La Real no cede y acaba con el Cádiz
El líder hace historia al lograr su sexta victoria consecutiva con Januzaj y David Silva a un gran nivel
La Real Sociedad demostró en Cádiz que su liderato no es ninguna casualidad. Con un juego solvente, de buen toque, asentado en un envidiable trabajo colectivo y el fútbol de seda de Januzaj y David Silva, el líder sumó su sexta victoria consecutiva, para reafirmar su primer puesto y avisar, de nuevo, que va muy en serio. Este sexto triunfo seguido le hace igualar la mejor racha de su historia de partidos consecutivos ganados, logrados en las temporadas 30-31 y en la 87-88. De paso, la Real se sitúa a tres puntos del Atlético de Madrid (aunque con dos partidos más), seis del Madrid y 12 del Barcelona.
El Cádiz, con muchas bajas, no tuvo ninguna posibilidad ante un rival muy superior. Tuvo un gran espíritu luchador porque jamás se rinde, pero careció de fútbol para detener el aluvión que se le vino encima. El dato de no haber logrado tirar ni una vez entre los tres palos de Remiro es demoledor. Además, sigue sin conocer el triunfo en su estadio. La Real se ha ganado el derecho a soñar en esta Liga tan atípica. Siempre que tuvo estos registros a estas alturas de competición peleó por el título hasta la última jornada, como en 1980, 1982 y 2003. En 1982 llegó a ser campeón y en las otras dos ocasiones alcanzó la segunda plaza.
El Carranza fue testigo del buen fútbol de Oyarzabal, el oficio de Monreal, la velocidad de Isak, el talento de David Silva y las diabluras de Januzaj. El extremo belga, muchas veces irregular, ofreció un repertorio tremendo de detalles técnicos. Dio el gol a Isak y formó una gran pareja con David Silva.
Tuvo mucho mérito lo que hizo el Cádiz en un primer tiempo de absoluto dominio de la Real. El equipo de Cervera no se aferra a la posesión del balón y vive de su sistema defensivo para salir al contragolpe. Hacerlo ante un rival exquisito y con bajas del calibre de Cala, Negredo, José Mari y Lozano le concede un valor extra. Por eso le tocó correr detrás de una Real a la que da gusto ver jugar. Sobre todo cuando entra David Silva en acción. El canario es un soplo de aire fresco en la Liga por su calidad, la plataforma perfecta alrededor de la que crecen futbolistas tan buenos como Merino, Januzaj, Merino e Isak.
El Cádiz niveló algo la partida en el inicio de la segunda mitad. No obstante, la tregua no duró mucho. Los andaluces no pudieron evitar, finalmente, la reactivación de Silva y su gran sociedad con Januzaj. El gol vasco era cuestión de tiempo. Un centro preciso de Januzaj fue rematado en el segundo palo por Isak. Por fin encontró premio la Real a su dominio y, sobre todo, a su buen juego. El Cádiz no tuvo respuestas. Le había pasado por encima el mejor equipo de la Liga, que le tiró 14 veces y le creó 12 ocasiones. La Real, líder, vive momentos de gran felicidad.
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