CSD. La disposición también anima a los Ejecutivos regionales a que utilicen el texto como referencia para las competiciones de su competencia, como el fútbol amateur y formativo autonómico.
Mascarilla voluntaria
En la arquitectura regulatoria se hace referencia al uso de la mascarilla, que es obligatoria para deportistas y el personal técnico fuera de la zona de competición, a excepción del entrenador. La disposición establece que estos protectores serán voluntarios durante los entrenamientos y los partidos. “Las autoridades autonómicas y las propias federaciones podrán exigir la utilización permanente de las mascarillas”, especifica el texto.
Otra de las novedades para la reanudación de los campeonatos es la obligatoriedad por parte del organizador de la competición y de los clubes de nombrar un delegado de cumplimiento de protocolo, que debe velar para que se cumplan los requisitos sanitarios, como controlar la desinfección en las instalaciones. También tendrá que haber un responsable de higiene en los recintos deportivos y un jefe médico en las federaciones que se coordine con los responsables de los equipos.
En el protocolo se incluyen numerosas reglas para el regreso de las ligas, tanto para las instalaciones y entrenamientos como para la competición y la vida social de los deportistas, como disminuir el número de personas en reuniones y reducir los contactos al círculo habitual. Los clubes que no cumplan los requisitos podrán ser sancionados o descalificados, según reza el texto.
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