Leclerc lleva al error a Red Bull en el GP de Mónaco

Charles Leclerc está de dulce y eso tiene mérito si tenemos en cuenta el chasco que se llevó el domingo pasado en Montmeló, donde su Ferrari se quedó frito cuando el muchacho lideraba la carrera con un mundo de ventaja sobre el resto del pelotón. Seis días más tarde de esa avería en el motor, Leclerc se desquitó colocando su monoplaza en la pole position del Gran Premio de Mónaco, donde este domingo (15:00 horas, Dazn) tratará de recuperar el liderato del Mundial que perdió en el Circuit.

Mejor conocedor que nadie de los recovecos que esconden los toboganes de Montecarlo, donde ha vivido toda su vida, el piloto monegasco hizo bueno el idilio que mantiene con su bólido desde que comenzó esta temporada, una sensación avalada por las dos victorias y cinco podios que acumula en las seis pruebas disputadas hasta la fecha. Sus cinco poles de siete posibles evidencian que el SF-75 no solo es sólido, sino también rápido.

En Mónaco, el escenario más universal de todos los que configuran el calendario, la Scuderia volverá a monopolizar la primera fila de la parrilla –ya lo hizo en Miami–, en la que Carlos Sainz saldrá el segundo. El tercero lo hará Checho Pérez, el protagonista involuntario de la eliminatoria definitiva de la cronometrada como consecuencia de un trompo en la curva previa a la entrada al túnel. El mexicano perdió la parte trasera de su Red Bull, que se enroscó y se empotró levemente contra las barreras de protección. La mala suerte y la poca cuerda del trazado hizo que Sainz no tuviera tiempo de reacción y terminara golpeándole, formando ambos un tapón que obligó a los comisarios a sacar la bandera roja, cuando la mayoría ya afrontaba su último intento de vuelta rápida.

Como tantes veces ha ocurrido en esta pista, el accidente de Checo dio por concluido el entrenamiento y otorgó la pole a Leclerc de forma automática. El de Ferrari, que dominó dos de las tres sesiones libres del fin de semana, se sacó una vuelta difícilmente al alcance de ninguno de sus rivales, pero la sucesión de los hechos fue la excusa perfecta para que Verstappen se cabreara como una mona. Seis días después de que Red Bull obligara a su compañero a dejarse superar para que el neerlandés se impusiera en España, Mad Max no terminó de digerir que el error de cálculo de su vecino le lleve a salir el cuarto, una posición que, esta vez, prácticamente entierra cualquier posibilidad de pelear por el triunfo. Fernando Alonso, por su parte, partirá el séptimo tras protagonizar su mejor sábado del curso e igualar el resultado obtenido en Arabia Saudí.

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